Desde que falleció su padre el 25 de noviembre pasado, Diego Maradona Junior no pudo viajar a la Argentina a despedirlo en persona. El hijo napolitano del Diez estuvo internado con coronavirus, lo que le impidió estar presente físicamente, aunque le escribió un conmovedor mensaje en sus redes sociales.
Mientras espera la posibilidad de viajar a nuestro país, el hijo de Diego y Cristiana Sinagra habló en la televisión italiana, a ochenta días de la muerte de su padre. El futbolista de 34 años lo hizo en el talk show de Barbara D’Urso, una periodista históricamente ligada al circulo napolitano del Diez y quien hizo mucha fuerza para el reencuentro entre padre e hijo.
Diego Junior habló luego de inaugurar la primera capilla napolitana en honor a su padre, una ceremonia a la que asistió acompañado por su esposa Nunzia y sus hijos, para estar presente en una muestra más del afecto incondicional de la ciudad del sur italiano hacia el ídolo futbolístico.
“Me siento extraño, raro”, contó el hombre en su primera entrevista en un estudio de televisión luego de la muerte de su padre. Consultado sobre la imputación de Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, por homicidio culposo, Junior se puso serio y cuestionó duramente a los guardianes de la salud de su padre: “Es una cosa grave, porque mi padre tenía confianza en esa persona”.
El italiano admitió que cuando tuvo el primer contacto con Luque, le pareció que al médico efectivamente le importaba la salud de su padre, pero a partir de los audios que circularon los últimos días, empezó a dudar. “El defecto más grande de papá era ser demasiado bueno”, analizó Diego Junior, en relación a la confianza que el astro había depositado en el neurocirujano.
El hijo de Cristiana Sinagra se refirió a la imputación que cae sobre Luque. “Todo es grave, pero falsificar la firma en la historia clínica de un paciente es gravísimo”, sentenció. Sin embargo, la furia de Diego llegó cuando le recordaron los audios de Luque y de la psiquiatra Agustina Cosachov en los que se referían en forma despectiva hacia su padre. “Los audios son vergonzosos y repugnantes. Es absurdo, porque mi padre, aunque no parecía públicamente, se preocupaba por su salud. Y a este señor le pagaba mucha plata, porque no estaba junto a él por amor”.
Con estas palabras Diego Junior desmintió los dichos de su Johnny Espósito, sobrino del astro, que afirmó que Diego quería morirse. “Papá estaba cansado, pero estar cansado y querer morirse son dos cosas diferentes. En momentos de desgano podemos decir no doy más, pero estoy convencido que no era así”, señaló. También cuestionó la difusión de audios y videos que involucran a su padre: “Acá juega la discreción de las personas: yo tengo el teléfono lleno de videos, pero no los paso a nadie”.
En la entrevista, Diego contó que vio por ultima vez a su padre en noviembre de 2019, un año antes de su muerte, pero mantuvo un contacto permanente, incluso hasta los últimos días. Luego de la operación a la que fue sometido en la Clínica Olivos, compartió una videollamada con su padre y su hermana Jana, donde lo notó de buen humor: “La información que tenía es que estaba superando brillantemente la operación”, lamentó.
Pero la mayor indignación llegó cuando un periodista napolitano le hizo llegar un mensaje del doctor Luque: “Decile a Diego Junior que yo me ocupé de su padre como si fuese el mío”. Enojado y molesto, Diego no dio crédito a las palabras del neurocirujano. “Yo a mi padre no lo trataba así... Está la justicia, yo no tengo que opinar. Para mí es muy difícil. Pero lo que han hecho, un día lo llorarán ante Dios”, cerró.
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