Maju Lozano contó los primeros sentimientos que atravesó al enterarse de que Lío Pecoraro transita por una leucemia: “El día que tuve el diagnóstico por boca de Lio y tenía que salir al aire... fue tremendo, me bajó la presión. No sabíamos como encarar”, recordó en entrevista con Tomás Dente para el ciclo Vino Para Vos (KZO).
En un momento del reportaje, Dente hizo una pausa para presentarle a Maju un video. Alguien muy cercano a ella le había grabado un saludo: “Es un ejemplo de vida para todos nosotros, que no se quería perder un pedacito de este programa para decirte cuánto te quiere. Sabés de quién hablo, ¿no? De nuestro querido amigo”, le dijo, mientras Maju asentía.
“¡Hola Tomy, hola Maju!”, saludó Lío Pecoraro en la grabación, mientras a Maju se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas. “Quería estar presente en este programa en donde vas a tener de invitada a mi amiga y compañera de trabajo María Eugenia Lozano, una mujer que es tal cual ustedes la ven delante de cámara, detrás de cámara: 100% natural, honesta, buena mina, buena persona, que está para el que lo necesite en el momento en el que lo necesite y en la circunstancia que sea. Hoy van a disfrutar una entrevista con una mujer realmente excepcional, de un corazón enorme, como pocas hay en este ambiente de la televisión argentina y en el medio artístico. Los invito a que disfruten, a que aprovechen, a que saquen el jugo de esta hermosa nota que van a ver ahora entre Tomás y mi querida Maju Lozano. Les mando un beso enorme y pronto estaremos todos juntos”, dijo Pecoraro.
A Maju la emoción se le mezclaba con una sonrisa, muy emocionada por las palabras de su amigo y los recuerdos. “¡Mi pelado! Hicimos varias promesas, pero una de esas es que cuando él salga, nos vamos a comer un sánguche de salame y queso (se ríe). Entonces ayer le dije: ‘¡Estás tardando mucho, Lío, y el sandwich es cada vez más grande, boludo, no va a entrar en la mesa!’”, reveló acerca del vínculo que los une.
Lozano contó como lo conoció a Pecoraro: “A mí me sorprendió Lio. Nos sorprendimos mutuamente. Lo que más valoro de la gente es su capacidad de trabajo. La gente trabajadora ya tiene un lugar en mi corazón (se ríe). Cuando empezamos a armar el programa, yo lo quería a Lio desde el principio. No lo conocía, pero esta cosa de trabajo que él tenía o que uno podía percibir a través de la pantalla. Y después hubo como un código inmediato. Y Lío tiene una capacidad de trabajo inagotable, de sorpresa, de empuje. Bueno, ahí lo vemos”, definió.
Luego, volvió a referirse a sus primeras reacciones ante la dura noticia: “Su diagnóstico fue un golpazo, tanto que yo no le creía cuando me llamó para contarme. ‘Ay, que bolacero, dale’, le digo. Hasta que, bueno... es un tipo con entereza. Es un buen tipo. Y se va a poner bien”, dijo
Sobre cómo se toma el proceso que está viviendo su amigo, Lozano dijo: “Tiendo a creer que por ahí necesitaba frenar... buscándole lo positivo, si es que tiene algo de positivo una leucemia, como la que transitó él. Pero a veces la vida vos creés que vas para un lado y te manda por el otro. Lo que uno tiene que aprender es a aceptar la que viene, con alegría. Que es lo que tiene Lio: nunca perdió su alegría ni su fortaleza. Ayer me dejó un mensaje para decirme: ‘Te llamo porque no me estás contando cómo estás’ (se ríe). ¿Estaba en el hospital, entendés? ‘Ay, gordo, ¿qué querés saber? ‘Que me cuentes, Maijta, ¿estás bien? ¿necesitás algo?’ ¡El a mí!”.
A la vez, Lozano lo definió a Pecoraro como una “de esas personas que cuando entra al estudio, lo ves venir y ya te pone de buen humor, está siempre contento”.
A pedido de Dente, Maju le dejó un último mensaje: “Mirá pelado, te quiero. Con la lucha que él tenía con ese pelo... ¡ya va a crecer ese pasto! Yo te amo, Lio, lo sabés. Tengo como esta cosa de que Lio está de vacaciones. Yo siento como que está de vacaciones. Al hospital le dice hotel. ‘Estoy en el hotel, Majita’, me dice. Siento que está de viaje. Transitar una enfermedad como la que está transitando es un viaje. Y que esto también va a pasar. Va a ser una anécdota muy pronto. Cada vez estamos más cerca de que sea una anécdota pasada”. Para descomprimir el momento, Dente le retrucó: “Y van a haber muchos sanguchitos”. “De salame y queso”, cerró Lozano con una sonrisa.
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