“Son buenas noticias”. Un Fede Bal con la voz un tanto cansina, después de más de tres semanas de vigilia por la salud de su madre, al fin pudo acercar un panorama positivo sobre el estado de salud de Carmen Barbieri. “Hoy temprano, hace unas horas, pude hablar con mi vieja: está muy bien”, informó el actor a través de un audio que le envió a la producción de Flor de equipo, por Telefe, el canal que lo contrató para ser el host del programa digital de Masterchef Celebrity 2.
Internada desde el 20 de enero en la Clínica Zabala, afectada por una neumonía bilateral que surgió tras haber dado positivo por coronavirus, el martes pasado Carmen ya había empezado a respirar por sus propios medios: había sido inducida al coma para poder ser intubada y recibir oxígeno de manera mecánica. Pero en estas horas la mejoría continuó de forma marcada. Por eso, como precisa su hijo, “le sacaron la sonda nasogástrica, le sacaron la medicación, le cortaron un poco la sedación”.
De allí se desprende que una de las grandes preocupaciones quedó atrás: la bacteria respiratoria que contrajo en estas semanas de internación. Y que luego de que le quitaran el respirador, ahora no requiere ningún tipo de asistencia de oxígeno.
“Está muy bien, muy consciente... tal vez demasiado –bromeó el hijo que la capocómica tuvo con Santiago Bal–. Ya está un poco preocupada por las deudas, por el trabajo. Me preguntaba mucho por Masterchef: cómo puede ser que ya empezó y ella tiene que cocinar. Le digo: ‘Mamá, tranquila, primero la salud’. Ya tiene ganas de cocinar, de volver a la actividad”.
Pero para eso todavía falta, por supuesto. Recién para mediados de la semana podría salir de la terapia intensiva. “Esperemos que en unos días salga adelante. Después de Carnaval seguramente la pasen a cuarto normal, si todo sale bien”, advirtió Fede, quien se encuentra haciendo teatro en la calle Corrientes con la obra Mentiras inteligentes.
Más allá de la preocupación por su trabajo, la lucidez de Carmen se manifiesta en el diálogo con mantuvo con su hijo, con quien no puede tener contacto alguno de manera presencial, para evitar la propagación del virus. “Le conté un poco lo que pasó en estos días; estaba con ganas de preguntarme cosas y con ganas de estar bien”, reveló Bal.
Por ser el único hijo de la actriz, es Fede quien recibe todos los partes médicos, a razón de dos por día. Luego debe trasladar la información a familiares y amigos, y a la prensa. Esa situación, de acuerdo a lo que confesó en estos días, llegó a agobiarlo: “Tenía a 30 o 40 personas que todos los días, a la mañana, me explotaban el WhatsApp. Y con todo lo que estoy trabajando, no podía escribirle a uno por uno. Entonces hice un gran grupo donde todos los que la quieren a mamá están ahí cerca: les paso el parte de la mañana y el de la tarde. Con eso, encontré la forma de resolverlo”.
Carmen había sido la primera famosa confirmada para la segunda temporada del exitoso certamen culinario conducido por Santiago del Moro, que se estrenará el lunes 22 de enero. Y fue justamente en una actividad organizada por la producción de Masterchef cuando se habría contagiado de COVID-19: en esas horas mantuvo contacto estrecho con Sol Pérez, quien poco después también dio positivo. Ocurrió el 15 de enero. Carmen se aisló de inmediato de manera preventiva, se suspendieron las funciones de la obra teatral que la contaba como protagonista (Un estreno o un velorio), y esperó el resultado del quinto test que se hizo en estos meses. Esta vez, con el resultado indeseado.
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