Nació un 11 de febrero en 1969 y soplar 52 velitas es una fiesta para Jennifer Aniston. Atrás quedó el mote de “la chica que sufría por que la habían dejado” y “la mujer que lamentaba no ser madre”. Hoy Jennifer se muestra –y el mundo la ve– como una estrella de Hollywood codiciada y feliz que no necesita un hombre al lado. Amigada con su pasado –eso incluye a su ex– y decidida a seguir marcando tendencia en materia de estilo, la siguen millones. Este arranque del 2021 la encuentra al frente del rodaje de la segunda temporada de The Morning Show. Y nada podría sentarle mejor que cumplir 52 años espléndidos.
Sus inicios como actriz costaron, pero cuando por fin se le dio, el éxito fue rutilante. En 1993 la llamaron para protagonizar una comedia que contaba las aventuras de cinco amigos y vecinos en Nueva York: Friends. La serie batió récords y a casi treinta años de su estreno sigue aglutinando masas frente a la pantalla. Como Rachel Green, Jennifer se convirtió en todo lo que una chica moderna y joven quería ser y, de paso, en una actriz de comedia con todos los condimentos: una sonrisa bella, una risa contagiosa y una belleza sensual. Generaba un código común con las mujeres que la seguían, y enamoraba a los hombre que la veían.
Fue en esa época que Brad Pitt llegó a su vida. Era, por entonces, el “hombre más lindo del mundo”, según las revistas que arman rankings. Fuera donde fuera, los flashes los seguían. Se casaron en Malibú el 29 de julio de 2000. La ceremonia –millonaria en términos de gastos– se hizo en una carpa blanca para que nadie los molestara y solo una foto trascendió de aquel día. Pero después de siete años de un romance idealizado por todos, Angelina Jolie entró en escena cuando protagonizó Sr. y Sra. Smith con Pitt. Oficialmente, Jennifer y Brad se separaron unos meses antes de que el actor y Jolie se dejaran ver juntos. El escándalo era mayúsculo.
La prensa se dedicó a dejar de manifiesto aquello que posiblemente era cierto: Aniston estaba destrozada. Lloraba porque sus planes de familia se habían derrumbado. “Me pareció triste la forma en que todo se redujo a un cliché de Hollywood”, aseguró mucho después acerca de ese dolor que estaba siempre en primer plano. De hecho, después de tener que aclarar que no había alquilado un vientre, que no estaba embarazada y que no había adoptado a nadie, la mujer que sufría la presión que sufren cientos de mujeres, declaró: “La forma en que la prensa me retrata solo es un reflejo de cómo la sociedad ve y retrata a las mujeres en general”.
Después sí llegaron los amores post Brad. El actor Vince Vaughn, el músico John Mayer, y algo más pasajero con el modelo Paul Sculfor. Hasta que se comprometió con su colega Justin Theroux. Estuvieron juntos siete años y casados dos. Se separaron en 2018. Obligada a especificar los motivos de la ruptura, en una entrevista reivindicó su derecho a no ser madre: “Existe una presión en las mujeres para ser madres. Quizá mi propósito en este planeta no es el de procrear”. Y más tarde, amplió: “Vivimos en una sociedad que envía ciertos mensajes a las mujeres a cierta edad: tenés que estar casada y deberías tener hijos. Ese es el molde que estamos intentando romper lentamente. Lo que determina la felicidad en la vida de alguien no es el ideal que se creó en los años 50. Ese relato no lo escuchás para los hombres. Esto es parte del machismo, siempre la mujer es la despreciada, la desconsolada y la solterona. Nunca es lo contrario”.
Consolidada y rica, se calcula que su patrimonio supera los 200 millones de dólares. Ganó premios Globo de Oro, Emmy y Actors Guild Awards. Todavía el Oscar le es esquivo. Desde su Instagram, inaugurado en octubre del 2019, marca tendencia en cuestiones de estilo, genera empatía entre las mujeres de su edad –al fin y al cabo es la amiga que cualquiera querría tener–, y conquista hombres que ven en ella “la mina piola, simpática y bellísima que los haría felices”. Su primer posteo fue, nada más ni nada menos, que una foto actual de los cinco protagonistas de Friends. ¿El resultado? Superó el millón de seguidores en menos de seis horas.
Como productora, además de protagonista, Jennifer integra el elenco de la serie The Morning Show. Y, además, cada vez que puede, demuestra que se lleva de diez con su propia historia, aquella que protagonizó entre los 90 y el cambio de siglo. “No sabría lo que sé ahora si no me hubiese casado con Brad. Lo quiero de verdad. Es un hombre fantástico. No me arrepiento de nada. Pasamos años muy intensos juntos y aprendimos muchas cosas el uno del otro. Fue una bonita y complicada relación”, declaró hace unos años a cerca de su relación con Pitt.
¿Más? En 2020 se saludaron amistosamente en una entrega de premios. La foto fue de las más compartidas en redes sociales. Y como si fuera poco, en septiembre del año pasado, plena pandemia, coincidieron en un evento benéfico y virtual. “¡Hi, Aniston!, ¡Hi, Pitt!, ¿Cómo estás?, ¿Estoy bien, cielo, ¿vos cómo estás?, Todo bien”, se dijeron con sensualidad por zoom para que los fanáticos de Jennifer deliren imaginando una segunda oportunidad entre ellos. Pero lejos de volver con su ex, Jennifer despidió el 2020 con un posteo elocuente. Se fotografió besándose frente al espejo y escribió: “Recuerden guardarse un poco de amor para ustedes”. Y, hoy, con 52 años, libre de ataduras con el pasado, ajena a presiones machistas y segura de quien es, Jen parece estar como quiere.
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