Con el entorno médico cada vez más complicado, las investigaciones en torno al fallecimiento de Diego Maradona avanzan en los tribunales y tienen a diario su replique mediático. En Todas las tardes (El Nueve) Maju Lozano y su equipo entrevistaban a Rodolfo Baqué, el abogado de la enfermera Dahiana Gisela Madrid, una de las tres personas imputadas por la Fiscalía General de San Isidro en la causa por homicidio culposo en la muerte del astro.
La enfermera fue noticia a pocos días del fallecimiento de Maradona, cuando reconoció haber mentido en su reporte ante la empresa que la contrataba sobre un control realizado al Diez. Los otros dos son involucrados en la causa son psicólogo Carlos Díaz, que trató al ex futbolista en los meses previos a su muerte y a otro enfermero, de nombre Ricardo Almirón, presente el 25 de noviembre en la casa del barrio privado San Andrés, donde Diego llevaba a cabo una cuestionada internación domiciliaria y donde encontró la muerte.
Durante la entrevista, el abogado de la enfermera avaló el accionar de su defendida, a quien aseguró que no le permitían acceder a la habitación donde cursaba la internación domiciliaria. “Desde ocho días antes de la muerte de Maradona, siempre asentó lo mismo: que el paciente se niega a ser atendido”, señaló Baqué, quien agregó que la última vez que su clienta tuvo contacto con Diego fue ocho días antes de su muerte. Desde entonces, permaneció afuera de la habitación en la que el futbolista cursaba su internación domiciliaria.
“Con mi clienta estamos tranquilos porque fuimos los primeros que dijimos que Maradona era una persona adicta, y toda persona que quedara en el camino entre la adicción y él, la iba a echar”, analizó el abogado, que resaltó que estas práctica son comunes en la personas con algún tipo de adicción, aunque en el caso de Maradona tenía el agravante de tratarse de una persona bajo tratamiento psiquiátrico. “Sabemos que la externación (de la Clínica Olivos) no la firmó Maradona porque no estaba en sus facultades mentales para decidir”, agregó el letrado, quien afirmó que la autorización corrió por cuenta del médico Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y dos de las hijas del Diez, Gianinna y Jana.
El abogado también se refirió al consumo de marihuana y alcohol de Diego durante su estadía en la casa de Brandsen, previa a su operación en Olivos. “Muchas veces las adicciones se remplazan, y Maradona había cambiado la adicción a la cocaína por la adicción al alcohol”. Verónica Ojeda, ex pareja del astro y madre de su hijo menor, Dieguito Fernando, reveló que en una de sus visitas había visto marihuana en la casa de Brandsen, algo que también mencionó el propio Luque en unos audios que trascendieron.
Baqué coincidió con la visión de su colega Mario Baudry (pareja de Ojeda y representante legal de Dieguito Fernando) que asegura que a Maradona lo mataron. “Desde el principio dije que este era un homicidio, cuanto mínimo, culposo”, y cuestionó la escasa atención que recibió el futbolista durante su internación domiciliaria.
Con todos los elementos en la mesa del debate, Maju Lozano arribó a una conclusión: “Acá la sensación que da es que todos sabían lo que pasaba, pero nadie se hacía cargo”, señaló la conductora, a lo que el abogado interpretó como una cuestión profesional: “Sí, porque creo que faltó una junta médica”, señaló Baqué.
Pero Lozano tenía otra postura, un tanto más radical. ”¿Faltó una junta médica o faltó uno que pusiera los huevos sobre la mesa y se hiciera cargo de las situación?”, expresó con una vehemencia que sorprendió a Baqué. Luego de unos segundos, el abogado retomó el hilo, ratificando su postura. “El psiquiatra recetaba medicamentos, y más nada. No había interdisciplina, eso lo dijimos desde un primer momento”, añadió.
La panelista Nequi Galotti intervino e hizo hincapié en el elevando nivel de pulsaciones que manifestaba el astro. “La primera contraindicación que tiene la medicación psiquiátrica es que acelera el ritmo cardíaco”, avaló el abogado. “Pero no había nada para tomarle la presión, no había nada para tratar a Maradona”, respondió Baqué, insistiendo en las deplorables condiciones en las que Maradona encontró la muerte. “¿Y la enfermera qué hacía? ¿Sólo le tomaba los signos vitales?” preguntó Carla Czudnowsky. Los signos vitales se los tomaba el del turno noche, que tenía buena relación con Maradona, y los enfermeros del fin de semana, de guardia”, cerró el abogado.
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