Hace unas semanas, Agustina Kämpfer reveló que estaba separada de Carlos Gianella. “Tomamos esta decisión entre los dos, después de tres años hermosos que me han hecho muy bien. Pero bueno, se terminó”, anunció en Nosotros a la mañana (El Trece). “Carlos es una gran persona, muy inteligente en lo intelectual y en lo emocional. Así que estamos haciendo todo lo mejor posible porque además está Juan, que ellos se quieren mucho”, dijo haciendo referencia al vínculo que Gianella construyó con el hijo de la periodista -nació en 2017 y su padre es el chef Agustín Baradacco-.
Ahora, y visiblemente emocionada, volvió a referirse al tema en entrevista con Tomás Dente, en la última emisión de Vino Para Vos (KZO). “Es la primera vez que yo separo una familia formada por mí y siempre había tenido esa incógnita. Porque me separé muchas otras veces antes y siempre pensaba: ‘Uy, si es tan doloroso así, siendo yo solita con mi alma, que agarro mis petates y me mando a mudar... con un hijo, ¿qué onda? Y la verdad es tal cual me lo imaginaba. Es otro cuento, otra historia”, describió Kämpfer con lágrimas en los ojos.
“Depende de cuán fácil te lo haga la otra persona, cuan sana mentalmente sea esa otra persona. O todo lo contrario, eso te cambia la ecuación por completo. Y si bien fue difícil, fue con respeto, con integridad y suave. Nos separamos con inteligencia emocional. No lo hicimos en caliente. Nos dijimos: ‘Esperemos en frío a ver si lo sostenemos o si vamos para atrás’. Y bueno, así fue”, siguió con su relato, con el rostro enrojecido por el llanto.
Dente le preguntó cómo se sentía, y después de agregar que “Carlos es lo más”, dijo estar bien: “Pero no lo digo desde un lugar frío. Dentro de como hay que llevar estas cosas, que las podes llevar fatal o bien, está super bien llevada”, aclaró.
En cuanto a los motivos de la ruptura, el conductor de Vino Para Vos quiso saber si se trató de un desgaste, y Kämpfer le respondió que sí. “Lo hubo, claramente. Me preguntaron si fue por la pandemia, que es un poco la excusa de moda. Pero hubo un montón de parejas en crisis que supieron surfear la crisis de otra manera. Si yo le echo la culpa a la pandemia, no puedo mirar al que le pasó lo mismo pero la sorteó. Siempre es uno, más allá de las circunstancias. Sí, hubo un desgaste, hubo algo que se remó, se remó, se remó. Y en un momento dijimos: ‘Pará, no hace falta vivir remando, esperemos. La vida está para ser disfrutada, para vivir lindo’. Ahora la realidad es esta”, puntualizó.
Respecto a cómo le comunicó la noticia a su hijo Juan, la periodista contó que “tuvimos una charla súper breve, lúdica y en la que él absorbió la forma en que se lo contamos. Se lo contamos juntos. Le transmitimos seguridad al decirle: ‘Mirá que lo tuyo no cambia. Vos, tranca, que los adultos somos nosotros’. Lamentablemente, muchas veces se da vuelta el rol y el adulto termina siendo una criatura que no sabe manejar la situación. Y a la criatura no le queda otra que tomar un rol de adulto para ver quién maneja el cuento. Pero no, cada uno a su papel. ‘Acá los adultos somos nosotros y te transmitimos que esto ahora es así, pero que nadie te va a dejar de cuidar, ni de amar, ni de jugar, ni de pasear, ni de divertir, ni de malcriar, ni de sacar monedas de chocolate de la oreja para que comas y seas feliz’. Entonces fue como ‘Ah, ok, bien’”.
Otra de las dudas de Dente fue si se trataba de una separación definitiva. Ahí, Kämpfer fue tajante: “Sí, tomalo como definitivo. Es como que la gente se casa y se casa para toda la vida. Y cuando te separás, también te separás para toda la vida. Pero yo disfruto mucho de la soledad. ¿Por qué no puedo estar pensando en el aquí y ahora, en vez de si vuelvo o si conozco a alguien? ‘¡Tengo a alguien para presentarte!’. Pero por qué yo tengo que conocer a alguien y no estar en este estado, que también puede ser lo más. Viste que la gente dice: ‘Solo o sola, pero bien’. Nunca entendí el ‘pero’. ¿Por qué pero? La gente casada o en pareja no te dice ‘En pareja, pero bien’. Y, realmente, creo que a veces estar en pareja puede ser mucho más sinónimo de no estar bien, que estar sola o solo. Es un estado maravilloso, si querés. Si no querés, puede ser lo peor que te pasó en la vida. Yo quiero que sea un momento re lindo”.
Por último, y en esa línea de disfrutar la soltería, dijo que no sueña ni deja de soñar con volver a formar una familia. “Hay como una demanda como si la persona sola le faltara algo. Para mí está re mal configurado eso en lo social. Siempre se está esperando que la persona sola encuentre a alguien. Y en realidad, muchas veces el que está en pareja intenta separarse y no sabe como. Muchas parejas tardan años en disolverse y están siempre buscando cómo cambiar su estado actual. ¿Y por qué no te fijás qué haces, cómo disfrutas el estado de este momento? ¿Quién dijo que tiene que ser de otra forma para que esté bueno? Y, de hecho, creo que el futuro es cada vez menos de a dos”, cerró.
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