En lo que respecta al romanticismo, pero sobre todo al paso por el altar, el cine se ha encargado de repetir escenas que no terminan del todo bien... Situaciones tragicómicas, de casamientos que se inician con sonrisas y que se rompen en un abrir y cerrar de ojos por diferentes motivos. Escenarios ficticios, pero que para sorpresa de muchos, a veces traspasan la pantalla para convertirse en realidad. Y las celebridades -ante todo, humanos- suelen moverse al ritmo de los impulsos: decisiones apresuradas, tomadas en momentos equivocados, llevaron a infinidades de parejas famosas a dar pasos en falso en el camino al altar.
La tan mentada frase “prometo serte fiel en las alegrías y en las tristezas, en la salud, como en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe…”, parece decirse por repetición, de memoria. Y cada vez se cumple menos: no son pocos los que apenas salen de la iglesia se olvidan del juramento, incumpliendo su palabra.
El abanico de casos testigos dentro del mundo del espectáculo nos lleva a reparar en matrimonios que duraron menos de un año. Durante ese período, hay de todo y para todos los gustos. Parejas que estuvieron seis meses casadas, otras que no llegaron al mes. Tampoco faltan los que ni siquiera llegaron a la semana bajo el mismo techo... Entre la lista, nos encontramos con un caso de una pareja argentina.
Britney Spears y Jason Alexander: 55 horas
A Jason Alexander lo conocía desde la infancia: eran amigos desde niños. Y en 2004, para Año Nuevo, decidieron viajar a Las Vegas para casarse. Fue en la época en la que Britney Spears no estaba bien emocionalmente, durante uno de los tantos periodos en el que su vida estuvo al borde del colapso. Incluso, cuando decidió ponerle punto final a la cuestión, la cantante manifestó que lo hizo sin darse cuenta, sin estar en sus cabales.
Tenía 22 años cuando dio ese paso. “Lo decidimos en el momento. Nos miramos y dijimos: ‘Vamos a hacer algo disparatado, algo loco. ¡Vamos a casarnos!’”. Un día y medio después la jueza Lisa Brown firmó la orden para anular el matrimonio. Esta también fue una decisión que llevaron adelante los dos, en plan de seguir con la amistad.
Carmen Electra y Dennis Rodman: 9 días
Vivieron una relación intensa como novios cuando ella era una de las actrices más bellas y él, una estrella de la NBA. Pero lo de Carmen Electra y Dennis Rodman no prosperó cuando se unieron en matrimonio. En noviembre de 1998 el ex compañero de Michael Jordan en los Bulls pidió la anulación del compromiso alegando que la relación era tóxica y que no quería seguir con Electra. Si bien la anulación se dio al año, solo estuvieron nueve días juntos.
Con el tiempo, Rodman habló de cómo vivió ese periodo fugaz. “Nuestra relación fue muy apasionada. Cuando fue buena, fue increíble. Y cuando fue mala, fue lo peor. Creo que todo sucedió muy rápido y eso tuvo mucho que ver. Fue tan espontáneo que hoy lo recuerdo y digo: ‘Oh, Dios, ¿qué hicimos?’”. La respuesta es simple: casarse y divorciarse en un pestañeo, en lo que dura la pelota de básquet en el aire antes de rebotar en el aro y salir.
Miley Cyrus y Liam Hemsworth: 8 meses
En agosto de 2019 Miley Cyrus y Liam Hemsworth le pusieron el punto final a su relación sentimental en medio de un escándalo. Si bien la pareja había aceptado cierto dinamismo y una manera particular de llevar adelante la relación, Liam notó que después de pasar por el altar la cuestión cambió. Y fue Thor -en la ficción, claro- quien llamó a su abogado para pedirle que disolviera la boda.
Según trascendió, a Hemsworth le molestó la intensidad de la relación de Cyrus con la bloguera Kaitlynn Carter. Sintió que estaba llevando una relación amorosa paralela, y no lo soportó. Se separaron a los 8 meses luego de que aparecieran fotos de Miley y Kaitlynn a los besos. Ya divorciada, las jóvenes se fueron a vivir juntas a la casa de la mamá de la cantante.
Pamela Anderson y Jon Peters: 12 días
La ex conejita de Playboy superó su propio récord con esta separación que sucedió a los 12 días de haber dado el sí. En el 2007 se había casado con el jugador de póker Erik Salomon: estuvieron unidos apenas dos meses. En 2015 volvieron a unirse en matrimonio, se dieron una nueva oportunidad, pero segundas partes -se sabe- nunca son buenas: duraron solo 14 meses.
Con Jon Peters, en tanto, la ruptura se dio antes de cumplir las dos semanas y en medio de un escándalo que dio la vuelta al mundo. Cuando el productor pidió que se anule el matrimonio, en febrero de 2020, acto seguido apareció en los medios acusando a Pamela Anderson. La ex Baywatch no estaba pasando por su mejor momento económico y Peters consideró que se había casado con él para que le pagara todas sus deudas. “Dejé todo por Pam... Pero descubrí que ella debía 200 mil dólares en facturas y no tenía forma de pagarlo. Así que lo hice yo, soy un viejo tonto”, lamentó el bueno de Jon.
Cher y Gregg Allman: 9 días
Cuando Cher se estaba divorciando de Sonny Bono, con quien además conformó uno de los dúos musicales más emblemáticos de los 70, conoció a Gregg Allman, un rockero sin tanta repercusión musical pero célebre por sus conductas y escándalos mediáticos. La cantante –por aquel entonces ya toda una estrella pop– se enamoró perdidamente de él. Y en junio de 1970 se casaron. Nueve días después, pidió el divorcio.
Según se supo, las adicciones de Allman al alcohol y las drogas, sumado a un ritmo de vida nocturno que hacía que prácticamente no estuviera en su casa, hizo que los problemas de pareja aparecieran de inmediato desde el primer día.
Casi un año después se reconciliaron, pero la relación volvió a naufragar. Cuando Cher supo que estaba embarazada, decidió con Gregg continuar en pareja un tiempo más. El 10 de julio de 1976 nació Elijah Blue, fruto de un matrimonio que nunca lo fue.
Nicolas Cage y Erika Koike: 4 días
El actor y la maquilladora pasaron por el altar de Las Vegas el 23 de marzo de 2019. Cuentan las crónicas de esos días que desde el primer momento nada estuvo bien entre ellos. A tal punto que fueron vistos discutiendo acaloradamente en plena boda. Pero la ruptura de Nicolas Cage y Erika Koike, a todas luces previsible, terminó sucediendo mucho antes de lo que hasta el más desconfiado había vaticinado.
Cuatro días después de haber pasado por el altar, Cage pidió la nulidad de lo que había firmado. Entre los argumentos que le dio a juez dijo que el día que tomó la decisión de casarse estaba demasiado ebrio y que no lo hizo a conciencia, que todo había sido un error... etílico. Finalmente le dieron la razón. Y Nicolas y Erika continuaron por caminos diferentes a menos de una semana de haberse colocado los anillos.
Kim Kardashian y Kris Humphries: 72 días
Por la fama de sus protagonistas, este lazo fue uno de los más abordados por la prensa que cubre los avatares de Hollywood. Desde el primer día la mediática y el basquetbolista le pusieron un condimento especial a la boda. En mayo de 2011, Kris Humphries se arrodilló frente a Kim Kardashian públicamente y le pidió casamiento. Ella aceptó la propuesta, y en agosto de ese mismo año pasaron por el altar. Llevaron adelante una gran fiesta.
Sin embargo, 72 días después se divorciaron en medio de un escándalo de proporciones. Se dijo que todo había sido una gran puesta en escena, una cuestión publicitaria. Ambos lo negaron. “Me casé por amor. No hubiera pasado tanto tiempo en algo que no hubiese querido solo por un programa de televisión”, se escudó Kim, luego de que se dijera que lo habían hecho para levantar el rating de su reality. Al fin de cuentas, eso también sucedió.
Jennifer Lopez y Cris Judd: 8 meses
Dicen que la cantante y el bailarín profesional que pertenecía a su staff se enamoraron a primera vista. Jennifer Lopez contrató a Cris Judd para que fuera parte del videoclip de “Love Don’t Cost a Thing”. Y entre escenas y pases de bailes, nació un romance que rápidamente fue llevado al altar: contrajeron matrimonio en septiembre de 2001, en pleno auge de la multifacética artista. Ocho meses después se separaron en medio de rumores que indicaban que J-Lo había vuelto con su anterior pareja, el rapero Puff Daddy.
Ante el asedio de la prensa, Jennifer desapareció por unos meses, se mantuvo al resguardo de los flashes para intentar bajarle la intensidad a la cuestión, sobre todo porque se la señalaba como infiel. Para descomprimir, le ordenó a su mánager que hablara con la prensa, pero tampoco llevó claridad. “No hay muchos comentarios para hacer, se separaron, simplemente eso”, dijo. Y a otra cosa.
Bradley Cooper y Jennifer Esposito: 5 meses
Luego de un corto lapso como novios, los actores decidieron ponerle el broche de oro a la relación. Fue así como en diciembre de 2006, Bradley Cooper y Jennifer Esposito dieron el sí. Se vivió un momento emotivo, cargado de felicidad, con familiares y amigos como testigos del gran paso que –se creía– iba a ser para toda la vida, por la intensidad de la relación.
Nada fue como se creía: cinco meses después acordaron el divorcio. “Fue algo que simplemente sucedió. Fue de muto acuerdo –comentó Cooper en una entrevista–. Lo bueno es que ambos nos dimos cuenta de que no funcionaba”. La armonía con la que declaró no fue la misma que le imprimió ella a sus palabras. A la hora de definirlo, dijo: “Es divertido, inteligente, arrogante... y un maestro de la manipulación”. De ser así, mejor perderlo que encontrarlo... junto al altar.
Cristian Castro y Carol Victoria Urbán: 28 días
El cantante venía de haberse divorciado de la argentina Valeria Liberman, y más tarde de la modelo paraguaya Gabriela Bo. Pese a esos dos fracasos amorosos, quiso seguir intentándolo. Conoció a la violinista Carol Victoria Urbán, y luego de unos meses de noviazgo, pasó de su mano por el Registro Civil, en junio de 2017. “Rompimos 28 días después de casarnos: es realmente una vergüenza. Yo cumplí, traté de estar bien. Ella también trató de estar bien. Simplemente no se pudo. Estoy consternado, preocupado por eso... porque esto no es un juego”, comentó Cristian por aquel entonces, todavía en plena luna de miel.
Matías Alé y María del Mar: 3 meses
Se conocieron en una de las temporadas teatrales que el actor hizo en Carlos Paz. María del Mar Cuello Molar atendía el kiosco al que Matías Alé concurría asiduamente. Entre compras y charlas amenas, nació el amor. Con el romance a flor de piel, en octubre de 2015 se casaron. Realizaron una gran boda y posterior fiesta. Pero rápidamente la relación empezó a quebrase. En enero del año siguiente, Matías le pidió el divorcio.
En medio de esto, el actor pasó por uno de sus momentos más dramáticos: sufrió un brote psicótico que lo tuvo internado varias semanas. Debió alejarse del medio artístico y luchar para salir adelante. La noche del episodio, María del Mar llamó al 911 avisando que su marido las había querido matar a ella y a su mamá.
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