A medida que pasan los días, sigue apareciendo información de los últimos días de Diego Maradona. Desde su triste aparición pública en su cumpleaños 60, la operación a la que fue sometido cuatro días más tarde, y la posterior y sumamente cuestionada internación domiciliaria, donde encontró la muerte el 25 de noviembre pasado.
En Fantino a la tarde (América TV) dieron a conocer un chat con parte de la familia del futbolista. En él participan Dalma y Gianinna -sus hijas con Claudia Villafañe-, Diego Junior -el hijo italiano fruto de su relación con Cristiana Sinagra- y Jana, la hija que tuvo con Valeria Sabalain. De los hijos reconocidos, solo falta Dieguito Fernando, y tampoco participa su madre, Verónica Ojeda. Además, en el fragmento difundido intervienen el médico Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, dos de las figuras más cuestionadas por estas horas, además de Kity, una de las hermanas de Diego.
Las comunicaciones tienen lugar entre el 7 y el 10 de noviembre, días después de que Diego fuera operado en la Clínica Olivos por un hematoma subdural en el hemisferio izquierdo del cráneo. En esa conversación, lo que se debate es el post operatorio del astro, entre una internación domiciliaria o permanecer hospitalizado, y surgen detalles de un resquemor de las tres hijas mujeres, sobre todo de Dalma, por el accionar de Verónica Ojeda.
Las visitas a Diego en Olivos y la internación domiciliaria
El 7 de noviembre, Gianinna se manifiesta a favor de una internación domiciliaria, “Cumpliéndola, y ver de qué forma nos ‘capacitamos’ para poder ayudarlo y sostener el ‘no’ cuando pida tomar, cuando pida pastillas para dormir”. Al día siguiente, Dalma escribe al grupo alertando por una posible visita de Verónica Ojeda a la Clínica Olivos. “Como todos sabíamos y estamos de acuerdo, las únicas autorizadas somos Gianinna, Jana y yo”. Gianinna contestó que Ojeda “estaba al tanto que no podía entrar”. “Quiero saber si todos están de acuerdo. Acá hay que sumar, no venir a hacer quilombo”, contestó Dalma.
Allí intervino por primera vez Luque, que aporta que había recibido un llamado de Ojeda, preguntando por la salud de Diego y por la posibilidad de visitarlo junto a Dieguito Fernando. “Le dije que es terapia intensiva”, respondió el neurocirujano. Allí la conversación se corta y pasa a la tarde del mismo día. Gianinna informa desde la clínica que Diego mostraba buenas señales: “Estaba con hambre, no comió todo, pero muy bien”, reportó la joven. En tanto, Dalma cuestionó la intervención de Alfredo Cahe, histórico médico del astro. “Dice en la tele que papá está completamente dormido y que nunca se despertó. ¿ESTE TIPO ESTÁ LOCO? (sic)”. Ayer de acá le dijeron que se vaya, no entiendo”, contestó Gianinna.
Al rato interviene nuevamente el doctor Luque. Ajeno a la conversación, ingresa con un contenido multimedia que la transcripción no permite apreciar. “Que buena foto me sacaron jajajajaja”, escribió el neurocirujano, que continuó adjuntando stickers y emojis. Solo Diego Junior recoge el guante con un par de emojis, hasta que interviene Agustina Cosachov: “Luque baja del pony jajajaja!! La verdad que es buena encima”, escribe la psiquiatra.
A continuación, la profesional retoma la conversación seria: “Como decíamos el otro día mucha gente va a hablar y con todo respeto profesional por el doc Cahe, está mayor, pensémoslo así”. “Sí, está mayor”, asiente Gianinna, mientras su tía Kity confirma y alerta: “Sí, entiendo que está mayor pero asusta un poco”.
Luego Gianinna vuelve a reportar mejoras en la salud del padre. “Comió y clavó doble postre Serenito. Tomó jugo de arándanos y no llegó a ver bien el primer tiempo de Boca aunque se lo puse en el Ipad. Se quedó dormido”, escribió la madre de Benjamín, que también expresó los malestares propios de la situación post operatoria. “Se quiere rascar donde tiene la cicatriz. Cuando le explico que no se toque que tiene la herida, para. Está con un poco de dolor en las piernas y espalda. Estuvo medio perdido antes de dormirse, pero todo bien”.
La tarde del 9, Cosachov informa de una reunión con directivos de la clínica y de la prepaga sobre las posibilidades de tratar la salud de Diego. “Hay dos alternativas, internación en un lugar intermedio (clínica que propone Swiss Medical) y la internación domiciliaria, consideramos en común acuerdo que lo mejor es intentar en primer lugar la domiciliaria con apoyo de Swiss y gente capacitada”.
“La otra alternativa sería muy complicada considerando que Diego se quiere ir ya si fuese por él”, completa la psiquiatra. “Quedamos todos de acuerdo que vamos a seguir una línea para que la internación domiciliaria sea efectiva (evitando fugas)”, aporta Gianinna.
Al día siguiente, 10 de noviembre, Gianinna convoca a sus hermanas de urgencia. “Vamos a tener que hablar las tres con papá. se quiere ir”, alertó y contó detalles de esa mañana. “Arrancó a las 5, lo estiré hasta las 7 y le pedí el desayuno. Pidió bañarse, lo afeitaron, perfumado y todo pidió pantalón. Ahora nos queda la parte más difícil”, escribió la empresaria. Al día siguiente, Diego dejaba la clínica por orden de Luque y comenzaba la internación domiciliaria en la casa de Tigre.
Las tensiones con Verónica Ojeda
Durante la tarde de ese 10 de noviembre, Gianinna retoma el chat. “Disculpen, ¿hay que llevar abogado a la reunión de hoy? No entiendo”. “Yo tampoco entiendo, ¿qué pasó?”, se sorprendió Dalma. “¿Qué es lo que pasa?”, preguntó Jana. “Supuestamente Verónica va con su abogado a la reunión de hoy. Por experiencia tengo miedo. Simplemente eso”, informó Gianinna.
Este comentario desató la furia de Dalma: “Que se deje de hacer circo. No hay reunión entonces. Para hacer circo que se vaya a otro lado”, comentó la hija mayor. Jana intervino buscando una postura conciliatoria: “Lo ideal sería en el caso de que vaya con un abogado que se quede afuera y podamos tener una reunión de gente adulta y tranquila. Dándole a cada uno su espacio para encontrar la manera de seguir esto adelante”.
Pero Dalma se mantuvo en la suya: “Yo ya me asesoré legalmente y ella no tendría nada que hacer en la reunión, se le avisa para que esté informada (cuando podríamos no hacerlo) y quiere venir con un abogado?”, cuestiona, y Gianinna aporta: “Qué pena que sea siempre lo mismo”.
“Para no generar un drama mayor sobre esto, ¿estamos de acuerdo en qué Verónica esté presente?”, preguntó Jana y nuevamente se postuló como mediadora: “Yo me ofrezco hablar con ella para que no vaya con abogado, porque acá estamos tirando para el mismo lado”. Desde allí, el diálogo es directo entre Dalma y Jana.
Dalma: —Hablá todo lo que quieras, pero también date cuenta QUE SIEMPRE GENERA UN TEMA QUE NO VA”.
Jana: —Bueno, entiendo que es difícil, pero si se puede resolver de manera tranquila y sin bardo, mejor. Llegar a esta reunión ya fue súper difícil por falta de comunicación, no mandemos todo al carajo ahora.
Dalma: —Acá la única que hace bardo y expone todo a la prensa es ella, pido disculpas pero no voy a participar de su circo.
Jana: —Quisiera que todas las partes estemos presentes porque somos igual de importantes, pero te entiendo y respeto. Si hay algo a lo que pueda ayudar, a disposición.
Dalma: —Si pudiera estar Dieguito sería genial y tengo clarísimo que todos somos igual de importantes. ¡Te agradezco!
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