Lo que comenzó siendo una gran historia, terminó en hartazgo. Fueron series que tuvieron un muy buen recibimiento por parte del público, pero cuyo interés se fue diluyendo temporada tras temporada. Lo cierto es que muchas veces estas producciones, de las que nos hacemos super fans, nos ponen la vara muy alta. Nos referimos a historias que impactaron por su novedad, su calidad en los detalles, la inversión económica y sus grandes actuaciones. Pero, ¿Qué pasa cuando ya nos deja de atraer, cuando empezamos a sentir decepción? La “relación” con estas historias entra en una etapa de hastío y falta de interés pero las continuamos porque necesitamos llegar al final. Alerta: Spoilers.
Game of Thrones
Negar que fue una de las mejores series de la historia es casi imposible. La serie de HBO, basada en los libros George R.R. Martin, fue un suceso mundial. Cada episodio parecía una película por su coherencia en la narración y por su despliegue cinematográfico. Las familias que se disputaban el trono, más las actuaciones de cada miembro de ellas, sumado al temor de los enemigos nos regaló una de las mejores ficciones de nuestras vidas. Todo marchaba sobre ruedas hasta que llegó la temporada final. Y aquello se había construido con tanta exactitud, se desvaneció como un castillo de arena. Sin spoilear demasiado, podemos asegurar que tuvimos un cierre lejos del planteo inteligente de los años anteriores, y reacciones inesperadas de personajes que no parecían ir en tal dirección. Una temporada para el olvido que para muchos fans, estuvo mal resuelta. Por suerte llegarán varios spin off de esta serie para seguir disfrutando.
Lost
Decir algo malo de Lost resulta casi una injuria. Fue una de las series que inauguró esta edad dorada de las ficciones de televisión y que impactó en el mundo entero antes de la llegada de las plataformas de streaming. Pero su desenlace fue bastante polémico. Y cuánto se ha hablado de esta serie desde su final. Que no era el esperado, que quedaron cosas sin resolver y por otro lado, que fue una genialidad. Opiniones encontradas surgieron de un lado y del otro pero lo cierto es que esta ficción que estrenó como ninguna otra el concepto de “maratonear”, tuvo una última temporada que decepcionó. Mantener la intriga y unir todos los cabos sueltos que iba dejando la serie era un desafío casi imposible de afrontar en el final de temporada. Así varias temáticas quedaron sin respuesta, inconclusas con un cierre polémico, para muchos para el olvido.
Prison Break
Siguiendo la ola expansiva que provocó Lost, allá por la primera década del 2000, Prison Break supo generar sentimientos similares. Aunque la temática era completamente diferente, la necesidad de ver un episodio tras otro fue la misma. Michael Scofield era un ingeniero que ingresaba en una prisión para rescatar a su hermano preso y se tatuaba en su cuerpo todo el plan de escape para poder huir. Cada temporada fue superándose en intriga, nuevos villanos, nuevas cárceles hasta que decidieron -luego de varios años de su final donde creíamos que su protagonista estaba muerto- agregarle una nueva temporada.
This Is Us
Aunque todavía está al aire -y esperamos que pueda reivindicarse-, esta primera trama de episodios de la actual temporada deja un sabor raro y un tanto amargo. La realidad que azotó a los Estados Unidos en los últimos años (Movimiento #MeToo, asesinato de George Floyd y el #BlackLivesMatter sumado a la pandemia por el COVID-19) provocó en los guionistas un giro en las historias de los Pearson. Lejos de ser una serie que reflejaba la realidad política y social del país, This Is Us nos contaba simplemente cómo funcionaban las relaciones familiares. No aspiraba a nada más y era más que suficiente. Pero tal vez, llevados por algún sentimiento de hacer las cosas políticamente correctas, los encargados de esta ficción guiaron la trama hacia temáticas que no venían al caso. La necesidad de reivindicar a los padres biológicos de Randall es una de ellas. Durante todas estas temporadas creíamos que su madre había muerto post parto por una sobredosis. Pero ¿Cómo limpiar esa imagen de madre adicta y luego abandónica de una mujer afroamericana? . Muchas veces el exceso de corrección provoca que el espectador se vea traicionado y apabullado por estos giros que no hacen más que alejarlo de su serie favorita. A pesar de esto, ¡le seguimos dando una chance!
The Walking Dead
Cuando en una serie se van yendo sus actores centrales, es muy difícil que se pueda mantener el mismo espíritu del origen. Esta fue una de las causas del hastío de los seguidores de la serie los zombies que comenzó allá por octubre de 2010. La sensación con esta ficción creada por Robert Kirkman, es que ya tendría que ir terminando ya que las historias que se reinventan temporada tras temporada no hacen más que generar extrema incredulidad entre los espectadores. Una serie que logró mayor temor a los humanos que los muertos vivos pero que a esta altura de la historia -ya sin el líder nato Rick Grimes- resulta poco creíble.
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