“Él tenía un último deseo que no pudo cumplir: sentar a sus cinco hijos en una misma mesa”.
Desde el círculo más íntimo de Diego Maradona lamentan que se haya muerto sin haber logrado reunir a Dalma, Gianinna, Jana, Diego Junior y Dieguito Fernando, sus cinco hijos reconocidos. Aunque, según algunos de sus propios protagonistas, él no les decía lo mismo a todos.
Dalma y Gianinna sostienen que su padre jamás tuvo esa intención, que no era su prioridad. Mientras Diego Junior y Jana manifestaron que sí se los ha hecho saber. Directa, o indirectamente, fue el propio Diego el que no juntó a todos sus hijos.
Dieguito, por su corta edad (en febrero cumple ocho años) solo buscaba disfrutar de su padre y sus hermanos. Tuvo relación con todos, excepto con Dalma, a quien recién conoció aquel fatídico 25 de noviembre, el día de la muerte de su padre. Esa noche, durante la ceremonia íntima que armó la familia para poder despedirlo como ellos quisieran, el pequeño estaba sentado junto a su madre, Verónica Ojeda, y el novio de ella, Mario Baudry, que hoy es su representante legal. Jana y Gianinna estaban paradas delante del cajón cuando Dieguito se escurrió entre los presentes y terminó en puntitas de pie buscando ver a su papá. Poco después se sumó Dalma. Y los cuatro hermanos rodearon a Diego. Recién así, en esa circunstancia, estuvieron juntos.
A la distancia, Diego Junior lo lloraba desde Italia. Todavía recuperándose del COVID-19, el joven no había podido viajar a darle el último adiós. Y hasta ahora tampoco lo ha podido hacer. Planeaba llegar a la Argentina en diciembre, luego se postergó para enero y espera volar en febrero, si las medidas sanitarias por la pandemia del coronavirus lo permiten.
Cuando el ídolo recibió el alta médica y fue trasladado a una casa que alquilaron en Tigre para seguir allí la internación domiciliaria, sus hijos (salvo Ojeda, en representación de Dieguito) crearon un grupo de WhatsApp junto con los médicos a cargo de la salud de su padre. Allí hablaban a diario sobre todas las cuestiones vinculadas a él: cómo evolucionaba, si había comido, tomado su mediación, cómo había amanecido y cuál era su humor.
Ese grupo no quedó inactivo tras la muerte de Diego sino cuatro días después: el día del allanamiento a Leopoldo Luque, neurocirujano y último médico personal de Maradona. Horas antes, Dalma, Gianinna y Jana se habían presentado a declarar sobre el estado en que había visto a su padre los días previos a su muerte. Luego del operativo policial ninguno de los integrantes volvió a interactuar.
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Hasta la última internación de Diego, Jana no tenía relación con sus hermanas. Si bien Maradona la reconoció a fines del 2014, desde entonces solo tuvo vínculo con su padre, su hermanito, y más tarde con Diego Junior -luego de que también lo reconociera-. Si bien hay quienes aseguran que el ídolo quería reunir a sus cinco hijos, según Dalma y Gianinna él no les manifestaba lo mismo a ellas. Incluso, cuando vivía en el exterior procurara que todos viajaran en distintos momentos y evitaba que se cruzaran en su casa.
“Mi hermano es Dieguito y mi hermana es Dalma”, enfatizaba Gianinna en julio de 2016 cuando protagonizó una fuer pelea con Diego Junior en televisión. “Tenés otros dos. Después, si lo querés borrar, lo borrás. Problema tuyo”, retrucó el italiano.
La internación -y posterior muerte- del astro hizo que sus hijas retomaran el diálogo para organizar la lógistica de las guardias en la clínica Olivos. Más tarde, en el entierro en un cementerio privado de Bella Vista, Claudia las fundió en un conmovedor abrazo en el que contuvo a las tres juntas. Dicha imagen recorrió el mundo. Aunque el gesto de la empresaria no sorprendió: durante años, cuando Diego no reconocía a Jana como hija, era ella quien le depositaba su manutención a Valeria Sabalain (que actualmente vive en España y por eso no pudo acompañar a su hija en el entierro).
Luego de que se desactivara el grupo con los profesionales a cargo de la salud de Maradona, Dalma, Gianinna, Jana, Diego Junior y Verónica Ojeda (en representación de Dieguito) compartieron un nuevo grupo de WhastApp en el que se habla exclusivamente de temas puntuales sobre su padre. Nunca estuvieron reunidos los cinco cara a cara, y, hasta el momento, se limitan a intercambiar opiniones a través de esa vía.
¿De qué hablan? Según pudo saber Teleshow, no mantienen un diálogo fluido sino que lo hacen cuando surge alguna cuestión que resolver o que quedó pendiente de su padre. La semana pasada, por ejemplo, Jana advirtió que el próximo 31 de enero hay que entregar la casa de Tigre en la que murió Diego. Ella será la encargada de hacerlo ya que fue quien firmó el contrato en noviembre pasado.
Cuando se presentó en el inmueble para constatar que todo estuviera en condiciones descubrió que una mesa ratona estaba rota. Se lo comunicó a sus hermanos a través del grupo y, juntos, determinaron qué hacer al respecto.
No volvieron a hablar hasta el martes pasado cuando Gianinna expresó su descontento porque se determinó que continuará el juicio que su padre había iniciado contra Claudia Villafañe en Miami. Para que se frenara la disputa legal que mantenía Diego con su ex esposa, sus cinco hijos tenían que estar de acuerdo. Dalma y Gianinna intentaron detenerla, mientras que Jana, Diego Junior -que firmó desde Italia- y Dieguito Fernando (siempre representado por Ojeda y Baudry) decidieron lo contrario.
Para evitar conflictos, e intentar mantener la calma nadie quiso responder a los mensajes que envió la ex pareja del Kun Agüero al grupo de hermanos de WhatsApp. La relación entre ellos es tensa, se limitan a hablar de lo justo y necesario, pero también suele surgir estas cuestiones que inevitablemente destapan un conflicto familiar y legal. Ojeda intentó explicarle a Gianinna que los abogados (de ella y Dalma) sabían desde un principio que el juicio seguiría en pie, pero la diseñadora de moda aseguró que se había enterado a último momento. El resto de los hermanos, Jana y Diego Junior, decidieron llamarse a silencio.
Dejando de lado el conflicto legal, Gianinna tuvo un noble gesto con Dieguito Fernando. Así como cuando murió Diego y le cortaron la obra social fue ella quien llamó a la empresa para que le dieran el alta nuevamente, en las últimas horas -y luego del cruce en el grupo- se comunicó con Verónica Ojeda para que la mantuviera al tanto del tratamiento que tiene que hacer su hermanito, que tiene TEL (trastorno específico del lenguaje). La profesara de gimnasia le aclaró que hasta noviembre estaba cubierto el tratamiento y agradeció el gesto, ya que Gianinna también se interiorizó por la salud y el bienestar del pequeño.
A pesar de las diferencias que las separan, Gianinna dejó a un lado dichos asuntos y se preocupó por su hermano, con quien tiene un vínculo intermitente. Lo conoció hace algunos años, cuando Maradona y Ojeda ya estaban separados. Fue a visitarlo a su casa de Ezeiza y a pesar de que nunca tuvo interés de que se supiera se filtró una foto de ellos jugando y la diseñadora de moda se enojó. De todas formas, entiende que su hermano no es responsable de ningún acto y elige mantener el vínculo entre ellos. Por otro lado, cabe destacar que Dieguito Fernando no ve a ninguna de sus hermanas desde el último adiós a su padre.
Otra de las cuestiones por las que hablaron en el grupo de WhatsApp los hijos de Diego fue para intentar llegar a un acuerdo sobre a dónde trasladar el cajón de su padre. Los cinco coinciden en que en el cementerio en el que está no es seguro. Si bien ahí también están enterrados sus abuelos -Doña Tota y Don Diego-, Dalma, Gianinna, Jana, Diego Junior y Verónica, tienen miedo de que un grupo de fanáticos ingrese por la fuerza y termine vandalizando la tumba de su padre.
En las últimas horas, Mario Baudry mantuvo una reunión con los máximos dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para ver si Diego Maradona descansará en paz allí. Mientras analizan otras posibilidades, los cinco acordaron en que sea cual sea la decisión que tomen, quedará asentada por escrito en un documento que llevará la firma y el consentimiento de todos.
Con respecto a la herencia y lo que le corresponde a cada uno, el encargado de administrar los bienes de Diego Maradona es el abogado Sebastián Baglietto. Según afirmaron a Teleshow allegados a los herederos, en los registros hay tres testamentos que el ídolo firmó en los últimos años. “No se sabe si siguen vigentes”, advirtieron e indicaron que Matías Morla, último abogado y apoderado de Maradona, afirmó en la Justicia que “están dados de baja”. “Pero en los papeles figuran”, insisten del otro lado, y resta conocer si hay más documentos que aún no se presentados en la Justicia.
Resta esperar a que el administrador tenga la totalidad de los documentos que registren las propiedades, dinero y bienes que tenía Diego Maradona y que deberá ser repartido de manera igualitaria a sus cinco hijos.
Mientras tanto, los herederos mantienen una relación tensa -tal como la definen los que los conocen- y se limitan a hablar lo justo y necesario. Todos interactuan, no lo hacen en los mejores términos cuando hay alguna situación tirante, pero por lo menos no rompieron el diálogo y logran llegar a un acuerdo cuando se trata de tomar la mejor decisión para que su padre descanse en paz.
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