Diego Armando Maradona murió el 25 de noviembre de 2020. La partida de la leyenda del fútbol generó una enorme conmoción en el mundo entero. Se realizó un velatorio en la Casa Rosada y sus restos descansan en el cementerio privado Jardín de Bella Vista. A dos meses de su fallecimiento, la Justicia sigue investigando las responsabilidades de los profesionales médicos que lo atendieron en su última etapa.
Guillermo Coppola fue una de las personas que más conocieron al Diez. Durante muchos años, se encargó de ser su representante y lo acompañó en su carrera futbolística. Luego estuvieron peleados durante un período; sin embargo, se reconciliaron cuando murió Don Diego, el papá del ex director técnico de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Cuando falleció Maradona, Coppola estuvo presente en su funeral e incluso llevó su féretro en el entierro.
En una entrevista con el periodista Mauro Viale, el ex mánager habló de la última etapa de su amigo. “¿Diego se dejó morir?”, le preguntó el conductor en su programa Mauro de América. “¡Qué pregunta!”, respondió Guillermo, con mucha nostalgia, antes de referirse a las últimas apariciones públicas de Maradona.
“El día de su cumpleaños, esa salida a la cancha... Ese no era Diego, era un Diego que ya no estaba...”, afirmó Coppola respecto de la aparición del Diez el 30 de octubre de 2020 cuando le hicieron un homenaje por su cumpleaños número 60 que se llevó a cabo en la cancha de Gimnasia y Esgrima de La Plata.
Luego, con mucha tristeza manifestó: “Si vos ves ese Diego, decís: ‘Ese Diego no quiere más’. Imposible que saliera así a pisar una cancha de fútbol. Eso me hace pensar que no es más él. ¡Diego no te salía a una cancha así! No podía caminar. Saludó en un momento y se agarra de la persona que lo acompaña. Un hombre que rompía las redes, que corría ese verde que tan feliz lo hacía. No era Diego”. Por último, agregó: “Vos me hacés esa pregunta y ante lo que vi, de ese Diego... y, por ahí se entregó”.
Recientemente, Guillermo también se refirió a la polémica en torno al médico Leopoldo Luque, que atendió a Maradona en su última etapa. La Justicia comprobó que el neurocirujano había falsificado la firma de Diego para acceder a su historia clínica. “Hay tres cosas que a Diego lo enfermaban o lo enloquecían. ‘¡Cuidate, campeón!’… ‘Cuidate vos y la...’. Les largaba un rosario de malas palabras. ¿Después? Que le pusieran la mano en el hombro. Príncipe Carlos. Palacio de Buckingham. ‘Decile a este narigón que me saque la noma (sic) del hombro’, me dice. ‘Este me tiene abrazado y hay veinte fotógrafos. Es el hermano del tipo que fue a las Malvinas y nos bajaron…’”, recordó en una entrevista con Intratables.
“Y lo último que no le gustaba: la firma”, anticipó para lanzarse a un nuevo relato. “Salumiere de Napoli. Yo las recorría todas”, contó en relación a las carnicerías de la ciudad italiana que tan feliz fue gracias a Diego. “Un día voy con él. Camiseta encuadrada con firma de Diego. ‘Esa firma no es mía’, le dice al salumieri. Mañana le traigo una y se la firmo delante suyo, pero dígame cómo llegó esta camiseta firmada. Estuvo dos días buscando al responsable”, rememoró el mánager histórico del jugador. “Había sido el de la Sociedad Deportiva Calcio Napoli… Un empleado”, apuntó, y se metió de lleno en el tema.
“Muchas veces venía la gente para que firmara algo y Diego estaba cansado de firmar, pero nadie se animaba a hacerlo por él porque sabíamos que se enojaba”, aseguró Coppola, y eso se contrapone con los dichos que aseguran que su abogado, Matías Morla, y su médico, Leopoldo Luque, tenían autorización para hacerlo por él.
“Y así como te cuento eso, te cuento esto otro”, siguió. “En el tren de la confianza, Diego te firmaba un papel en blanco, por si necesitabas algo. Pero hacerle la firma de él era motivo de enojo”, sentenció el hombre que estuvo junto a Maradona durante más de una década, en dos etapas, en la época dorada del jugador. Repasó además que la firma que dice “Diego” y se completa con un número 10 entre paréntesis era más bien deportiva. Que en cambio la original, aquella que usaba para los documentos importantes, es más larga, con su nombre completo y es la que ahora fue adulterada. “Juro que viendo la que hoy fue falsificada, puedo asegurar que no es la de él”, apuntó con contundencia Coppola mirando la pantalla de estudio de Intratables, donde se proyectaba una foto con los documentos falsificados.
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