Campeón del mundo. Rocky Balboa había alcanzado la gloria surgiendo desde la nada. Y sufrió entonces el golpe certero, más feroz que cualquiera de los recibidos a lo largo de su carrera como boxeador: se lo dio a él mismo, embriagado de éxito, para luego caer derrotado en los puños de un aspirante más joven y vigoroso. Perdió. Y a su vez estaba perdido, con la muerte del entrañable Micky...
Su antiguo rival le propone entrenarlo. Así es como Apollo Creed termina comprendiendo que el Semental Italiano ya no tenía lo más valioso: su ojo de tigre. Más que ver para creer, ahora Rocky tenía que creer para ver. Creer en sí mismo a partir del fracaso, y ver que la gloria es efímera: lo único permanente es su búsqueda.
Puede que nada de todo esto -el argumento de Rocky III, estrenada en 1982- hubiera resultado sin la emblemática “Eye of the Tiger”. Y sin embargo, esa canción fue la segunda opción en la selección de la música, ya que vino a desplazar a otro tema que también había sido compuesto para la película: “You’re the Best”.
Descartarda por el propio Sylvester Stallone luego de su aceptación inicial, esta canción pareció caer en el olvido hasta que contagió su mística a otro clásico vinculado al deporte, a la superación, a la fe, a los golpes en combate y en la vida: Karate Kid.
En silencio
Luego de dos primeras entregas cuyas bandas sonoras se habían basado en canciones ya existentes, Stallone buscaba una propia que sirviera para reforzar el espíritu de la lucha de Balboa contra las adversidades. La letrista Allee Willis escribió: “Pelea hasta el final, porque tu vida dependerá de la fuerza que tienes dentro tuyo”. Y también: “Nada te mantendrá abajo, ¡eres el mejor!”. Bill Conti -encargado del soundtrack de Rocky III- le puso música, y Joe Esposito prestó su voz. Así nació “You’re the Best”, que Sylvester -protagonista, director y hasta guionista del filme- aceptó, aunque desprovisto de cierto entusiasmo.
Principios de los 80, época de extravagancias, colores flúo, ropa holgada. Y también, contestadores automáticos: Stallone dejó allí un mensaje para Jim Peterik, del grupo Survivor. Porque “You’re the Best” le parecía bien, sí, pero no le alcanzaba. Procuró otro intento, un round más, aunque la agenda apremiaba: Rocky III ya se encontraba en la post producción y los días acechaban, como la cuenta hasta 10 que hace un árbitro con el boxeador en la lona.
El actor se reunió con Peterik y le mostró las imágenes sobre las cuales se usaría la canción: aquella secuencia en la cual Rocky disfruta de las mieles del éxito, entre combates sencillos y publicidades suntuosas, mientras Clubber Lang (Mr. T) destruye rivales para ir en su búsqueda. Poco después tuvo la respuesta de Peterik: a Stallone le alcanzó con escuchar apenas una demostración de “Eye of the Tiger” -es decir, “Ojo de tigre”- para quedar cautivado. Con el estreno del filme -en mayo de 1982- la canción se ubicó durante seis semanas en el primer lugar de la lista Billboard Hot 100.
El apuro tuvo su recompensa, pero el cambio de planes dejó a “You’re the Best” sonando en el vacío. Y Rocky fue el primer KO, pero no el único. Los productores de la recordada Flashdance -la historia de la soldadora de Pittsburgh que sueña con ingresar a una escuela de ballet- también desecharon el tema: Giorgio Moroder -encargado de la banda de sonido, que ganaría un Óscar- se inclinó por “Maniac”, cantada por Michael Sembello. Y “You’re the Best” iba camino a ser un tema maldito, una composición para el celuloide huérfana de pantalla grande.
Tiempo de revancha
Estrenada en 1976 y con guión original de Stallone, Rocky I se alzó con la estatuilla de la Academia de Hollywood como mejor filme, recaudando en boleterías 1.400 millones de dólares. Fue dirigida por John G. Avildsen, quien también recibió un Óscar por su labor. Una década más tarde el cineasta se embarcaría en un nuevo proyecto: The Karate Kid.
Al momento de evaluar las canciones para el filme que trata las peripecias del joven Daniel LaRusso (Ralph Macchio) y su sensei, el señor Miyagi, quien lo entrenaría en karate para enfrentar a los recios muchachos de Cobra Kai, Avildsen se encontró con una “You’re the Best” que deambulaba sin pena ni gloria. Y a diferencia de Stallone con su Rocky y Giorgio Moroder en Flashdance, ni lo dudó: la incluyó en su película, entregándole el marco propicio al enfrentamiento entre Daniel y Johnny Lawrence (William Zabka).
La patada de la grulla sobre el final de la película hizo historia: “You’re the Best” representaría el espíritu de Karate Kid y Avildsen, otra vez en lo más alto de la industria cinematográfica, se pondría al frente de las secuelas de la saga.
Los años pasaron. Rocky demostraría su vigencia en nuevas entregas: Avildsen dirigiría a Syvester en la quinta película de Balboa. Y un par de décadas más tarde, Daniel LaRusso y Johnny Lawrence volverían a verse las caras en Cobra Kai, el spin-off de Karate Kid que ya va por su tercera temporada en Neftlix, con un notable suceso: en Argentina, hasta provocó un resurgimiento de esta disciplina deportiva.
Pero Rocky III y Karate Kid no se vinculan solo con “You’re the Best”, tanto en el rechazo de uno como en la aceptación del otro, y hasta en la letra, que fue inspirada en las hazañas del boxeador de Filadelfia. En Cobra Kai, Johnny Lawrence cuenta en una escena que su primera cita de adolescente se produjo cuando Rocky III llegó a las salas norteamericanas. Y lo que parecía un comentario al pasar, adquiere otro significado.
Porque se trata de dos clásicos del cine todavía vigentes. Aunque la canción no sea la misma.
SEGUÍ LEYENDO