Apenas se conoció la noticia de que Débora D’Amato había contraído coronavirus, en América se desplegaron todos los protocolos correspondientes como para evitar los posibles contagios y armar la estrategias necesaria para que Intrusos, el programa en el que ella trabaja como panelista, pudiera seguir en el aire. Sin embargo, dado que dos de sus compañeros trabajan también en El show de los escandalones, Rodrigo Lussich como conductor y Adrián Pallares como productor, el ciclo sabatino también se vio afectado por las medidas.
“Soy COVID-19 positivo. Mi hija Lola, no. De todas formas es parte de mi burbuja diaria, por ende. Lo mío fue percepción ante un positivo (laboral) cercano. En cuanto me enteré del positivo de mi compañera me hisopé (sin síntomas). Siete días atrás fue mi último contacto con ella”, escribió la periodista en su cuenta en la tarde del sábado.
Inmediatamente, las autoridades decidieron que la emisión del domingo del ciclo que encabeza Lussich se hiciera con el conductor saliendo por videollamada, ya que tanto él como Pallares tuvieron contacto directo con Débora hasta el día de ayer. En tanto, el lunes por la tarde le realizarían el test de PCR a todos los integrantes del programa que conduce Jorge Rial (actualmente de vacaciones), con lo cual ese día saldrían cada uno desde su casa y, de dar negativo, podrían volver a los estudios a partir del martes.
Mientras tanto, no sorprende que la primera aclaración de Débora pase por el resultado negativo de su hija, Lola. La nena de dos años y tres meses nació cuando ella tenía 45 años, en noviembre de 2018. Ella no estaba en pareja en aquel momento y decidió ser madre soltera. Para eso recurrió al método de donación de esperma y se decidió a formar una familia monoparental. “Creía que no era justa no brindándole la posibilidad a ese bebé de no tener papá, hasta que un día me animé porque sentía que el tiempo pasaba y pensé, es ‘ahora o nunca’”, contó al dar la noticia de su embarazo en Intrusos, dónde desde entonces trabajaba como panelista.
En tanto, al rato del nacimiento de Lola, desde su cuenta de Instagram, Debora compartió una reflexión en relación a su llegada. “Primer instante juntas… Amor a primera vista… Bienvenida #Lola, te estábamos esperando… Te amo, hija”, escribió para conmover a sus seguidores y a las miles de mamás que eligen el mismo camino que ella. En ese entonces además contó que vivió tanto el embarazo como el parto con alegría pero también con ansiedad.
Primeriza y madre de una beba sumamente deseada, cuando llegó la pandemia, Debora contó por dónde pasaban sus preocupaciones. ’'Estoy cansada porque además de estar 24/7 para su demanda, organizo a diario la casa para que la limpieza nos permita lejanía con este virus, trabajo para mi programa y me ocupo de muchas cosas más. Cansa, estresa, agota. Necesito verla correr y que no se asuste por un timbre o se tape la cara no bien pisa la calle (cuando me acompaña a buscar alguna asistencia que nos acercan)’', compartió en su cuenta de Instagram en plena cuarentena.
Además agregó: ’'No sé qué será del resto después de esto pero sí sé que necesito que mi bebé vea que la vida es fuera de cuatro paredes, con amor de abuela y tíos y que la libertad le toca la cara con la brisa del viento. Necesito ver si sonrisa inocente con el sol en sus cachetes, rozagantes de correr sin parar. Por ahora, seguimos adentro’'. Entonces, unos meses después de aquellas preocupaciones iniciales y a pesar de ella misma estar infectada, saber que no contagió a su hija es sin dudas un gran alivio.
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