Polémica en el Bar, la habitual mesa de café de las noches de América TV con producción de Gustavo Sofovich, tiene entre sus integrantes a María Fernanda Callejón y Matías Alé. Con Mariano Iúdica de vacaciones, actualmente la conducción está a cargo de Horacio Cabak, que durante la emisión de este jueves bromeaba con Alé sobre la revelación de días atrás, cuando confesó que durante su relación con Silvina Escudero, había pasado unas cuantas noches durmiendo en la cucha del perro. En eso estaban cuando algo se activó entre los panelistas, que derivó en un viaje al pasado.
La historia fue contada por los protagonistas en medio de un relato lleno de ambigüedades y guiños cómplices y ante la incredulidad de la mesa. Prolijamente descuidado, en busca de no complicarse con fechas y lugares comprometedores, los protagonistas empezaron a dar datos de la historia. “Un día me llevó a andar en moto”, confesó Callejón, mientras se ponía nerviosa y no encontraba las palabras. “Me estás rapeando”, la cargó el conductor. Más tranquilo, Alé empezó a dar detalles de la relación, mientras cruzaba miradas cómplices con la vedette, como esperando un permiso.
El actor ubicó la historia cuando ambos compartían la pista de Bailando por un sueño, y por los datos que dio, sería a mediados del 2008. “En ese momento ella había hecho una tapa de Revista Playboy y la llevé al camarín para que la firme”, comenzó a narrar Matías, mientras el resto de la mesa no lo tomaba muy en serio. “Imaginate que en el bailando no estábamos muy vestidos, generalmente estábamos medio en bolas”, añadió Callejón. “Ella tenía un vestido amarillo... seguí vos”, invitó Alé.
Lo que continuó bien pudo haber sido un relato de una comedia de enredos. “Bueno, lo ayudé un poco...” comenzó Callejón, hasta que la interrumpió su propia carcajada. “Estaba recién mudado yo”, continuó Matías, hasta que intervino Cabak. “Y de la parva de amigos que tenés, ¿nadie te podía ayudar?” preguntó el conductor. “En ese momento terminaba tarde y no tenía nadie que me haga el aguante…. Me vino a conectar la tele”, aventuró Alé, buscando el okey de la vedette. “No, algo de decoración”, apuntó Fernanda. “ Yo tenía un cuadro de unos caballos y no sabía donde ponerlo, porque el color no me daba”, se corrigió el actor.
Ante la falta de papeles del relato, la vedette inició una suerte de defensa: “Yo estaba más sola que el uno, no tenía ningún compromiso. Y él no estaba con nadie, raro”, señaló Callejón con ironía. “Yo tenía como una fantasía”, reconoció Alé, mientras ponchaban la tapa de la revista en cuestión. “Me firmó en la parte de la pancita, la voy a traer”, prometió el actor
Cansado de tantas indirectas, Chiche Gelblung fue al hueso: “Hubo sexo?” “Chiche, pará, ¿que estás preguntando?”, se quejó entre risas la vedette. “No lo puedo creer que lo estén contando acá”, se sinceró el periodista. “Prescribió”, señaló la vedette, y acotó: “Qué bien que la habremos hecho que nadie se enteró en ese momento”.
Después de un pequeño break para aliviar tensiones, Callejón contó un relato anterior en el tiempo, de los comienzos de Matías en la profesión como notero del programa Hielo y limón a finales de los ‘90. “Estaba en una playa y veo un adonis, pero cuando lo empiezo a recorrer lo veo con unas alpargatas... Lo puse en el freezer y a los dos días lo veo”, recordó Callejón. “No, no me metás... no fue al otro día, fue un poco más tarde”, corrigió Alé, pidiendo auxilio con la mirada, ya que se cruzaban los tiempos de su relación con Graciela Alfano.
Para sumar aún más confusión, el actor dio su visión de la historia. “Yo recién empezaba, le fui a hacer una nota a Fernanda y me volví a Buenos Aires. A los diez, quince días se da la posibilidad de hacerle la nota a Graciela”. ¿Entonces fue antes de Graciela?”, preguntó Chiche. “No, después”, interpretó Cabak. Ante el lío de fechas y lugares, la mesa en su conjunto tomó partido: “No les creemos absolutamente nada”, sentenció el conductor, y quedó claro que la referencia era para las contradicciones en cada una de las historias. Porque lo que nadie ponía en duda, es que entre ellos todavía quedaban algunas cenizas.
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