Daniel “la Tota” Santillán reapareció en un móvil desde Mar del Plata y se sinceró después de un tiempo en el que su nombre estuvo asociado más a las noticias policiales que a las del espectáculo. El popular animador brindó un móvil a Fantino a la Tarde, el ciclo de América TV conducido actualmente por Karina Mazzocco. donde habló de todo.
Su dramático relato osciló entre la felicidad por su recuperación de salud y la vuelta al trabajo, la tristeza por la imposibilidad de ver a sus hijas menores y el amargo recuerdo de sus momentos de fama. Con la playa de fondo, Santillán comenzó contando con alegría y emoción las buenas noticias vinculadas a su salud. “Hace un año me sacaron una inyección diaria y ayer me dieron el alta, mi psiquiatra me sacó las pastillas”, contó el animador, quién sin embargo evitó llamar a la enfermedad por su nombre, sino como “el problema que tuve”.
En julio de 2017, la noticia impactó en el mundo del espectáculo: Santillán había sido detenido en Vicente López luego de robar mercadería de un bazar. por lo que fue internado durante un mes en una clínica neuropsiquiatra durante un mes y medio. En abril de 2018, volvió a ser noticia cuando, después de unos días de mostrarse con un comportamiento errático, fue encontrado en Mar del Plata y debió ser internado internado de urgencia.
Santillán se encuentra nuevamente en la Ciudad Feliz, pero por un motivo bien diferente y absolutamente reparador: encabeza el varieté cómico musical Rejuntados, que ayer levantó el telón en el Teatro del Ángel en este verano tan particular. “No iba a venir, pero lo necesitaba porque estoy sin plata. De todas las temporadas, ayer fue el día más feliz de mi vida”, reconoció el histórico conductor de la movida tropical.
Durante su relato, el animador destacó la fuerza de voluntad necesaria para salir adelante. “Uno sale de todo esto por uno mismo. De lo que sea, Si querés bajar de peso, por uno mismo. Si querés alejarte de las boludeces, también por uno mismo. Vi psicólogos, psiquiatras, con tal de ver a mis hijas, lo que sea. Y he cumplido”, admitió Santillán.
“¿Qué tan duro lo pasaste, temiste lo peor?”, preguntó, el periodista Eduardo Battaglia, y la Tota se sinceró. “Uno toca fondo, se van todos los amigos del campeón, los teléfonos no suenan y uno se tiene que reinventar”, reflexionó el ex conductor de Pasión de Sábado. “Yo he trabajado toda mi vida, el invierno del año pasado empecé a vender barbijos, alcohol en gel, fideos”, agregó Santillán en relación a su actividad durante los primeros meses de la cuarentena.
En su época dorada como presentador de la movida tropical y en sus años al lado de su gran amigo Rodrigo Bueno, la Tota supo vivir momentos de alta exposición. Sin embargo, asume esta etapa con tranquilidad. “Lo bueno es que termino de trabajar, me voy a mi departamento, me siento con mi familia y con mis amigos, que son pocos. Cuando hay mucha plata, hay mucha joda y son todos amigos, en las malas los amigos del campeón se fueron alejando y sólo quedaron algunos”, señaló Santillán. “Les agradezco de todo corazón que me acompañen. Si los poderosos se olvidan es problema de ellos, yo sigo siendo el mismo”, agregó.
Santillán también se refirió a la dificultad para ver Camila y Mía, las hijas que tuvo con Sol Fiasche. “Le pedí a la mamá, pero no me deja hablar con las nenas ¿Sabés en esta pandemia cuánto estuve con mi hija mas chiquita? Una videollamada de tres minutos y fui muy feliz”, señaló Santillán con tristeza, pero con esperanza. “Ya va a estar la oportunidad, los hijos saben de la mamá, saben del papá... ojalá me estén escuchando ahora”.
En ese momento, Mazzocco lo invitó a que aprovechara el momento para hablarles, para manifestarle el amor “Las amo, amo a mis hijos”, respondió la Tota incluyendo a sus hijos mayores, Daniela y Leandro, quien lo va a hacer abuelo por segunda vez. “No crean en la fama, la familia es lo mejor que le puede pasar a una persona”, cerró el animador.
SEGUÍ LEYENDO