Eugenia La China Suárez y Benjamín Vicuña forman una familia ensamblada, con todo lo que ello implica. Es que la actriz es mamá de Rufina, de 7 años, de su relación pasada con Nicolás Cabré. Por su parte, el chileno es padre de Bautista, Beltrán y Benicio, de 14, 12 y 6 años respectivamente, fruto de su pareja con Carolina Pampita Ardohain. Y los dos son padres de Magnolia, de 2 años, y de Amancio, de apenas 4 meses. ¿En definitiva? Es prácticamente imposible que ambos puedan compartir una velada a solas...
De hecho, en la noche del sábado la China subió a sus historias de Instagram un video que comenzaba con la imagen de Vicuña y ella abrazados. Y, aunque no tenía sonido, todo indicaba que cuchicheaban palabras de amor, que concluyeron con un tierno beso de ella a él. Sin embargo, en la escena siguiente se veía el cochecito donde dormía el bebé junto a una frase contundente: “¿Creyeron que era una cena romántica? No. No”.
Finalmente, la grabación termina con Magnolia abrazada a un amigo de la pareja, mientras otro los observaba sentado al lado. “Los extrañaba tanto”, escribió entonces la actriz, arrobando a Tomás Garrahan y Marcelo La Torre. Y dejó en claro que, lo que en principio parecía una cita íntima, no era más que una reunión de la que participaron unos cuantos. Pero que, de todas formas, la disfrutaron mucho.
Hace pocos días, luego de que salieran a la luz rumores que daban cuenta de una supuesta crisis entre el chileno y ella, Suárez salió a contestar furiosa. Todo comenzó cuando la cuenta Chusmeteando publicó una historia a partir de la información que una periodista publicó en Twitter, en la que aseguraba que la pareja se había cruzado a los gritos en la habitación de un hotel en Ezeiza al que habían ido a pasar unos días.
“Los empleados no sabían qué hacer por los gritos e insultos que venían de la habitación de ambos y los otros huéspedes estaban escandalizados”, afirmaba la cuenta. Y mostraba imágenes que, en teoría, correspondían a la pareja de actores y a su hija mientras comían en el restaurante del lugar.
Frente a esta situación, que rápidamente tomó estado público, la China hizo su descargo: “Les cuento que esa cuenta de una ´periodista´ está algo obsesionada con nosotros. Su ´fuente´ es una cuenta que me acosa, se ríe de mí y de mis hijxs hace varios meses”, escribió. Y aclaró que la foto que publicaron no era de ellos, sino de otra familia que se alojaba en el mismo lugar y que tenía un niño llamado Nicolás, quien “jugó mucho con Magnolia”. Luego siguió: “Fue uno de los fines de semana más lindos del 2020. La obsesión de algunas personas a veces me asusta”.
Para dar por cerrado el tema, la China explicó el por qué de su enojo: “Todos los medios que levantan información FALSA, salen de este tipo de fuentes. Sean un poco más profesionales y creíbles. Llamen, investiguen, no copien y peguen. Son los mismos que después salen a hablar en contra del bullying. Trato de ignorar, pero a veces es tan aburrido y desgastante que te pelot... y quieran boicotear constantemente. Me gusta que tengan mi versión y contarles cómo se manejan y mienten tantas veces”.
SEGUÍ LEYENDO