El miércoles 2 de enero de 1991 a las 22 comenzó a sonar en la pantalla de Telefe la cortina instrumental que cada semana le daba paso a Don Arturo (Arturo Puig), sus tres hijas Jose (Nancy Anka), Angie (Julieta Fazzari) y Flo (Gabriela Allegue) y a María (María Leal). Así arrancaba, como un programa de verano, Grande Pá! lo que ni sus autores, protagonistas ni su director, Víctor Stella, imaginaron era que trascendería la temporada y que con picos de 63 puntos de raiting pasaría a ser una de las ficciones ícono de la televisión argentina.
Estaba por llegar 1991 y Telefe cerraba un gran año gracias al éxito de Amigos son los amigos. Fue entonces que Gustavo Yankelevich le encargó a los autores de la ficción protagonizada por Carlín Calvo y Pablo Rago la adaptación de la novela que años antes había emitido El Trece con Alberto Martín y Lorena Paola, Crecer con papá.
Augusto Giustozzi, Gustavo Brrios y Ricardo Rodríguez comenzaron a trabar en los libros que había llevado Quique Estevanez y que el canal compró. Había que buscar una nueva historia a partir de los guiones y en esa vuelta de rosca, el personaje de María, la mujer que entraba a trabajar a la casa del padre viudo, fue una pieza clave.
“Nos dieron a leer los libros para hacer una adaptación libre. Agregamos al personaje de María y se tomó la idea base, después se rehízo, porque había una diferencia abismal entre los ’80 y los ’90 en cuanto a costumbres y formas de vida”, recordó Ricardo Rodríguez en diálogo con Teleshow sobre el nacimiento de Grande Pá!
Aunque a 30 años de comienzo de la ficción que en su debut rozó los 30 puntos de rating pareciera que nadie más que Arturo Puig pudiera haber realizado ese papel, la elección del protagonista no siempre fue tan clara. Recién hace unos años Yankelevich develó que incluso había pensado en Guillermo Francella para el rol.
Es que el “sí” de Puig no fue fácil. “Arturo no era un actor enraizado con la comedia, era galán, más dramático y era una apuesta. Y fue una muy buena apuesta porque le dio una cosa de mucha humanidad al personaje que entró en la gente”, dijo el autor que también escribió novelas como Luna Salvaje, Yago pasió morena, Mi cuñado y Son de Fierro.
Sobre la elección de “las Chancles” contó que Jose y Flo (Anka y Allegue) fueron elegidas sin casting previo ya que habían trabajado anteriormente en el canal. Incluso la mayor de ellas había realizado algunas participaciones pequeñas en Amigos son los amigos: “Era una chica de la barra de Pablo, además tenía esa cosa de que cantaba. Eran las dos muy potentes”.
Para elegir a la hermana del medio abrieron una convocatoria que a fines de los ’90 anunciaron con una placa en Amigos... La respuesta fue tal que los superó “de una forma terrible”: “Llegamos a Garay y había una cuadra y media de fila. La idea era atender a todos y ver una por una a las chicas pero era imposible. Recorrimos la cola para pedirles el material y que se fueran porque era duro estar ahí tantas horas. Finalmente hicimos la elección y quedó Julieta Fazzari”.
Al ser consultado sobre la elección de Maria Leal, lo primero que atinó a decir el autor y Secretario del Consejo de Profesionales de la Tv de Argentores es que “fue una pegada total”. Es que así como es imposible imaginar a otra figura que no sea Puig en el rol de Don Arturo, ¿qué actriz hubiera interpretado mejor a la chica que cuidaba a las nenas que Leal? “Era un personaje querible que empatizó mucho con la gente y fue fundamental en la historia”.
Mostrar el día a día de un papá solo con tres hijas mujeres tampoco era fácil ya que a principios de los ’90 lo más común en casos de separaciones era que los hijos se quedaran con las madres. Para entender un poco mejor aquella realidad los autores se reunieron con un grupo de terapia de padres solos que le contaron sobre varias situaciones que vivían y les dieron data: “Era un tema que desconocíamos. Cómo era para un hombre educar a tres hijas mujeres”.
Para la segunda temporada los autores incorporaron a su equipo a Patricia Maldonado (Chiquititas, Rebelde Way, Luna Salvaje). “Era una especie de consultora. Tenía que buscar historias que tuvieran que ver con las cosas que le pasaban a las chicas de las edades de las protagonistas. Investigando en distintas zonas encontró que las chicas que viajaban al exterior traían la idea del pijama party. A nosotros nos encantó la idea de que a Arturo las chicas la enloquecieran trayéndole veinte amigas a la casa en un cumpleaños”, dijo e hizo una especie de mea culpa entre risas: “La culpa del pijama party para los padres es de Grande Pá!”
Aunque el canal venía de un año excelente, no se sabía qué pasaría con el nuevo producto ni cuánto tiempo duraría. Pero las mediciones estuvieron a la orden del día desde el primer miércoles y algunos capítulos, como en el que Jose se va de la casa porque su papá no la dejaba tener novio superaron los 60 puntos. Números hoy imposibles de soñar siquiera.
Las altas marcas de rating no solo se reflejaban en las planillas, sino también en la calle. En ese sentido, Ricardo recordó una charla que tuvo una vez con un maestro de escuela que le contó que cada jueves los alumnos solo hablaban de lo que había pasado en el capítulo del programa, por lo que decidió utilizar la primera hora de la jornada para analizar entre todos lo que habían visto.
“Ibas a un restaurante y en otra mesa hablaban de la novela. Iba a un cumpleaños y no me conocía nadie, si le contaba a alguien que era autor de Grande Pá! a los cinco minutos tenía gente alrededor preguntándome. No se podían grabar escenas de exteriores por lo que se generaba en la calle", agregó.
A qué se debía tal éxito, cree que en parte fue porque la gente se identificó con el padre de la historia: “Era muy particular y en los chicos generó algo muy fuerte, era el papá que ellos quería tener y algunos lo criticaban por permisivo”. Además, destacó la labor del director Víctor Stella: “Había muchas escenas y todas tenían mucho ritmo, fue el primero en usar cámara en mano en ficción. Las chicas bajaban por la escalera y él generaba clima de caos bajando con ellas, daba realismo a pesar de estar hecho casi todo en decorados”.
¿Podría haber hoy un Grande Pá!? “Vivimos en otro mundo y nada podría tener esa repercusión, hoy la tele esta muy segmentada, hay muchos lugares par elegir. La novela fue una bisagra para la televisión argentina, ojalá que muy pronto a partir de esta explosión que se vive con las plataformas en todo el mundo, en la Argentina encontremos la posibilidad de acoplarnos a la fiesta que vive lo audiovisual en el mundo y a la que no nos invitaron”.
Para cerrar, destacó el hecho de que en tiempos de cuarentena, donde le trabajo de guionistas, actores y demás integrantes del equipo audiovisual está parado, algún canal destine minutos a repetir ficción: “Las emisoras son reacias y la situación es terrible”, dijo y aseguró que desde Argentores están trabajando para una vez que las cosas se normalicen, mejore la situación de aquellos que a través de su escritura capítulo a capítulo sacan lágrimas y sonrisas al espectador.
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