“Tuvo una novia que lo mandó a dormir a la cucha del perro”, aseguró Chiche Gelblung, mandando al frente a Matías Alé. El debate en la mesa de Polémica en el bar, por América, giraba en torno al rol de los padres en los tiempos que corren. Pero el periodista desautorizó la opinión del actor, alegando que él no podía hablar después de haber aceptado semejante atropello.
En ese momento, Horacio Cabak, quien durante las vacaciones de Mariano Iúdica se encuentra al frente de la conducción del programa de Gustavo Sofovich, quiso saber los detalles. “Lo que pasa es que ella era fanática de los perros. Y no podíamos dormir juntos en la misma cama porque los padres no querían. Igual, ya éramos grandes”, dijo Matías sin querer revelar nombre de la chica en cuestión.
“¡Él dormía en la cucha del perro!”, reiteró enfático Gelblung, dejando en claro que la situación era inaceptable. “Dos noches, nada más, Chiche”, se justificó Alé, quien dijo que esto había pasado hacía ya diez años. Y agregó: “No la pasé tan mal: hacíamos cucharita con el perro. Uno por amor hace cualquier cosa”.
Fue entonces cuando el periodista señaló que “la mina lo valía”. Y, aunque Matías se mostraba reacio a dar el nombre, Chiche no dudó en revelar que se trataba de Silvina Escudero, quien cuando se puso de novia con Alé allá por el 2009 todavía vivía con sus padres.
Risueño, Alé confesó que le ponían una sabanita en el lavadero, dónde dormía la mascota, y que él tenía que rociarla con un aerosol desinfectante porque es alérgico al pelo de los animales. También dijo, para el asombro de sus compañeros, que podía ser que hubiera dormido un poco más de dos días en esas circunstancias…
¿Por qué? “Porque en un cuarto estaba Vanina (Escudero), en el otro estaba Silvina y abajo estaban los perros. Los padres no la dejaban dormir conmigo. Y, como yo no me quería ir hasta mi casa, me quedaba ahí”, fue contando Matías a medida que sus compañeros le preguntaban sobre el tema. Y hasta le recomendó a las parejas que usaran la cucha de sus mascotas en lugar de irse a otro lado luego de una pelea, por ejemplo.
Frente a la duda de Cabak, que no sabía si era peor haber aceptado eso o haberlo contado, Alé ratificó que él nunca había hablado del tema. Y Chiche confirmó que a él se lo había contado la bailarina. Pero el conductor insistió en que no entendía como los ex suegros del actor, Quique y Carmen, lo habían sometido a semejante situación.
“Estaba Waldo también”, dijo Matías en referencia a Alvaro Navia, actual marido de Vanina y humorista del programa. Pero aclaró: “A él no lo mandaban a la cucha porque ya tenía antigüedad. Yo era el nuevo”. ¿Si llegada la hora de dormir le decían: “¡Vaya a la cucha!”. “Se iban yendo todos y yo iba caminando en retaguardia, como los perros”, explicó Matías.
Lo cierto es que, a medida que iba avanzando en los detalles, Alé iba percibiendo que podía llegar a tener problemas con su ex. “Chiche: me metiste en un quilombo”, le reprochó al periodista. Pero ya era tarde para arrepentirse. Y hasta contó que, cuando el perro quería ir a hacer sus necesidades, lo llamaba con el hocico para que él le abriera la puerta del patio.
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