Desde que asumió una particular visión de la medicina basada en el autoconvencimiento, cada video que Ivana Nadal publica en su cuenta de Instagram no pasa desapercibido para sus más de dos millones y medio de seguidores. Hay respuestas de todo tipo, que se reparten casi en partes iguales; comentarios alentadores y algunos repudios. Lovers y haters según el lenguaje de las redes, que en su caso se cuentan de a cientos.
El último video que publicó, en el que hizo referencia al coronavirus y una particular metodología de curación -“Date amor y todo pasa”- fue la gota que rebalsó el vaso y que llevó a la modelo a tomar una decisión tajante: cerrar los comentarios a sus publicaciones de Instagram. La propia influencer lo relató en una serie de stories filmadas en el balcón con vista al mar de Rio de Janeiro, donde disfruta de unas vacaciones con su novio Bruno Siri y un grupo de amigos.
En una mañana ventosa frente a las playas cariocas, Ivana saludó a sus “amores” agradeció la gran cantidad de mensajes que recibe a diario, incluidos los negativos, y se apoyó en estos últimos para brindar una nueva enseñanza: “Yo estaba bloqueando los mensajes que llegaban a mi cuenta con tanta negatividad, pero bloqueándolos les estaba negando la posibilidad de cambiar”, analizó Ivana, lookeada con una bikini y lentes espejados.
Pero los consejos de la influencer no se quedaron en esta reflexión, y anunció la medida que tenía guardada para todos sus seguidores. “Tomé la decisión de cerrar los mensajes”, largó sin preámbulo y pasó a explicar su decisión. “Sé que también con esto lee cierro la posibilidad a las personas que me escriben con amor, con agradecimiento, con sincronicidad en sus palabras; pero yo sé que están del otro lado, queriendo crecer, evolucionar y encontrar su verdadero yo”, señaló convencida.
La búsqueda de la propia personalidad parecía ser el quid de la cuestión, y la modelo se remitió al propio origen del ser. “Nuestra verdadera personalidad se llenó de contaminación en cuanto nacimos, y nos dijeron que para ser alguien teníamos que seguir una carrera, o tener plata, o ser flacos o estar a la moda”, señaló. Según su mirada, estas imposiciones forjaron una personalidad que no refleja la real. “Es el momento de despertar y ser felices”, animó Ivana a sus seguidores. “Elijan quiénes quieren ser sin que les importe lo que piensen los demás. ¿Qué te importa lo que dice el resto? Tenés que vivir tu vida, y mientras vivas tu vida, vas a ser feliz”.
Este año la modelo sorprendió con un giro espiritual en medio de una serie de videos publicados en su Instagram. Primero, se preguntó ¿no sabías que todas las enfermedades son emocionales y que tienen cura si creés en vos? La reflexión no pasó desapercibida para sus seguidores, quienes contaron historias personales para demostrar lo peligroso que puede ser que una persona pública y con tantos seguidores realice este tipo de comentarios.
La influencer recogió el guante y llamó a una pacificación en la batalla virtual: “A los que se enojan, les digo que no lo hagan. No tiene sentido, se están enojando con ustedes mismos”, escribió. Pero la tregua duró poco, y volvió a llamar la atención cuando aseguró que se había curado un orzuelo abrazándose y diciéndose cosas lindas. “Todas las enfermedades tienen cura si creés en vos”, parece ser el lema de la modelo, que volvió a interpelar a sus seguidores, quienes ahora no tendrán la posibilidad del derecho a réplica. ¿Cómo seguirá la historia?
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