La vida personal de Diego Maradona ha dado mucho que hablar a lo largo de toda su vida, y tras su trágica muerte todos los que lo rodeaban siguen teniendo algo para contar. El 26 de noviembre pasado los restos del astro del fútbol fueron trasladados al cementerio Jardín de Bella Vista para que descanse en paz, en una ceremonia que contó con la presencia de los familiares y el círculo más íntimo del Diez.
Del último adiós a Diego participaron su ex esposa, Claudia Villafañe (encargada de la organización del velatorio y el entierro); sus hijas, Dalma, Gianinna y Jana; su hermano Raúl Lalo Maradona; sus hermanas; sus sobrinos Walter El Chino Machuca y Daniel López Maradona; y también Guillermo Coppola, quien supo ser su mánager durante 15 años, entre otras personas.
A un mes de aquella triste jornada, Coppola brindó una entrevista a Agarrate Catalina, el ciclo radial que conduce Catalina Dlugi por radio La Once Diez, y realizó algunas revelaciones sobre el último adiós íntimo a Diego. En ese sentido, le agradeció a la familia por permitirle estar en ese momento tan doloroso y contó que mientras llevaba el cajón, por dentro insultaba al astro del fútbol.
“En un momento yo quiero dejar la manija (del cajón) porque estaba su hija, Jana, detrás mío. Pero me dijeron: ‘Nadie mejor que vos para llevar esa manija’”, aseguró Coppola, sin revelar la identidad de la persona que pronunció esa frase.
Ante esta situación, la conductora del ciclo le preguntó si sintió que eso fue una “reivindicación” suya, ya que mantuvo varias peleas con Diego pero también estuvo al lado suyo en situaciones muy complicadas de su vida. Coppola respondió de manera afirmativa y señaló: “No le solté la mano hasta el último momento. En el momento en el que lo enterrábamos… En el trayecto, te juro, iba metiéndole insulto tras insulto. Le decía ‘me fallaste’... Sentía que me había fallado”.
“Teníamos charlas de amigos, sobre todo en Cuba, donde estuvimos cuatro años bastante solos, no porque no haya acompañado la familia, sino porque la familia tenía sus actividades, y me decía: ‘El día que me lleves, vos pedí que sea alegre, que no lloren. Nosotros celebramos la vida siempre, la vivimos a lo grande, nos divertimos, vivimos buenas y malas, altos y bajos, pero no me abandones. Llevame hasta el final’. ‘Quedate tranquilo, viejo’, le decía. Y lo llevé yo…”, recordó Coppola.
Respecto a la muerte de Diego, dijo: “Tiró mucho de la cuerda, en el sentido que él dejó su tema que tanto mal le hizo durante el recorrido de su vida, la droga. Pero después fue el alcohol, y cuando no era el alcohol eran las pastillas y los psicofármacos. Entonces, él no tenía un límite. Si le decías ‘comete una porción de pizza, no dos’, él se comía cuatro. Si le decías ‘Diego, hacés mal en comerte dos porciones, comete cuatro’, él comía una. Esos chicos caprichosos… Lo que pasa es que yo tenía el timing, a veces, la mayoría de las veces, porque entre nosotros había un amor especial, un entendimiento, y él sabía que yo sufría cuando lo veía mal. Y él quería que yo estuviera bien”.
Las pericias histológicas y toxicológicas a la sangre, la orina y las muestras de órganos tomados del cuerpo de Diego arrojaron resultados desoladores para la causa que investigan el equipo de cuatro fiscales de San Isidro. Se encontró un hígado marcado por la cirrosis, un corazón deteriorado con múltiples patologías y una batería de psicofármacos en la sangre, además de antidepresivos, anticonvulsivos y medicación para tratar su adicción al alcohol.
Tras una nueva pericia complementaria de la que estará a cargo un cuerpo de especialistas de Nación y que analizará en profundidad otros órganos de Maradona tras su muerte, los fiscales podrán comenzar el camino para convocar a la junta médica del caso, que según investigadores estará integrada por médicos de la Asesoría Pericial de la Procuración, junto a especialistas que podrán proponer las parte del expediente como el abogado Mario Baudry, particular damnificado en representación de Dieguito Fernando, último hijo del ídolo, para determinar la idoneidad del tratamiento y la existencia de negligencia.
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