“No tengo el trompetazo de voz que tenía a los 20, pero en los 40 me siento muy completo”, dice Cristian Castro, que disfruta de su profesión más que nunca. El cantante mexicano abre su corazón en esta entrevista con Teleshow, al cierre de un año muy complejo en lo personal. “Soy optimista, pero estoy muy golpeado por este año”, explica el artista que perdió a su padre, Manuel el Loco Valdés, y a su abuela Coco. “Ella fue la persona que más quise en la vida”, se sincera.
Castro despide el 2020 con un show por streaming en el que promete “un repertorio contundente, muy altivo, para que la gente esté muy de fiesta”. La cita, programada entre Navidad y Año Nuevo, tiene fecha el 26 de diciembre, a las 23.30 de Argentina: “Siempre ha sido muy emocionante ser cantante y poderles complacer con una sonrisa y con una canción en el escenario”, dice una de las voces más reconocidas de Latinoamérica.
—Sos un creador de éxitos: no hay un casamiento ni fiesta de 15 alrededor del mundo en la que falte un tema de Cristian Castro.
—Es la suerte más linda tener a mucha gente contenta con esas canciones que ya se convirtieron en parte de la fiesta. Me encanta. ¡Y qué bueno que pude lograrlo! Es lo que todos los cantantes anhelamos: meternos en la intimidad de un momento, de un corazón, de un pensamiento, de una época, de una generación. De algo que sucedió: el nacimiento de un bebé, el casamiento, el bautismo, la unión, hasta los divorcios. El desamor está muy presente en mis canciones, pero me encanta que pueda sentirse que los acompaño. Estoy muy agradecido. Cuando aumentan los drinks y uno está haciendo champancito, y te viene a la mente alguna canción mía, pues agradezco mucho que la gente se me una cuando quiere pasarla bien.
—¿Hay alguna canción a la que no le tuvieras tanta fe y se terminó convirtiendo en un hit mundial?
—”Es mejor así” la han llevado a un lugar tremendo. A “Lloviendo estrellas” le apostábamos, pero se ha convertido en algo grande. “Te llamé”, también. “Lo mejor de mí” fue espectacular. “No hace falta”, “El culpable soy yo”; mucha canción por ahí. Hay otras escondidas que se han convertido en cosas lindas para la gente. “Con tu amor” siempre la canto por ahí. “Amarte a ti”, del cuarto disco: El deseo de oír tu voz. Son canciones emocionantes. Ha habido muchas sorpresas muy gratas que la gente me va marcando. Les está gustando a los argentinos lo de Juan Gabriel, que están apenas conociendo el repertorio, están sintiendo cosas con ese disco tributo. Ahora tengo un rollo con Sandro que quiero traerles.
—¿Cómo conociste la música de Sandro?
—Llegó con mi niñez. Mi mamá me proyectó mucho estos cantantes, Sandro... Llegamos a Argentina en 1983, 1984, y había una proyección de Sandro tremenda, una maravilla, una cosa descomunal. Sandro por todas partes: en las calles, en la televisión. Mi mamá, muerta por escucharlo siempre en la radio, para bañarse, en el carro. Entonces, llega a mí con potencia. Me voy transformando poco a poco en los sueños de mi mamá, también, porque me dice: “Te tienes que vestir así, te tienes que peinar así, tienes que hacer así, vamos a grabar un disco lindo”. Sentía que mi mamá tenía un imán grande con estos cantantes, sobre todo con Sandro, que era un cachondo, un guapísimo. Un súper símbolo sexy. Me encanta tener la oportunidad de mi vida de cantar pop romántico, de hacerle una reverencia a estos ancestros. Un buen disco, un revival para que otro público se entere de los pilares del pop.
—¿Tuvieron oportunidad de conocerlo?
—Fuimos a verlo y fue muy cálido, precioso, hermoso. Me abrazó, abrazó a mi madre. Mi tía moría, vivía en Argentina. Mi tío también fue; estudiaba en Buenos Aires. Magnético pero increíble, un súper sexy, un leonino, tremendo. Un perfil demasiado alto. Me encanta haber tenido buena oportunidad con Argentina.
—¿Hay alguien a quien que hayas choluleado, que hayas querido conocer?
—¡Muchos! Gracias a Dios conocí a Michael Jackson, que es tremendo. Conocí a Paul McCartney, a Durán Durán, tengo tres fotos con ellos, los adoro. Me faltó David Bowie. Me hubiera gustado mucho mi foto con (Alberto) Spinetta; esa hubiese sido la mejor foto junto con la que tengo con (Gustavo) Cerati, que lo quiero tanto. Tengo buenas amistades con gente importante que siempre quise conocer. He tenido mucha suerte de conocer a quien he querido. Me faltaría el gran Brad Pitt. Quisiera tener la suerte de poder encontrarlo y darle un abrazo. Brad representa la vida entera. Muero por él, me encanta de toda la vida. Es un sagitariano como yo. Me guío a veces por los signos. Tengo muchos ídolos musicales que no conozco y que quisiera estar cerquita.
—Todos estamos un poco enamorados de Brad Pitt...
—Es un enigma grande Brad y eso es lo que me gusta. Nadie lo ve, nadie lo conoce, nadie sabe dónde está. Ojalá alguien lo pueda encontrar porque yo nunca pude, viviendo en Los Ángeles.
—¿Cómo te llevás siendo el ídolo? ¿Es muy cansador?
—No, me gusta mucho la gente, la disfruto. Siempre ha sido muy emocionante ser cantante y poderles complacer con una sonrisa, con un autógrafo, con una canción en el escenario. Vestirme para ustedes, tratar de conectar. Lo primero que te tiene que gustar en la vida es la gente y la música. Me gustan las dos cosas. Primero que nada la música, pero en relación a cómo se va a sentir la gente con esta canción. Cómo se van a motivar con este rockcito que les voy a enviar, romántico, rompecorazones. Quiero lograr una conexión muy fuerte y canciones avasallantes, tener un repertorio que ojalá se siga haciendo más y más grande.
—¿Te sigue dando placer la música? ¿Sigue generando la misma emoción y adrenalina?
—Ahora lo entiendo más que nunca. No tengo ese trompetazo de voz que tenía poquito más a los 20, pero en los 40 me siento muy completo, muy a gusto. Me siento en más cancha de experiencias de muchas cosas. Empieza a faltar la juventud, pero la vitalidad no falla: estoy con muchas energías de entrega. Te pones mejor con los años para cantar algunas cosas; otras cosas bajas el nivel, pero en otras lo subes.
—Cumpliste años hace poco y se acerca el final del año. ¿Es una época de balances?
—Es una época muy conmovedora, muy llena de dulzuras y de agradecimiento con la vida por haber sobrevivido todo esto, por tantas oportunidades. Optimista pero muy golpeado por este año. Todos estamos consternados.
—Fue un año muy difícil, perdiste a tu papá y a tu abuela.
—Fue perder a la persona que más quería en la vida, y a mi papá, que también había un gran cariño e hice una muy buena conexión, a pesar de que fueron pocos años. Perdí lo mejor de mi vida, que es mi nona Coco, y sí, tremendo foul. La vida te mete fouls constantes; este fue tremendo para mí.
—¿Tus hijos cómo están?
—Los hijos bien. Un poquito la frustración de no poder verlos. Que estén encerrados es desgarrador porque son jóvenes, quieren salir, se merecen vivir. Todos merecemos una vida muy grande y muy bonita, y ellos se merecen conectar con sus compañeros, con sus estudios, con el deporte.
—Dentro de este año tan complejo y difícil, se viene un show de fin de año. ¿Nos vas a hacer bailar?
—(Risas) Vamos a tener todo el optimismo del mundo para mandar un mensaje muy lindo de tranquilidad a todos en este streaming, y un repertorio contundente, muy altivo, para que la gente esté muy de fiesta. También nostálgico, porque estamos despidiendo el año. Se va a convertir en algo emocionante.
—Cuando se pueda, ¿vas a venir a la Argentina?
—Tengo una deuda allá, tenemos conciertos pendientes. En cuanto se abra todo esto tenemos planeado abril, esperemos que se pueda, y si no junio. Quisiera ir en abril y cantarles los recitales que nos debemos. Era Córdoba, Mendoza, Rosario, Buenos Aires. Depende de lo que diga tu señor Presidente, que lo estamos viendo, que va manejando la situación muy bien. Vamos a esperar a que la Argentina se sienta cómoda y se sienta bien como para recitales y shows.
—¿Terminás el 2020 enamorado?
—Está difícil ahora lo del amor. Te voy a hablar en mexicano ya porque luego me pongo muy argentinito. Desde 2017 que no siento algo que me pega así realmente, que me llega fuerte al corazón. Me leí las cartas, prendí velas, hice de todo. Espero que este nuevo año me traiga un amor que me pegue fuerte y poderles dar tranquilidad en ese aspecto porque siento que causo mucha intranquilidad. La gente está como: “Las novias de Cristian”, y ”Esta novia, ahora esta novia”. Me da tristeza que no les puedo mostrar todavía un enamoramiento real. Esperemos que venga, que pueda llegar y que me den una chance.
—¿Ya tenés identificado quién querés que te dé una chance?
—No, que me dé una chance la vida. Este 2021, el que no tuvo el 2020, que se lo pasó medio solapa, tiene que llegar una tremenda pareja para todos.
—Hay ganas de enamorarse, entonces. Y mientras tanto, ¿se disfruta la soltería?
—Sí, me está gustando el Cristian soltero también, pero que no me guste mucho porque se pone muy brava la situación; mejor, tranquilón. Todo el mundo quiere enamorarse, estar contento. Eso es lo que quiero, poderles decir: “Ahora sí, acá está, la encontré, esto va con todo”. Esperemos al 2021. Suerte a todos (risas).