“Prepararme para cada función es todo un desafío. Subir al escenario cada noche me emociona”. Martín Savi tiene 16 años y unas cuantas emociones para contar. En diálogo con Teleshow, en medio de las dos funciones de Una mágica navidad, la adrenalina viaja a niveles inimaginados. “Vibrar con el público de la obra es una forma de celebrar cada noche esta gran fiesta que me conecta con recuerdos y sentimientos muy lindos”, comentó.
En un año muy difícil para la comunidad artística, finalmente algunos espectáculos empezaron a contar con público presencial. Tal es el caso de Una mágica navidad, el musical que Flavio Mendoza montó en el Casino de Buenos Aires. Con un escenario hidráulico de primer nivel y una puesta en escena única con cantantes en vivo y acróbatas, una marca registrada del universo Mendoza y una garantía de confianza.
“La música es todo para mí”, dice Martín convencido, y hay que creerle. A su corta edad, ya registró dos discos (Latino en 2016 y Lyrical gold en 2018) y pisó escenarios soñados para cualquier artista, como el Teatro Colón y el Luna Park en Buenos Aires, el Estadio Olímpico de Roma y en el mítico Festival de San Remo, donde se impuso en la categoría de intérprete juvenil. Entonces, a la hora de soñar, sueña con ganas. “Mi meta es algún día cantar en el Madison Square Garden de Nueva York, en el Royal Albert Hall de Londres y en L´Olympia de París”. ¿Alguien se anima a cortarle las alas?
—Tu trayectoria está ligada a la lírica y la comedia musical es un universo nuevo para vos. ¿Qué sentiste cuando te convocaron para Una mágica navidad?
—Cuando Flavio me propuso sumarme a la obra no lo dudé ni un segundo, porque es una forma de llevar a un escenario todo el espíritu de esta celebración que guarda los más lindos recuerdos de toda mi vida. Además, es muy enriquecedor compartir un escenario con un elenco formado por artistas como Karina (La Princesita), Facundo (Mazzei), Pichu Straneo y todo el elenco es muy enriquecedor.
—¿Qué significa trabajar con Flavio Mendoza?
—Siempre me maravillaron los espectáculos de Flavio desde que lo vi en Stravaganza. Su creatividad y buen gusto son características sobresalientes de sus creaciones. Admiro su capacidad de formar equipos de trabajo y apostar a producciones argentinas con talentos argentinos. Es una experiencia muy diferente a todo lo que viví hasta ahora, una puerta enorme que se me abrió al mundo de la comedia musical y los grandes espectáculos. Estoy feliz.
—¿Cómo fue el proceso de adaptación a este nuevo formato artístico?
—Montamos esta gran obra en un tiempo récord. Yo vengo de la lírica y este paso a la comedia musical me desafió a aprender a moverme entre bailarines y acróbatas de gran prestigio y trayectoria. Entonces me propuse a aprender de ellos y con ellos. Admiro a mis compañeros y juntos formamos un equipo excepcional.
“Nací y crecí en un ambiente musical. Todo lo mido musicalmente. Corre música por mis venas y así será siempre”, sentencia Martín, y basta ver algunos de sus videos en las redes para dar cuenta que con sus interpretaciones ratifica estas palabras. En plan de enumerar emociones, se dio el gusto de cantar con Julio Iglesias, de tener ante su público a espectadores de la talla de José Carreras, Il Divo y Jairo y de cantarle el “Ave María” al Papa Francisco y “Solo le pido a Dios” a Diego Maradona, en el Partido por la Paz disputado en Roma, en 2016.
“Había un montón de gente y cuando apareció Diego fue una ovación tan grande que no me escuchaba. Él me miró, me abrazó y cantamos juntos. En ese momento sentí lo que es ser un ídolo mundial. Ojalá algún día lograr esa popularidad por mi canto”, recordó sobre aquella experiencia, y añadió: “Cuando murió Diego recordé al instante este momento, y ahora sólo le pido a Dios que lo proteja y lo tenga en la gloria y le dé la paz que no tuvo en vida”.
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