Black Beauty (En América Latina, Azabache) forma parte de las novelas más elegidas por los niños en el siglo XX y figura entre uno de los diez libros infantiles más vendidos en todas las lenguas. Conocida como La cabaña del tío Tom de los caballos, referido al título de otro clásico de la época que denunciaba los maltratos a los esclavos, esta novela se publicó en 1877 y se convirtió en un best seller en nuestro continente. Su autora, la escritora inglesa Anna Sewell, murió apenas 5 meses después de su publicación y no pudo disfrutar del éxito de su obra.
La historia se centra en el recorrido de un caballo de color negro intenso -de allí el título por nuestras tierras- desde su nacimiento como potrillo hasta su adultez, que es maltratado y vendido por unas pocas monedas. La vida de Azabache cambia cuando se cruza con una niña que también entiende de pérdidas y dolor. Juntos van a convertirse en el sostén uno del otro.
La obra que escribió Sewell es no solo una denuncia contra la falta de derechos de los animales y la crueldad en el trato que recibían los caballos, sino que también se enfoca en marcar posición ante la falta de oportunidades de las clases trabajadoras durante la época victoriana de finales del siglo XIX. Se convirtió en un libro que llamó a la toma de conciencia sobre lo que sucedía en ese entonces de lo que Anna Sewell sabía mucho.
Criada en un hogar pobre, sus padres fueron el eje de su vida ya que vivió con ellos hasta su muerte temprana. La falta de dinero hizo que la pequeña Anna fuera educada por su madre en su hogar. Cuando las cosas comenzaron a mejorar y pudo asistir a clases en una escuela sucedió la peor de las tragedias: se resbaló y se quebró ambos tobillos. Este accidente marcaría de por vida a Anna que estuvo postrada en su cama casi todos los años que formó parte de este mundo. Sólo podía levantarse con ayuda de otra persona o andar con muletas.
La novela “Black Beauty” -la única obra que publicó- la escribió en estas condiciones, en su cama con ayuda de su madre quien también era escritora. Una hepatitis temprana la llevaría a sufrir los peores dolores y le provocaría la muerte a los 58 años en su Inglaterra natal. Su obra se convertiría en un clásico sin que ella se enterara.
Ahora llega la versión en película de la novela más reconocida a nivel mundial de Anne Sewell. Los actores protagonistas de Black Beauty dialogaron con Teleshow sobre su estreno el 18 de diciembre. Mackenzie Foy (El cascanueces) y Iain Glen (Game of Thrones) interpretan a Jo Green y a John Manly en el nuevo film de Disney Plus.
—¿Cómo decidieron formar parte de este proyecto?
—Foy: Yo siempre fui muy fanática del libro y de la historia de “Black Beauty”, y amé cuando llegó el guión. Luego conocí a Ashley Avis (directora del film) que es un ser humano fenomenal y me dije: “Tengo que ser parte de esto, ¡sin dudas!.”
—Glen: En mi caso recibí el guión y tuve unos sentimientos hermosos mientras lo leía y naturalmente me dije tengo que ser parte de esto. Encontré una aventura fascinante en la interpretación de mi papel, fue un desafío interpretar a un domador de caballos americano en la adaptación de “Black Beauty”. Y me pregunté ¿por qué yo? ¿Quién pensó en mí? Entonces me dije a mi mismo que estaba encantado que lo hayan hecho. Con un guión increíble y una sincronía con Ashley, la directora, que es una persona increíble que transmitió una gran pasión por los caballos, terminé de tomar la decisión. Ashley es una gran directora y encantadora. Me sentí en manos muy seguras. Y aparte me animó a sumarme el hecho de participar de una gran novela clásica que siempre amé.
—¿Habían leído el libro cuando eran niños?
—Foy: Yo sí, por supuesto, probablemente lo leí en la escuela. Tengo unas copias que están destruidas por todas las veces que lo leí.
—Glen: Sí, yo también lo había leído, para mis hijos, no lo leí durante mi infancia. Yo tengo dos hijas y se lo leí a ellas. Es algo muy radical leer algo escrito desde la perspectiva de un caballo, realmente es sorprendente. Es una mirada sobre ellos y el punto de vista del caballo que está muy bien plasmado en el film. Todo lo que sucede en en el film debe ser visto por el caballo, esté el caballo presente o sea un testigo de la escena. Y esto se convierte en una línea de narración muy fuerte de la película que funciona muy bien.
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