El 2020 fue un año bisagra para la carrera de Hernán Drago. En un contexto de pandemia en el que muchos artistas se quedaron sin trabajo, el modelo y conductor vivió su mayor esplendor en la TV. Gracias al lugar que Guido Kaczka le dio en Bienvenidos a Bordo, y que él también supo capitalizar, se ganó el cariño de los televidentes. Es por eso que quizás, además de divertir a la gente todas las noches, elige utilizar su exposición para concientizar sobre uno de los temas que más preocupan: el bullying.
Y así lo hizo en una charla con el Leandro Rud en La Noche, el ciclo de El Nueve, donde contó su experiencia personal. “A los 8, 9 años empecé a engordar, esta fue un poco la situación que me llevó al bullying, me empezó a ir mal en el colegio, no tenía tampoco un grupo de amigos, y me empezaban a burlar porque ya tenía 5, 10 kilos de más”. A pesar de que era muy chico, reveló que pudo salir adelante: ”Así pasé hasta los 14, 15 hasta que me cansé de esa situación y decidí tomar el toro por las astas porque me estaba molestando no tanto esa situación de casi 20 kilos de más a esa edad, sino que estaba cambiando mi personalidad. Hoy con el diario de mañana yo le debo mucho a esos años, a ese gordito que fui que me enseñó el respeto a la gente”. En esa misma línea, aportó que es muy importante la contención de los padres en esa etapa de sus hijos.
En otro tramo de la entrevista, se refirió a la convivencia con su ex Bárbara Cudich, con quien tuvo a sus dos hijos, Lola y Luka, quienes hoy tienen 15 y 18 años respectivamente. Si bien estuvieron juntos durante 20 años, el año pasado decidieron ponerle fin a la relación. Aun así, continúan conviviendo en la misma casa. “Fueron muchos años de felicidad, pero por cuestiones de vida no queríamos empezar un ciclo de desgaste que podía terminar llevando a otra cosa y no terminar bien algo que fue maravilloso”. Y detalló: “Seguimos conviviendo porque tenemos nuestra propiedad a la venta y en cuanto se venda, cada uno hará su historia y su vida”.
Por último, habló sobre los planes que tiene a futuro, lejos de la televisión. Aspira a irse a vivir a Bariloche, “su lugar en el mundo” según sus propias palabras, en unos 5 o 7 años cuando sus hijos sean mayores de edad. Y si bien confesó no tenerle miedo a la soledad, también le gustaría encontrar “una compañera” para compartir su vida.
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