Para el mundo, en la imagen están Diego Maradona y su hija. Aunque en el mundo de los protagonistas ahí están simplemente “papá” y “Dalmita”. Es que, sacando los títulos del mundo, las copas alzadas y la magia del Diez dentro de la cancha, la foto representa uno de los amores más puros que hay en la vida: el de un padre hacia una hija y el de una hija hacia su padre.
En la instantánea se ve a una pequeña Dalma de nada más que dos años vestida de amarillo, jugando a ponerle flores en las medias a su papá, que sentado sobre una pelota de fútbol y a minutos de comenzar con su entrenamiento, la mira atento y lleno de amor.
La foto fue tomada 1989 en Nápoles, donde Diego es ídolo. El jugador se preparaba para comenzar a entrenar pero se detuvo unos minutos para estar con su pequeña, fruto de su relación con Claudia Villafañe. No es el único retrato que se tomó. Hay postales de Dalma tocando la pelota y otra de ella abrazando y besando a su papá.
Sin embargo, una de las más significativas es la que se le sacó al Diez minutos más tarde, corriendo en la cancha, con las flores en las medias que le había obsequiado la pequeña. Seguramente uno de los regalos más lindos que le hicieron, y de esos que no requieren de dinero.
Aunque la foto tiene más de tres décadas, se volvió a ver en las redes ya que es una de las imágenes que eligió la actriz para despedir a su padre y seguramente sea una de las postales favoritas de ella. Una de las primeras veces que la compartió fue en el 2018, cuando él cumplió 58. “¡Ojalá que siempre te pueda regalar margaritas para todos tus cumpleaños! Muéranse de amor que se fue a entrenar con todas las margaritas que yo le puse en las medias”, escribió.
El 27 de noviembre, dos días después de la partida del ídolo, la mamá de Roma volvió a postear la foto a la que muchos rebautizaron como “la imagen del amor”. “Siempre le tuve muchísimo miedo a mi muerte, pero hoy ya no... Porque se que ese va a ser el momento que voy a volver a verte y abrazarte de nuevo. Ya te extraño pá. Voy a aguantar acá, sin esa parte de mi corazón que te llevaste ayer con vos. Como me pediste siempre, voy a cuidar de la jabru y tu pompón preferido”, posteó en medio del dolor.
En su carta, hizo alusión a la imagen: “La vida es un ratito así que nos vemos pronto. Te llevo margaritas para decorar tus medias de jugador y por favor volveme a mirar con ese amor que se ve en la foto. Te amo para siempre”.
La imagen, que humaniza al ídolo y que representa a muchos papás, recorrió el mundo y varios artistas decidieron plasmarla en las paredes de los lugares por donde pasó el Diez y como no podía ser de otra forma, dejó su huella.
La foto tomó forma de mural en una de las paredes del estadio de Argentinos Juniors, que lleva su nombre, en el barrio de La Paternal, donde Diego jugó entre 1976 y 1980 y también en el mismo lugar donde fue registrada, en el estadio San Paolo, de Nápoli, que también pasó a llamarse Diego Armando Maradona, en honor al futbolista más importante en la historia del Nápoli, el único que logró llevarlo a la gloria, tanto en Italia (ganador de dos Scudetto) y de Europa (Copa de la UEFA).
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