“Se volvió enfermo de celos”, dijo Laura Cibilla en la entrevista exclusiva que le dio a Teleshow para hablar de su relación con Diego Maradona. Y explicó que su obsesión se incrementaba en forma directamente proporcional con su consumo de drogas. Al punto que tuvo que dejar de trabajar en La Diosa, el restobar donde se conocieron, y hasta se tenía que escapar para poder ir al supermercado.
¿Qué le decía el astro a esta mujer con la que muchos de sus amigos aseguran que tuvo una relación “muy pasional”? “Me decía que era el amor de su vida, que era su novia, su mujer y que no quería que nadie me mirara. Llegó al extremo de que, cuando llegaba Guillermo Coppola al lugar donde vivíamos, yo no podía mirarlo a la cara. Era demasiado ya”, aseguró Laura en la nota.
Lo cierto es que, invitados a Confrontados, por El Nueve, para hablar de la relación que mantuvo Maradona con ella y del hijo que tuvo la mujer en el 2003 y que Diego admitió como propio durante sus dos primeros años de vida, Carlos Ferro Viera y Leo Sucar confirmaron la obsesión que tenía el jugador con Cibilla y dieron detalles al respecto.
Para empezar, Ferro Viera aseguró que aunque el juicio de filiación realizado en el 2008 terminó con un ADN que dio negativo, él no tiene ninguna duda de que el hijo de Laura es de Maradona. “Yo vivía en la casa con ellos. Si no es de Diego, ¿de quién va a ser?”, dijo. Y después sorprendió dando un dato que ni la propia Cibilla debía conocer.
“Cuando yo dije que fue la chica que más amó, es porque es cierto. Diego me instruyó a mí para que yo le pusiera un detective a Laura”, aseguró el empresario. Y dio nombre y apellido de la persona que se habría encargado de investigar cada uno de los movimientos de la ex novia de Maradona: Marcos Alangui.
¿Cuál era la función de este investigador profesional, amigo de Ferro Viera y ex custodio del astro? “La filmaban con cámaras”, explicó el empresario. Y agregó: “Comprábamos a los porteros, le sacábamos las bolsas de basura y le revisábamos los papelitos que rompía y tiraba. ¡Por supuesto que por los celos de Diego!”.
Sin embargo, tras un largo período siguiendo a la mesera, el investigador no pudo descubrir ninguna infidelidad de su parte. “Un año y medio se pagó el detective y nunca se comprobó nada”, señaló Ferro Viera. Y, sin querer explayarse sobre la violencia que implica el hecho que estaba relatando, concluyó: “Lo que quiero decir es que si su hijo no era de Diego, lo hubiéramos sabido. ¡Qué se yo!”
Por su parte, Sucar, dueño del restobar donde Maradona conoció a Cibilla, agregó otro dato revelador que confirman los dichos de su ex empleada. “En un viaje a Cuba que hice, Diego me pidió que le llevara los resúmenes de las llamadas del teléfono celular de Laura. Y se pasaba horas llamando, uno por uno, a los teléfonos a los que había llamado ella para ver quién lo atendía. Era una obsesión”, explicó. A lo que Ferro Viera agregó: “Eso lo investigábamos con gente de la SIDE”.
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