“Preparado para un anuncio que venía madurando de hace tiempo pero el día es hoy, no hay razones, podría haber sido hace cinco años, diez, dos, tres o uno”, sorprendió un tanto misterioso Matías Martin este viernes minutos después de las 13 al abrir su ciclo en FM Metro, Basta, y siguió: “Siempre pensé que cuando mis hijos terminaran la primaria en mi vida se venía un cambio, en un rato brindo porque mi hijo termino la primaria y no me quedan más en la primara”.
“Lo que pasa me remueve todo, porque mi vida está en este programa, lo llevo dentro, aprendí a amarlo, a quererlo...”, dijo, y finalmente anunció: “La notica es que se termina Basta de todo, después de 20 años termina. El último programa será el 18 de diciembre, en dos semanas. Dos semanas que tenemos para despedirnos, pero con la certeza de tomar una decisión con la que estoy en paz, estoy decidido a emprender este cambio que significa terminar un programa que es una parte de mi vida”.
Luego el conductor hizo un breve repaso por las últimas dos décadas en las que ocurrieron muchas cosas en el país, pero también a él a nivel personal: “Arranqué con 30 años y lo cierro con 50. Arranqué con la crisis del 2001 y termino con una pandemia, qué arranque, qué final, y en el medio la vida misma. Nueve presidentes. Hubo cosas que hicieron que Basta quede en la huella de la gente porque pasaron en horario de programa: que el Papa era argentino, que murió Diego Maradona, Fernando Peña o la noticia que sea”.
Martin recordó cómo empezó a pensar en Basta: “Salía de un ciclo de Rock and Pop en el que la pasaba muy bien, con Diego Angeli y Tuqui, me tocó llorar la pérdida de Tuqui y con Gaby Schultz dije que quería cambiar y él me entendió y me bancó. Le dije que sabía que iba a salir algo, le pedí que confiara. Yendo al campo se me ocurrió armar estos programas donde me desligaba del fútbol, Basta de fútbol y Todo pasa, para jugar con eso. Después los cambios, el encuentro con Dieguito Ripoll, que llamaría romance”.
“Éramos Gaby y Waty (Walter Frignani, productor) a quien le pedí encarecidamente que venga, es el único que le dije que venga, después surgió de una parte del equipo espontáneo venir”, dijo, ya que desde que comenzó la pandemia muchos estaban haciendo el programa desde sus casas.
Luego volvió a recordar cómo era su vida hace veinte años: “Estaba en pareja con Nancy (Dupláa), tenía un hijo recién nacido, me separé al aire, me pasó el bardo mediático, el programa me ayudó a curar mis heridas, estuve soltero, me enamoré de mi mujer, tuve dos hijos más. Ellos no conocen a su papá haciendo otro trabajo que no sea Basta”.
“Tengo amor impresionante por este programa y por esta radio que dejo en dos semanas, por este equipo y por la inmensa cantidad de gente que nos ha acompañado. Yo también soy oyente, es fundamental la gente, el programa tuvo un click cuando se encontró con la gente, deambulaba entre el fútbol y el interés general hasta que un día le pusimos el micrófono a la gente. A veces la gente contaba cosas al aire, infidelidades, tragedias, que no las había contado a la familia”, destacó.
Al pasar se refirió a “la llegada de Cabito”, la posterior salida de Ripoll y a las cosas que no le gustaron al público: “Cuando la gente se enojó entendí que el programa en algún punto no era del todo mío, que hay tantos programas como oyentes y cada uno tiene su idea de lo que es Basta”.
“Alguno podrá no entender, no compartir la decisión, otro conectará con los momentos. Si te hicimos sacar una sonrisa, pensar, emocionar, si lloraste entre la 1 y las 5 para mí es misión cumplida. El año que viene estaré haciendo radio en otro lugar, pero era importante cerrar un ciclo y decir que buscamos hacer algo distinto con nuestro sello, que nos divertimos, que viajamos, fuimos a Berlín, París, Praga, Moscú, Miami, Pinamar, se transmitió en tantos lados. Les voy a dejar a ustedes (los oyentes) que me digan qué es Basta para ustedes”, agregó.
Para él una de las cosas más importantes del programa es que “hizo sentir parte a un montón de gente” y que sus “historias inclusivas se convirtieron en un sello del programa”: “Cosas que le pueden pasar a cualquiera y que se sienten identificados”.
“Gracias, después de veinte años vimos pasar muchos dueños, muchas autoridades, y la relación a lo último no fue fluida y esto precipita la decisión, pero gracias también a las autoridades que apoyaron y compartieron un éxito increíble. Hice otras cosas y me fue bien, pero nada será como Basta, no le tengo miedo al fantasma de Basta y a la comparación, acá estaré las dos semanas que quedan para despedirnos”, cerró, y confesó que durante los últimos días estuvo muy nervioso pensando en este día.
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