Todo salió bien. Sin embargo, para Jésica Cirio no fue fácil atravesar las casi dos semanas que su marido, Martín Insaurralde, estuvo internado por coronavirus en el Hospital Municipal de Lavallol a mediados de junio. El intendente de Lomas de Zamora, quien había sufrido cáncer entre los años 2011 y 2014, era un paciente de riesgo frente a la enfermedad. Y, en diálogo con Leandro Rud para La Noche, por El Nueve, la modelo reconoció que no la pasó nada bien cuando su marido y padre de su hija, Chloé, empezó a levantar fiebre.
“Fue horrible porque, en realidad, no se sabía nada. Es una enfermedad que desconocían hasta los propios médicos. ¿Vos en quién confiás si te agarra una gripe o te pasa algo? En tu médico. Y él te da tranquilidad o no. Bueno, en este caso, los médicos tampoco tenían claridad de lo que estaba sucediendo. Y eso me generaba angustia”, explicó la actual conductora de La Peña de Morfi, por Telefé.
Y luego agregó: “Desde el día uno, nosotros sabíamos que Martín era un paciente de riesgo. Entonces fue espantoso. De hecho, pasé una noche que fue la más terrible de todas y pensé todo, lo peor que podía pasar. Y decía: ‘¿Cómo? ¿Si pasa cualquier cosa yo cómo salgo de acá?’ Porque, encima, en el momento en que sucedió esto era tal el desconocimiento, que cuando a él lo sacaron de casa vino la seguridad y dijo: ‘No se pueden mover de acá'”.
Jésica reconoció que la situación fue devastadora para ella. “Estuvo trece noches internado. Y la verdad que fue horrible. Creo que mi hija y mis perros fueron lo que me daban fuerza todos los días. Chloé es un ángel que nos cayó del cielo a los dos y es el ser más dulce que hay en el mundo. Porque es una nena criada con tanto amor, pero real, que todo eso que le damos nos lo devuelve minuto a minuto”.
La conductora contó que, durante esos días, hacía videollamadas todos los días para que la niña pudiera seguir en contacto con su padre. “Él todo el tiempo me decía que quería hablar con Chloé. No sé si ella terminó de entender muy bien lo que pasó, pero le decíamos: ‘Papá está enfermo y se siente mal, pero ya va a volver’”. Y luego contó una anécdota que deja en evidencia la ansiedad de la pequeña por reencontrarse con Martín.
“El último día lo pasó en la habitación, porque ya le habían dado del alta pero faltaba el primer test negativo pero tenía que estar encerrado hasta que le den el resultado definitivo. Hicimos una videollamada con Chloé y ella vio el respaldo de la cama. Entonces dijo: ‘Papá está acá en casa’. ¡Se avivó! Y salió corriendo, así que la tuve que entretener con otra cosa porque no lo podía ver hasta que no estuvieran los resultados. Pero, por suerte, a la noche ya nos los dieron”, relató Cirio.
Finalmente, Jésica recalcó la importante que fue para Insaurralde atenderse en el hospital de su municipio que, según dijo, “fue un sueño durante años”. Pero descartó de plano la posibilidad de involucrarse personalmente en la política como su marido. “Martín tiene esa vocación y ama lo que hace. Y eso no es lo que me sucede a mí. Siempre que pueda colaborar, lo voy a hacer. Pero la realidad es que mi vocación es otra”, concluyó.
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