“Porque él es ídolo, genio, gol, mito, es Diez, y es Dios. Pero, ante todo, es papá”, aseguró Dalma Maradona en 2012 cuando estrenó el libro autobiográfico La hija de Dios, no es el Diego, es mi papá, que también se convirtió en una obra de teatro. La publicación fue un trabajo de la autora Erika Halvorsen, creadora de ficciones como Pequeña Victoria, Amar después de amar y de libros como El hilo rojo y Desearás al hombre de tu hermana. Su relación de amistad con la actriz la incentivó a lograr el éxito alcanzado con el material por aquel entonces.
Allí, Dalma repasa alguna de las mejores anécdotas que vivió con su padre. Por ejemplo, que cuando cumplió 12 años el astro la llevó a la vereda de su casa para mostrarle el especial regalo que le había hecho: cuando salieron de su casa, había un auto 0 km estacionado. “Papá, no sé manejar”, le explicó quien entraba en su adolescencia. “Bueno, que lo manejen tus amigos”, insistió Diego. “Papá, mis amigos también tienen 12 años...”, retrucó su hija mayor.
Dalma Maradona nació el 2 de abril de 1987 en Argentina, meses más tarde viajó junto a su familia a Europa, en donde vivió hasta los seis años, a donde Claudia Villafañe -por entonces mujer del ídolo, con quien también tuvo a Gianinna- acompañó a su marido en su carrera futbolística. La pareja vivía en Nápoles -al sur de Italia- club que Maradona reivindicó con su presencia en el plantel. Allí fue ídolo indiscutido. Cuando su hija mayor tendría entre un año y medio y dos acompañó a su padre a un entrenamiento y quedó retratado uno de los momentos más emotivos de su vida.
La pequeña juntó flores y se las colocó en las medias a su padre, que minutos más tarde comenzaría a correr junto a sus compañeros y sus medias intervenidas. El viernes pasado, la ahora actriz eligió esa foto -entre las miles que tiene junto a Diego- para escribir una desgarradora carta de despedida en sus redes sociales.
Curiosamente, o no, esa misma imagen fue la de portada de su libro autobiográfico Hija de Dios, el mismo en que le escribió: “En 1992 mi papá dijo: ‘Si me muero quiero volver a nacer y quiero ser Diego Armando Maradona, un jugador de fútbol que le dio alegrías a la gente y con eso me basta y me sobra’. Yo, si me muero, quiero volver a nacer y quiero volver a ser hija de Diego Armando Maradona. Que no es Dios, es mi papá”.
Cuando tenía seis años, Dalma regresó de Italia a Argentina y se fue a vivir con su abuela Pochi, la madre de Claudia. “En Sevilla, cursando primer grado la pasaba muy mal: nadie me hablaba porque yo no era española”, sostuvo la actriz. Una vez instalada en Buenos Aires, cursó el primario en el colegio Pueblo Blanco, misma institución a la que asistieron otros hijos de famosos como los de Guillermo Francella y Ricardo Darín.
En el libro, Dalma recuerda que una sola vez en su vida su padre la puso en penitencia. La mandó al baño y le dijo que no saliera de ahí. Tiempo más tarde fue la propia Claudia Villafañe quien reveló que del otro lado de la puerta, Diego lloraba más que ella por haber retado a su hija.
Otro recuerdo que jamás logró olvidar -porque además de allí salió una frase célebre- fue la pelea entre su padre y Claudio el Huevo Toresani en 1995 en la cual el astro lo desafió frente a las cámaras dando su dirección para que un encuentro cara a cara. “Segurola y Habana 4310, séptimo piso. Y vamos a ver si me dura 30 segundos…”, dijo por aquel entonces después de un partido de Maradona en su última etapa en Boca. “Me subía a un taxi y los conductores siempre me decían: ‘Segurola y Habana, ¿no…?’. ¡Pero yo no siempre quería ir a mi casa!”, recordó con humor Dalma, que a los ocho años debutó como actriz en Cebollitas, hecho que le marcó su profesión.
Comenzó a estudiar actuación en la escuela de Hugo Midón y cuando terminó el secundario del colegio Saint Edwards, estudió y se recibió de Licenciada en Actuación. “Soy la primera Maradona con un título universitario. Además, soy la primera que terminó el secundario. Para mí es importantísimo estudiar, formarse”, dijo Dalma en una entrevista.
Por ese entonces ya se mostraba reticente a que se hablara de su vida privada, o de la de su familia. “Yo habría sido actriz igual si no hubiera sido la hija de Maradona, porque si van a hablar de mí, prefiero que en lugar de hablar de mi novio o de con quién salgo, hablen de mi laburo”, agregó quien también fue parte de Los Roldán (2004), en El Refugio (2006), Casados con Hijos (2006), Guapas (2014) y Fanny la Fan (2017), entre otros. También hizo temporada teatral en Villa Carlos Paz: La Casa de Bernarda Alba, de José María Muscari.
Después de lanzar el libro, Dalma llevó Hija de Dios al Teatro San Martín primero y de gira por el país después. Allí saca los fantasmas, recuerda anécdotas y cuenta cómo fue vivir como la hija del hombre más famoso del mundo. Cuando nació, una publicación llegó a afirmar que Maradona era incluso más famoso que Jesús. “A mi padre júzguenlo como futbolista, como conductor de tele, como técnico si quieren… Pero como persona, dejen que lo juzgo yo”, defendió a Diego más de una vez.
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