Un minuto de silencio, una camiseta con el diez en la espalda, la cinta de capitán, un tatuaje con su firma… Son válidas todas las demostraciones de amor para el hombre que llevó a la Selección Argentina a lo más alto y que el 25 de noviembre pasó a la inmortalidad como símbolo de la cultura popular. En cuanto a la música, hay varias canciones que le rinden tributo a Diego Armando Maradona, incluso ya hay listas en Spotify dedicadas exclusivamente a él. “La mano de Dios” probablemente sea el tema más representativo de todos.
Se hizo conocido en el año 2000, cuando Rodrigo Bueno se la cantó en persona a Diego en una emotiva visita a Cuba que fue transmitida por el programa Versus. No tardó en popularizarse y en convertirse en un himno en honor al Diez. Lo cierto es que, a diferencia de lo que la mayoría cree, el Potro no es el autor de la canción, sino su cuñado, Alejandro Romero.
La creación
Faltaban unos meses para que los 90 le dieran paso a un nuevo siglo. Rodrigo, una estrella ya consagrada por aquel entonces, estaba comenzando una relación con Alejandra Romero, a quien escuchaba con atención cuando entonaba algún que otro bolero compuesto por su hermano Alejandro. Astuto, un día el Potro le pidió a su cuñado, que soñaba con triunfar como músico, que le escribiera una canción para sumarla a su repertorio.
“Estuve dos horas frente a una hoja vacía, sin inspiración. Me angustié porque era un momento en el que las oportunidades no abundaban y hasta llegué a tener el sentimiento de querer dejar la música. En un momento, como en una especie de rezo, dije: ‘Por favor, dame una mano con una canción que le guste a Rodrigo… Para mi vieja, que me apoya’. Y empecé a escribir palabras sin sentido: ‘En una villa nació, fue deseo de Dios / Crecer y sobrevivir a la humilde expresión / Enfrentar la adversidad…’ En un momento sentí como una voz que me dictaba: ‘En un potrero forjó una zurda inmortal’. Me di cuenta de que tenía que ver con Maradona. Fue algo que me bajó…”, contó Alejandro al productor Federico Bareiro.
La reacción de Rodrigo
Ya con la letra escrita en una hoja -que conserva hasta el día de hoy-, se dirigió a la casa de Rodrigo para mostrársela. Era de madrugada y unas horas después el Potro debía tomar un avión rumbo a Brasil. Mientras preparaba sus cosas para el viaje, le alcanzó a Alejandro el último número de la revista Gente, que incluía una nota que le habían hecho a él.
Alejandro le echó un vistazo a la nota y su corazón dio un vuelco cuando leyó que su cuñado había declarado que tenía preparada una canción dedicada a Maradona. Estaba ante la oportunidad de su vida, y el destino llevó a que el Potro eligiera justo a la misma persona para homenajearlo en lo que sería su nuevo hit.
—Mejor te canto mi canción cuando vuelvas.
Alejandro le manifestó su desazón a Rodrigo, incrédulo ante semejante situación. Pero entre el Potro y Alejandra, que también se encontraba en el lugar, lograron convencerlo. El joven músico empezó a entonar las primeras estrofas del tema y Rodrigo se asomó sorprendido desde el baño, mientras seguía preparando sus cosas para el viaje.
—A ver, cantala de vuelta.
Rodrigo se lo pidió unas tres veces, hasta que terminó de darse cuenta: estaba frente a un verdadero éxito. El Potro se agarró la cabeza y exclamó:
—¡No sabés lo que acabás de hacer! ¡Es tu pasaporte a no pedirle nada a nadie! Yo soy “Lo mejor del amor”, la mejor canción que compuse, y vos sos “La mano de Dios”, es tu mejor canción y no la vas a superar. ¡La van a cantar todos!
En diálogo con el canal El Doce, de Córdoba, Alejandro contó que Rodrigo improvisó un título, “La mano de Dios”, y al costado de la hoja, tal como se puede observar en la imagen, escribió con lapicera I.N.R.I., las siglas que habrían sido escritas en la cruz en la que yacía Jesucristo, por orden de Poncio Pilato. Y reveló un detalle que en aquel momento pasó desapercibido, pero que visto en retrospectiva cobra otro valor: “En un momento, Rodrigo se queda pausado y me dice: ‘Me cagaste. Este va a ser mi último éxito’”.
En cuanto a la letra, Rodrigo simplemente le hizo algunas pequeñas modificaciones. Por ejemplo, la estrofa que dice “La fama le presentó una blanca mujer / De misterioso sabor y prohibido placer / Que lo hizo adicto al deseo de usarla otra vez involucrando su vida”, originalmente la última frase indicaba “al deseo de amarla otra vez”.
“Con su oficio, Rodrigo me dijo que era mejor poner ‘usarla’: ‘Nadie ama la droga, uno a veces la usa…’”, explicó Alejandro.
También fue modificada otra parte: “Carga una cruz en los hombros por ser el mejor / Por no venderse jamás al poder enfrentó / Curiosa debilidad, si Jesús tropezó / Por qué él no habría de hacerlo”. La frase “curiosa debilidad” originalmente era “humana debilidad”, pero Rodrigo la cambió para “hacer desaparecer lo humano”.
El himno autorizado por Diego
—La canción que me hiciste… Sos un hijo de puta.
Al mejor estilo Maradona, el Diez se emocionó cuando Rodrigo le presentó el tema durante una visita a Cuba en el año 2000 junto con Jimena Cyrulnik en Versus, el programa que conducía ella por Telefe. Poco tiempo después Alejandro tuvo la posibilidad de conocer en persona al astro del fútbol y hasta pudo cantarle su tema sagrado.
En el 2002, Dalma celebró sus 15 años nada más y nada menos que en la Bombonera, pero antes la familia organizó un encuentro íntimo en el emblemático departamento de Habana y Segurola, y Alejandro fue invitado para agregarle música a la velada. El intérprete entonó algunos temas con su guitarra, hasta que Diego lo interrumpió.
—Maestro, maestro… ¿No me canta la mía?
Alejandro sintió tanta presión como si él mismo estuviese jugando una final del mundo. “Imaginate que fue todo muy emotivo porque yo no la pensaba cantar si no me la pedía. Así que cerré los ojos y cuando los abrí estaba Diego ahí… Todavía conservo la foto en la que está él sentado en el piso, en el momento en el que me pidió que cantara su canción”, reveló Alejandro.
El músico dice conocer los motivos que convirtieron en un auténtico himno a “La mano de Dios” , un tema entre tantos que han sido dedicados a Maradona: “Comienza con una tonalidad menor que, para nosotros, los argentinos, tiene una melancolía especial porque forma parte de nuestro folclore: es Buenos Aires. Tiene una nostalgia imponente. En el estribillo la tonalidad se hace mayor, lo cual parece más esperanzador, tiene más energía. Pero una de las cosas que más rescato es que el tema tiene solo cuatro o cinco notas, todas muy repetitivas”.
La obra de Diego lo mantiene vivo en cada una de las personas que supieron disfrutar de su arte. Al igual que Rodrigo. Qué mejor manera de recordarlos que con los versos de la canción que los unió por la eternidad. Sembraron alegría en el pueblo, regaron de gloria este suelo...
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