Ya lo dijo Ernesto Cherquis Bialo, su biógrafo oficial: no existía un solo Diego Maradona. “Hay ocho, nueve Maradonas. Hay un Maradona que jugó al fútbol, un Maradona que alcanzó la celebridad, hay un Maradona hijo que murió cuando murieron sus padres, hay un Maradona padre que se reinventa cada día, hay un Maradona amigo que va recambiando amistad, hay un Maradona efectivo y un Maradona sublime, un Maradona abyecto y un Maradona fenomenal, hay un Maradona de frases inolvidables y hay un Maradona cuyas frases mejor no recordar”.
Ahora bien, había un Diego Maradona papá para Dalma y Gianinna que era muy distinto al Diego Maradona en pareja con Rocío Oliva o Verónica Ojeda. “La relación es con él, no importa con quién esté”, enfatizaron más de una vez las hijas que El 10 tuvo con Claudia Villafañe.
Mientras algunos consideran que las jóvenes se oponían a que su padre rehiciera su vida, en verdad era él quien tampoco incluía a sus parejas en el vínculo con sus hijas. A Diego no le gustaba mezclar las relaciones: cuando veía a Dalma y Gianinna lo hacía solo. Sin embargo, en las Fiestas o en su cumpleaños era inevitable el encuentro de todos sus seres queridos.
Más de una vez esas reuniones familiares han terminado en fuertes discusiones en la que una parte terminaba cediendo porque siempre hubo un objetivo en común: que Diego no sufriera. Sus hijas siempre velaron por la integridad y la salud de su padre. Y cuando han tenido que ponerle los puntos a su pareja, lo han hecho.
Diego Maradona y Rocío Oliva se conocieron a fines de 2012, cuando se acababa de separar de Verónica Ojeda -que por ese entonces estaba embarazada de Dieguito Fernando, quien nació en febrero de 2013-. Estuvieron en pareja hasta el 2018, pero mantuvieron un vínculo laboral hasta marzo de este año cuando ella decidió alejarse por completo.
Los seis años que estuvieron juntos no fueron ininterrumpidos. De hecho, hubo más de una interrupción: crisis, separaciones, escándalos y hasta denuncias penales: en 2014 la familia Maradona la denunció por el incendio en la casa de Don Diego en Villa Devoto; y en una de sus peleas el ídolo la acusó por la desaparición de joyas en su casa de Dubai.
Dalma y Gianinna Maradona nunca tuvieron una buena relación con la última pareja de su padre. En verdad, no tuvieron relación. Quizás por decisión del propio Diego, quien no se manejaba como una familia ensamblada. Lo que más fastidiaba a sus hijas era que la mujer del ex futbolista le impedía el diálogo, sobre todo cuando estaban viviendo en el exterior. Más de una vez, han denunciado públicamente que le cambiaban el número de celular a Maradona, o las bloqueaban a ellas para que no pudieran comunicarse. Mientras tanto, a él -siempre según el testimonio de las hijas de Claudia- le decían que eran ellas quienes no lo llamaban.
En abril de 2017 -en alguna de las reconciliaciones de Diego y Rocío- la pareja viajó a Buenos Aires y Maradona había acordado en visitar a su nieto Benjamín -hijo de Gianinna y el Kun Agüero. Sin embargo, el astro nunca apareció y su hija se lo reprochó a través de un audio en el que también apuntó contra Oliva.
“Decile a la conchuda que tenés al lado, a esa pendeja de mierda, que ojalá nunca me la cruce porque la voy a desfigurar. Decile bien, que le muestren mi Twitter porque la voy a cagar a trompadas”, le manifestó a su padre por ese entonces quien también se había expresado en sus redes sociales.
“Este audio busca hacer quedar mal a mi papá”, aseguró la joven cuando se enteró que su audio se había difundido en los medios. Y responsabilizó a Oliva. “Me parece una pendeja de mierda. A ella le molestaba que me acerque a mi hermanito (Diego Fernando, hijo de Verónica Ojeda) por su mamá. Rocío se metió en un terreno que no debe meterse nadie en la vida. Tiene que ver con mi hijo. Y mi guerra con ella va a ser judicial, voy a hablar con (Fernando) Burlando”.
Pocas semanas después -en mayo del mismo año-, Maradona y Rocío se separaron en medio de un fuerte escándalo y cuando padre e hija se habían reconciliado -porque siempre, cualquiera sea el motivo de la discusión, su amor era más fuerte que todo- fue la propia futbolista quien apuntó contra Gianinna. Lo hizo también a través de un audio que le envió a Diego en el que amenazó a la ex pareja de Agüero.
“Hagan lo que quieran; si les parece, denúncienla”. Por aquel entonces, Diego Maradona le dio el aval a sus hijas para que iniciaran acciones judiciales contra su ex por las amenazas que le había hecho. “Sé adónde va a bailar tu hija Giannina. Y ahora voy a ir a bailar ahí todos los fines de semana, hasta que me la encuentre. Y cuando me la encuentre… te la cago a trompadas. Mirá que nosotras somos muchas, eh. Y vos sabés que es así. Ahora vos me vas a conocer, y tus hijas también. A mí no me rompe las pelotas nadie”.
De inmediato, Dalma y Gianinna denunciaron por amenazas a Rocío Oliva y consiguieron una medida de restricción de acercamiento, además de un botón antipánico ante un eventual encuentro.
Poco tiempo después Diego se volvió a reconciliar con Rocío Oliva. Siempre separando la relación de sus hijas con la de su pareja, Maradona logró reunir a su entonces novia con su hija mayor en Dubai. En enero de 2018 Dalma viajó para hablar con su padre sobre su casamiento -que fue en abril de ese año y al que finalmente el ex director técnico no asistiría- y allí debió compartir sus días con la futbolista, que compartió un video en las redes sociales.
Según las imágenes que tomó Oliva, se veía a un Diego feliz, radiante, bailando al ritmo de “Échame la culpa” -de Demi Lobato y Luis Fonzi-, dentro de un auto en el que también estaba Dalma. Iba en el asiento delantero, mirando la carretera por la ventana y alejada de la situación que vivían detrás su padre y su entonces novia. ¿Cómo nos enteramos todos? Porque fue la propia Rocío quien posteó el video. Allí se notó la incomodad de la actriz cuando se percató que estaba siendo filmada.
Dos años después -a fines de 2018- Diego y Rocío le pusieron punto final a su relación y Dalma y Gianinna no volvieron a tener contacto con ella. Sin embargo, Oliva continuó siendo parte del círculo íntimo de Maradona incluso en las negociaciones con Gimnasia y Esgrima de La Plata, el último club que dirigió.
Hasta que en marzo de este año se cortó todo tipo de relación. Y no volvió a verlo. Intentó hacerlo la madrugada del 26 de noviembre, horas después de que Diego Maradona muriera, a los 60 años, en su casa de Tigre, pero le negaron el acceso a Casa Rosada, en donde se realizó primero un velatorio íntimo y luego se abrieron las puertas al público.
“Me dijeron que venga a las siete de la mañana, cuando entre toda la gente. Me mandaron a hacer la fila como a todos. Nadie se está haciendo cargo, no tengo idea por qué hacen esto. No jodo a nadie. Quiero saludar, despedir a mi ex e irme a mi casa. Todo el mundo pasa, menos yo. Vine a darle un beso a mi ex pareja, fui la última mujer de Diego, nadie entiende eso. No piensan un minuto en Diego. Toda la maldad que hacen se paga, así les va a ir a todos”, aseguró Rocío Oliva cuando le prohibieron el ingreso.
Ocurre que, a la tensa relación que siempre tuvo con las hijas de Diego, se sumó el enojo de Dalma y Gianinna por la aparición de Rocío en televisión horas después de que su padre había muerto. A ellas nunca les gustó que se hablara de él en los medios, y mucho menos en esa circunstancia. Si bien Claudia Villafañe le aclaró a la panelista de Polémica en el bar que ni ella ni sus hijas estaban a cargo de la organización, no logró despedir a Diego Maradona como le hubiera gustado.
Tras la muerte de Maradona, a Dalma, Gianinna y Rocío les quedó un vacío que no podrán volver a llenar. Cada una, a su manera, lo amó y respetó. E hicieron todo por defenderlo y cuidarlo. ¿Cómo será la relación de ellas a partir de ahora? El tiempo lo dirá. Lo que las unirá por siempre es el amor por Diego Armando Maradona.
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