Mientras la fiscal Laura Capra avanza con la investigación para esclarecer las causas de la muerte de Diego Armando Maradona, ocurrida el miércoles pasado en la casa de Tigre a la que se había mudado recientemente, empiezan a conocerse algunos detalles de cómo era la convivencia del Diez con su famoso entorno.
Mariano Israelit, un viejo amigo de la infancia de Diego, que formaba parte de su vida cotidiana cuando el Diez era representado por Guillermo Coppola y estuvo junto a él durante los cuatro años que vivió en Cuba, aseguró que en el último tiempo el entorno del ex futbolista lo emborrachaba para evitar que vea a sus hijas Dalma y Gianinna. Para explicarlo, contó una fuerte historia.
Según su relato, en el último tiempo era difícil tener contacto cotidiano con Diego porque “te bloqueaban o directamente te decían ‘no, Diego se acostó’ o ‘Diego se fue al baño’”. De todas formas, en algunas ocasiones se las ingeniaba para hablar con el Diez y, de vez en cuando, iba a visitarlo junto a otro amigo. Esas visitas, siempre según sus palabras, a veces no terminaban de la mejor manera.
“Lo que te voy a contar ahora no es algo que me contaron, lo viví yo estando ahí. He ido muchas veces a la casa. Diego me ha llamado para ir a comer un asado con su familia o junto al doctor Castro, que es uno de los chicos con los que vivíamos con Guillermo en Cuba”, recordó El Feo, apodo que le puso el propio Diego, en diálogo radio La Red AM910.
“Diego nos decía: ‘Che, vengan a comer’. Bárbaro, almorzábamos, hacíamos un asado y después nos decía: ‘Che, vienen Dalma y Gianinna, así que estoy muy contento que las voy a recibir’. Entonces yo le decía al doctor Castro: ‘¿Por qué no nos vamos, así lo dejamos que comparta tiempo con sus hijas?’” Pero Diego nos pedía que nos quedáramos. Nos ha pasado varias veces que nos quedamos y ellas venían, por ejemplo, a las siete de la tarde. Pero a las seis y cuarto aparecía este Charly (una persona del entorno del ex futbolista) y decía: ‘Diego, ¿una cervecita?’”, reveló Israelit.
“No la pedía Diego, eh. Se la traían. Se clava una Corona y a los diez minutos venían y directamente le apoyaban otra cerveza. Yo le decía: ‘Charly, van a venir las hijas’. ‘Dale, no pasa nada’, me decía. Se tomaba la otra cerveza, y a la tercera (Diego) ya empezaba a balbucear y decía: ‘¿Y ahora qué hago? Vienen las chicas’. Y Charly la remataba diciendo: ‘Bueno, abrimos un vino’. Yo decía: ‘¿Para qué? ¿Es necesario? si van a venir las hijas’. Como que el flaco manejaba la situación. Imaginate, manejaba el celular, manejaba las cervezas… Y ya cuando arrancaba con el vaso…”
Toti Pasman, conductor del ciclo, le preguntó si a Diego “lo emborrachaban a propósito”. A lo que él respondió: “Que no te quepa la menor duda. Después, cuando era imposible seguir hablando, Charly me decía: ‘¿Me acompañás que lo acostamos?’ Y bueno, a las siete, cuando venían las hijas, Diego ya estaba con el celular apagado y durmiendo”.
Respecto a la salud del astro del fútbol, contó que tenía mucho dolores en su rodilla ya que la prótesis que le colocaron “no era la mejor que se le podía poner”. En ese sentido, expresó: “Lo fui a ver cuando se operó, él estaba contento -recordó-. Pero la rehabilitación no tenía el efecto que le habían dicho. Y anoche me enteré que la prótesis no era importada, y eso lo bajoneaba un montón. Cuando lo iba a ver era levantarlo entre los dos y acompañarlo al baño”. Y agregó: “Estaba angustiado, dolorido, de todo un poco… Y también por la separación con Rocío, de la manera que había sido…”
Israelit, uno de los pocos que pudieron acceder al velatorio íntimo de Diego, a raíz de la buena relación que mantiene con Claudia Villafañe, dijo sobre la despedida del Diez: “Dalma y Gianinna tuvieron unos ovarios increíbles, se pusieron el velatorio al hombro, se los dije en la cara. Y Claudia, una señora con todas las letras. Me pongo de pie para hablar de ella, fue lo mejor que le pudo pasar a Diego”.
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