“Yo no manejo el rating, yo manejo un Rolls Royce”, es una de las míticas frases de Ricardo Fort en su paso por ShowMatch, haciendo referencia a su marca de auto preferida. Fanático de los coches, nunca tuvo doparos a la hora de mostrarse con vehículos de lujo, sea en las calles de Buenos Aires, Miami o en la tele.
Aunque la marca de autos británica nació a principios del siglo pasado, el Comandante hizo que los apellidos Rolls y Royce se hicieran moneda corriente en la pantalla chica. Uno de los ejemplares favoritos del heredero de la fábrica de chocolate era su Phantom patentado en el 2010.
Incluso Ricardo feliz con su adquisición, la presentó en una emisión de ShowMatch y el mismo Marcelo Tinellil se subió. “Está llegando en su auto, nunca me subí a un auto así, mirá lo que es”, se mostró sorprendido el conductor mientras señalaba todas las utilidades del vehículo y se asombraba con las “estrellas” del techo y las pantallas para los pasajeros traseros.
El fin de semana, los hijos de Ricardo salieron a pasear en el auto con amigos y compartieron imágenes en sus redes sociales. Martita posteó una foto de ella con tres amigos delante del coche estacionado en la avenida Libertador, cruzando la avenida General Paz a la altura de provincia. Felipe, subió una de él sentado en el asiento del acompañante con un amigo suyo al volante.
“Ese auto no se vende, es una leyenda”, “Vale oro para todos”, “Nunca lo vendan”, “Cuántos lindos recuerdos de tu papá me vienen a la mente al ver ese Phantom”, “El Comandante vive”, “Cuántas historias tiene tu papá con ese auto” y “El Comandante super orgulloso” fueron algunos de los comentarios que recibieron los mellizos, además de miles de “Me gusta”.
Hace dos años la familia había puesto a la venta el coche y consultado por los fanáticos de su papá en las redes, Felipe contó: “El auto estuvo parado cinco años, fue liberado por la Justicia y Marta y yo tenemos 14 años, falta mucho para poder usarlo y encima pagamos patente, ¿vos que preferirías hacer?”. En ese momento el adolescente dijo que con todos los autos de su papá pasaba lo mismo, pero que le gustaría quedarse con el Mercedes Benz SLK: “Tiene 300 kilómetros, nuevo”.
No es la primera vez que los hijos del artistas se fotografían con los autos de su padre, sobre todo Felipe que varias veces demostró su pasión por los motores. Hace un año había subido a sus redes una sesión de imágenes realizada en el Phantom en la que hasta se metía adentro del baúl.
De casi seis metros de largo y con un peso de más de dos toneladas, el de Fort fue el segundo auto de este modelo que vino al país. El primero lo había comprado el llamado Rey de la Efedrina, Mario Roberto Segovia. En la Argentina el chocolatero tenía otro Rolls Royce, un Phantom Drophead Coupé negro que no lo solía usar y mostrar tanto en cámara como el antes mencionado.
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