Aunque su lugar estuvo muy bien custodiado por Dolli Irigoyen, el público esperaba con ansias el regreso de Germán Martitegui a Masterchef Celebrity. El chef se había ausentado durante un par de semanas de las grabaciones luego de haber contraído coronavirus. Pero, ya recuperado, este martes volvió a la pantalla de Telefé para integrar el jurado del reality de gastronomía junto Donato De Santis y Damián Betular. Y se reincorporó justo para la ronda de revancha, en la que los participantes eliminados están buscando su oportunidad para volver al certamen.
¿Si volvió más bueno o más malo? “Volví distinto”, dijo el cocinero cuando Santiago del Moro le dio la bienvenida al programa. Y, aunque en un primer momento se lo vio tratando de ayuda a los famosos mientras recorría sus islas de trabajo, la realidad es que hubo algunos de ellos que recordaron las diferencias que habían tenido con Martitegui antes de quedar afuera de la competencia. Y, llegado el momento, Rocío Marengo apuntó contra él dando a entender que tenía preferencias.
El desafío del día tenía que ver con una caja extrema, de la que los participantes tenían que extraer al azar el ingrediente principal de su preparación, ayudados sólo por el sentido del tacto y sin saber que se trataba de una “noche de vísceras”. ¿Qué le tocó a cada uno? A Patricia Sosa un hígado, al Mono Martín Fabio de Kapanga un corazón, a Roberto Moldavsky criadillas, a Boy Olmi ubre y a Nacho Sureda un riñón, mientras que Marengo tuvo que cocinar unas lenguas de cordero.
“Vine para quedarme”, dijo Rocío, segura de que iba a poder lograr una receta que le permitiera volver al reality. Sin embargo, a la hora de la degustación, su Lengua Karateka no logró convencer al jurado. “Empezás a describir tantos ingredientes que es imposible que aparezcan en el plato. Capaz que un poco menos, con un poco más de atención, haría que quede un poco más sabroso”, le dijo Martitegui.
Entonces, Marengo miró al chef a los ojos y le preguntó: “¿Me quiere usted?”. “¿Cómo?”, dijo desconcertado el cocinero, creyendo que sus oídos le habían jugado una mala pasada. Pero la participante repitió: “¿Si me quiere a mí?”. Y se produjo un silencio. “Piénselo, no se apure”, le indicó entonces Rocío, al notar que el cocinero se había quedado sin respuesta.
“Yo noto que él tiene preferencia por determinados compañeros”, señaló luego la participante en un insert. Y, frente al jurado, continuó: “No sé, me comentó esta lengua... Me dijo: ‘Rocío, fijate porque me parece que acá Martitegui tiene favoritismo”. En ese momento y manteniendo su postura rígida, el chef le retrucó: “No, para nada. Cien por ciento que no tengo ningún favoritismo a la hora de probar nada”. “Es bueno saberlo, gracias”, dijo entonces Marengo.
Así, después de que la participante se “sacara la duda”, según sus propias palabras, el conductor del ciclo le preguntó si sentía que era una injusticia que ella tuviera que estar en esa instancia. “Hay una realidad y es que yo siento que en el último reto me apagué. Y que a veces me hago un poco la cabeza pensando que algunas devoluciones son un poco favorables para algunos de mis compañeros”, dijo mientras Martitegui ponía cara de incredulidad. “Es un problema a resolver tuyo, no nuestro, si vos crees eso. Porque, acá, es igual para todos”, le dijo entonces Betular.
Finalmente, el mejor plato de la noche fue el del Mono, quien subió al balcón junto con Iliana Calabró, ganadora de la gala del lunes, y tendrá acceso a la gran chance del día domingo. En tanto, Rocío deberá seguir intentándolo este miércoles si es que quiere regresar al programa.
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