Con nueve participantes en carrera (Claudia Villafañe, Belu Lucius, Leticia Siciliani, Sofía Pachano, El Polaco, Analía Franchín, el Turco García, Vicky Xipolitakis y Fede Bal) Masterchef Celebrity tendrá un parate de una semana para darle la oportunidad a uno de los siete eliminados (Nacho Sureda, Martín Fabio, Patrica Sosa, Roberto Moldavsky, Iliana Calabró, Rocío Marengo y Boy Olmi) de regresar.
Durante los próximos días los actores y músicos competirán por un lugar en la gala del próximo domingo en la que el jurado integrado por Germán Martitegui -ya recuperado de su cuadro de coronavirus vuelve esta noche-, Damián Betular y Donato de Santis elegirá a un ganador para volver a la competencia.
Todos tienen ganas de regresar, algunos además de su cocina prometen aportar humor, competencia o alegría al show, pero solo uno de ellos podrá hacerlo. ¿Quién merece estar de nuevo en su estación de cocina?
Nacho Sureda: el actor de El Marginal fue el primer eliminado del concurso. “Me gusta, me encontré con un nuevo mundo, aunque siempre cociné porque vivo solo desde chico. Pero es un mundo que me interesa y tengo la capacidad y las ganas”, dijo antes de irse intentando convencer al jurado de que debía quedarse, pero no fue suficiente. Fue un error tan fatal como tonto lo que lo dejó afuera: sirvió unos fideos con la mano.
Martín Fabio, el Mono de Kapanga: el músico se convirtió en uno de los participantes preferidos del público. Sin embargo, sus pocas habilidades en la cocina lo dejaron afuera. “Me sacaron de mi zona de confort”, reconoció al dejar el show y destacó la importancia del certamen en este momento tan particular del mundo. “Me hizo muy bien, mi actividad está parada hace más de seis meses y pude poner la cabeza en otro lado”. También agradeció al jurado, a pesar de haber tenido devoluciones muy duras a sus platos. “Me llevo un montón de información de sabores y texturas, estar acá adelante de Messi, Maradona y el Máquina Giampetri es un placer”,
Patricia Sosa: la cantante dejó el certamen luego de haber pasado por varias pruebas complicadas, como haber tenido que cocinar pato y otros animales siendo ella vegetariana. Al dejar la cocina más famosa del país lo hizo con alegría y fiel a su estilo, cantando. “He disfrutado mucho de estos compañeros preciosos”, dijo luego de haber fallado en una prueba que consistía en hacer un plato con pescado.
Roberto Moldavsky: el humorista siempre estaba al bode de la cornisa pero aún así logró llegar hasta la cuarta semana de competencia. Las marcas se reflejaron en su piel ya que varias veces se cortó o quemó, pero nunca perdió las ganas de hacer chistes. Entró sin saber cocinar nada y prometió aplicar lo aprendido en su casa: “En algunos momentos pensaba que era como si me hubiese colado en un crucero, que estaba en un lugar en el que no tenía que estar. Creo que aprendí muchas cosas, la pasé bien y estuvo muy bueno”.
Iliana Calabró: entró siendo una de las promesas del concurso ya que suele cocinar en su casa para su familia. Pero un pato que no tenía ganas de preparar y que realizó ante la insistencia de Donato de Santis la mandó al domingo de eliminación y en aquella instancia, no pudo superar la prueba de la torre de profiteroles. “Fue muy lindo pasar por acá, porque amo cocinar. Quizás no estoy preparada para la presión de este certamen. He investigado nuevos sabores, he compartido con grandes compañeros, con todos ustedes a quien considero grandes amigo. Me sacaron de mi casa, donde estoy sola, y me cuesta y eso hizo que le pusiera mucha presión a esto y me jugó en contra”, dijo al despedirse, desilusionada por su partida.
Rocío Marengo: ella fue semifinalista de la edición chilena del reality pero acá se fue promediando la mitad del show. Sin embargo, en los adelantos se pudo ver que tiene ganas de volver y que pondrá todo de sí. “Es inesperado, pero me voy feliz”, dijo entre lágrimas. Más allá de la cocina, Rocío ponía su cuota de humor en el programa y chicaneando a sus compañeros de forma divertida.
Boy Olmi: el actor fue una de las revelaciones del certamen y uno de los mejores cocineros. Sin embargo, se notaba que su amor por la cocina no iba de la mano con la presión y el reloj y los platos que mejor le quedaban eran aquellos que le permitían jugar y crear. A pesar de cocinar bien, em la última prueba dejó un huevo crudo y el jurado fue implacable. Al irse, reflexionó: “Para mí es una experiencia inolvidable haber estado acá. Soy de disfrutar mucho, tengo una naturaleza deportiva, pero tampoco me gusta competir salvajemente. Me encuentro cómodo en el juego, en la fiesta de la cocina, en el amor de los cocineros por lo que hacen. Ahí soy feliz, y en esas contradicciones tal vez es el momento en el que me tengo que ir sabiendo que di lo mejor”.
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