A fines de mayo, Lali Espósito se instaló en Madrid para terminar de rodar Sky Rojo, la serie de Netflix que había empezado a filmar cuando se declaró la pandemia del coronavirus. Y, desde entonces, no dejó de ser noticia. Primero anunció su ruptura del ingeniero en sonido Santiago Mocorrea, de quién se separó tras casi cuatro años de pareja en septiembre. Y, después de desmentir rumores de romance con su compañero Miguel Ángel Silvestre, hace diez días fue sorprendida in fraganti por la prensa española junto al director David Victori.
Sin embargo, hasta el momento, la actriz y cantante no había hecho ninguna referencia a su nueva situación sentimental. Además del rodaje de la ficción, Lali estuvo trabajando a pleno en el lanzamiento de Libra, su cuarto álbum de estudio. Y, recién tras la presentación del disco, que se hizo la semana pasada en simultáneo con el estreno del video clip de Ladrón, el tema que grabó con Cazzu, decidió sentarse a dialogar con Teleshow sobre su trabajo, su experiencia con el COVID-19, la ley de interrupción voluntaria de embarazo y, por supuesto, del tipo de relaciones que elige hoy para su vida.
-¿Por qué decidiste lanzar tu nuevo álbum de improviso?
-La decisión de hacerlo así tiene que ver con que fue un año particular en todos los sentidos, se podría decir…Claramente, fue un año particular. Y, en esa particularidad, en lo personal y en lo profesional, tuve que rever también la manera en la cual terminar este trabajo. Es un disco que empezó en Argentina y se fue para los Estados Unidos. Trabajé mucho allí y, de pronto, me sale la oportunidad de venir a España por la serie. Y terminé haciendo todo el final del acá y con toda esta situación de por medio. Entonces, una vez que logré terminarlo entre tanta movida, fue como: “Pero escuchame una cosa, ¿qué voy a esperar? ¡Esto se saca así!”.
-¡Y lo sacaste!
-Sí. Aparte, los fans ya estaban un poco enojados. “Nos dijiste octubre y estamos en noviembre y no sacaste el disco”. ¡Y era verdad! Así que dije: “¿Sabés qué? Yo lo saco así”. Y me parece que fue lindo. La sorpresa también te distrae un poco de las noticias de todos los días que estamos viviendo. Es como para mantener a la gente con esa energía bonita. Y me parecía una buena decisión. De hecho, estoy muy contenta que haya sido así y creo que están acompañando muy bien este disco.
-Le pusiste de título tu signo del zodíaco y las mujeres de Libra son muy independientes, son equilibradas y, cuando se fijan un objetivo, allá van. ¿Tiene que ver con esto el nombre?
-Libra terminó siendo el título no sólo por una cuestión de astrología, que me encanta, sino también por la búsqueda del equilibrio. Como decís, las librianas son mujeres equilibradas. Y yo trabajo mucho para eso: me interesa ser equilibrada, me gusta sentirme equilibrada. Y creía, profundamente, que este disco tenía que ser equilibrado, con el pop que yo soy y con sonidos nuevos. Me esforcé para hacer cosas que no había hecho en los discos anteriores, en las letras y en los modismos. Y, cada vez que me metía en el estudio, para mí era un misterio qué iba a salir de ahí. Pero, a la vez, quería que me representara cada canción. Entonces, esa búsqueda de equilibrio para tener un material que me ponga contenta, que me represente, que me guste y que me parezca original con respecto a lo que yo venía haciendo, me terminó dando ese título.
-¿Esta búsqueda es lo que hace que haya canciones tan variadas como Una esquina de Madrid, en la que contás con la música de Fito Páez, hasta Ladrón, la canción que grabaste con Cazzu?
-Claro, ese equilibrio que es lo que propone este disco. Que disfrutes de una Cazzu con una base súper urbana y, de pronto, cierres con una canción que es como una frutillita que le puse yo al final, para terminar emocionados con un artista como Fito. Pero bueno, yo creo profundamente en que lo diferente es maravilloso. Y por eso no me gusta nunca ni encasillar al otro ni encasillarme a mí misma.
-¿Y por qué decidiste en el caso de Ladrón, ser vos misma la directora del video?
-Más allá de que me estaba muriendo de nervios en el rodaje, fue algo de verdad genuino. Porque, de alguna manera, desde mis primeros clips siempre estuve metida en la dirección. Yo trabajo de muy pequeñita. Y si a esta altura de la vida no me sé el nombre de un lente, de una luz...Escuchame, ¡no aprendí nada! Y cuando hice la propuesta de la idea que tenía para este video a todo mi equipo y al equipo de Cazzu, todo el mundo me miró y me dijo: “¡Pero dirigilo vos si lo tenés clarísimo!”. Yo dije: ”No, bueno, ponemos a alguien...”. “No, no, no: animate. Si de alguna manera siempre lo hiciste en los otros, hacelo en éste pero al cien”. Así que me puse a laburar, no me lo tomé a la ligera. “Laligera”, cuac. Sino que me lo tomé en serio y con mucho respeto a los que se dedican a dirigir.
-La prensa española te fotografió y te filmó con David, capaz que él te asesoró…
-Sí, sí. Él y mis otros directores de Sky Rojo, que son maravillosos los tres. Cuando estaba con mi idea, por supuesto que iba corriendo a ellos diciendo: “Che, ¿si hago esto así, con qué lo puedo filmar?”. Obviamente, le preguntaba a los que sabían y me han ayudado mucho, David incluido, que es un gran amigo. Nos queremos mucho, nos llevamos muy bien. Es lo más, es un genio. Y estrenó una peli muy increíble que se llama No matarás.
-Cuando me decís: “David es un gran amigo”, ¿quiere decir que no son novios, no son pareja, no son algo más…?
-¡Que manía la de la sociedad de ver dos personas normal, pasándola bien, y ya casarlos y hacerles tener cuatro hijos…!
-Tampoco tanto...
-Un poco sí, porque el titular es: “El nuevo novio…” ¡Pero me muero! ¿Una vez que estoy soltera y ya me encajan otro novio? ¡Escuchame una cosa! Uno no puede estar en paz...Olvidate, no. Somos amigos, somos compañeros. Y él es lo más. Por supuesto que nos queremos mucho y no voy a ocultar ninguna...eso sería una estupidez. Vivimos nuestro momento actual, con mucho cariño. Pero somos personas que estamos libres. Yo vengo de una relación que fue muy hermosa y que llevó sus años también. Entonces, estoy en una sintonía muy conectada conmigo misma. Y todo lo que venga de afuera, todos los demás son algo que me hace bien. Los amigos, las personas con las que uno pueda relacionarse afectivamente. Así que no tengo novio, ni lo tendré por el momento.
-¿Por qué ni lo tendré? ¡Quién sabe!
-No, por el momento. Estoy haciéndome cargo, realmente, de un momento muy lindo personal. Mío sola. Y eso es piola. Con mucho respeto a mi relación anterior y a la gente que conozco acá ahora y con la que me puedo llevar bien y puedo tener relaciones bonitas. Y vivir cosas bonitas.
-Vos, últimamente, venís hablando de esto de vivir el amor o la sexualidad con mayor libertad, sin tanto encasillamiento...
-En realidad, yo pienso así desde que tengo uso de razón. Lo que pasa es que a lo mejor, ya en mi adultez y quizá en la misma música que hago, se empieza a sentir qué opino. Incluso en las redes, uno empieza a sacarse un montón de chips antiguos de qué está bien o qué está mal. Está bien lo que está bien para uno y está mal lo que está mal para uno. Y es lindo lo que a uno le gusta y punto. Y uno quiere ser lo que quiere ser y está bien ir por ese camino. Creo que es mi madurez natural, la vida y el ir creciendo, lo que me colocó en un lugar en el que puedo verbalizar mejor lo que pienso, por ejemplo, de la sexualidad.
-Más allá de tu evolución personal, hay una evolución de la sociedad en general que no es la misma que diez años.
-Claro, cien por cien. Y lo genial de eso es que no sólo uno puede expresarse con más libertad, como tiene que ser, sino que hay más apertura en el que recibe algo y le cuesta más ser abierto. Yo siento que hay un montón de gente a la que, en otro momento, le hubiera costado horrores ver la libertad de alguien que, simplemente, está siendo feliz. Y ahora, por lo menos lo respeta.
-Hablando un poco de esta evolución de la sociedad, se volvió a llevar al Congreso la Ley de interrupción voluntaria del embarazo y vos fuiste una de las pioneras en luchar porque esto sea ley. ¿Qué pensás que va a pasar este año?
-Yo creo que será ley, mirá lo que te digo. Se ha instalado tanto la necesidad o, por lo menos, el mensaje público de la necesidad de esta ley, que creo que sería muy extraño que esto no suceda, que no sea ley. Sería muy extraño éticamente, moralmente, socialmente...Siempre fue rarísimo que esto no exista para nosotros, cuando en otros países sabemos que es así hace muchísimos años. Pero, en vez de ver el vaso medio vacío, hablemos del vaso medio lleno. Y te digo que después de todo el camino recorrido y de toda la lucha que se ha hecho, yo siento en mi corazón que será ley. Y cuando sea, festejaremos todas y todes con mucha alegría. Porque, de verdad, es algo que ya no puede no existir. Esto es parte de la evolución social de la que hablamos. Cuidar a las mujeres, saber que esto pasa, ponerle un marco a esta situación dentro de la salud pública y que sea así. Punto final. Y será ley, creo yo.
-Estás filmando en España en un contexto de pandemia y vos también tuviste COVID-19. ¿Cómo es trabajar en este marco y cómo la pasaste con este virus?
-En los rodajes hay mucho protocolo, mucho. Al punto que entiendo a las producciones que todavía no han podido volver al ruedo, porque la verdad que llevar estos protocolos no sólo que es caro sino que, de verdad, es una tarea ardua. Es cambiar la forma de todo: de relacionarnos, de trabajar y hasta de agarrar las cosas en un set, que es algo tan cotidiano para todos. Así que volver al rodaje después de la pandemia ha sido duro, en el sentido que todos tuvimos que acostumbrarnos a esta “nueva normalidad”. Pero es una dicha estar laburando, con la cantidad de producciones que no han podido volver, así que yo me siento hiper bendecida y afortunada al igual que mis compañeros. De hecho, nos queda poquito para terminar Sky Rojo. En el medio de esa situación, me tocó pasar el COVID a mí y a otros compañeros también. ¿Viste que esto es como en grupo, como en masa? Y la productora Vancouver y Netflix lo han llevado increíble. Yo paré de rodar dos semanas enteras hasta dar negativo. Y estuve aislada en casa. Tuve una primera semana jodida, con esos bajones de que se te va el olfato, el gusto, la fiebre… Tuve unos primeros días complicados. Pero no me puedo quejar al lado de un montón de otra gente que de verdad la pasa mal, que la tienen que ingresar o que ha perdido la vida por esto. Así que digo con mucho respeto cómo la he pasado yo. La segunda semana, por suerte, aflojaron esos síntomas y yo ya estaba activa, con ganas de volver a rodar, pero hasta que no di negativo no pude volver. Pero la verdad es que me ha pegado: no es que no lo sentí, no fui asintomática.
-¿Tuviste miedo en algún momento?
-Sí claro. Es una sensación rarísima la de tener un virus que nadie sabe qué es, que nadie sabe cómo tratarlo en realidad y por el que estamos todos a la espera de una vacuna. Y mientras tanto, vos lo sentís al bicho. Por eso, cuando uno ve que hay gente que lo subestima aún hoy después de todo lo que hemos pasado este año, te da un poco de bronca. Pero bueno, con respeto, hay que contarles que esto no es una boludez. Que esto sucede, que es real. Y que lo será por un tiempo más hasta que podamos volver a la vida que conocíamos.
-Con recitales, ¿no?
-¡Si! Que podamos estar con el publico ahí, cerca, para presentar este disco en vivo lo más pronto posible.
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