Este sábado gris y cumpliendo con las más estrictas medidas de protocolo dispuestas para atenuar la propagación del COVID-19, Cecilia Ruffa tuvo que enfrentar uno de los dolores más grandes de su vida: despidió los restos de su marido, Emiliano Fernandes Delgado, de apenas 44 años de edad. Aunque en un principio se habló de la posibilidad de que el hombre hubiera contraído coronavirus, la realidad es que Piru -como lo conocían sus familiares y amigos más cercanos- había sido internado un mes atrás luego de sufrir un infarto. Y, desde entonces, no había recibido el alta, hasta arribar a este desenlace fatal que ocurrió en horas del viernes.
En diálogo con Teleshow, allegados a la periodista aseguraron que Cecilia está devastada por la situación. Y confirmaron que Fernandes Delgado había sido internado a raíz de un paro cardíaco el pasado 18 de octubre, fecha desde a cual permaneció en terapia intensiva. Pero explicaron que su estado se complicó por un edema cerebral que no llegó a desinflamarse y por el que los médicos no pudieron intervenirlo quirúrgicamente.
Emiliano ya era padre de un varón, Mateo, fruto de una pareja anterior, cuando la vida lo cruzó con La Ruffa -como apodaron sus colegas televisivas a la periodista- en 2009. El flechazo fue inmediato y ambos no tardaron en descubrir que estaban hechos el uno para el otro. Así que, apenas un año más tarde, trajeron al mundo a Asunción, la única hija de la pareja, quien este miércoles cumplió sus primeros 11 años.
Con los dos hermanos tomados de la mano, Cecilia y este licenciado en Comercio Exterior (trabajaba en una consultora de comunicación) formalizaron su amor en marzo de 2014. Firmaron la libreta roja en el Registro Civil de Olivos, se unieron frente al altar de la Parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, en Martínez y, luego de una divertida celebración en un bar de Palermo, viajaron a Brasil para la luna de miel. Desde entonces, conformaron una familia sólida e inseparable.
Si bien comenzó estudiando Imagen y Sonido, siendo una amante del cine Ruffa hizo una sólida carrera como notera, afianzada en su estilo descontracturado y una gran simpatía. “Hacé frente a la cámara todo lo que mostrás atrás”, le encomendaron los productores de Mar del Fondo, programa que Alejandro Fantino conducía en las medianoches de TyC Sports. Allí encontró uno de los grandes regalos que le dio su trabajo: una visita de Diego Maradona. Y luego contaría una y otra vez que las fotos de El Diez que circularon por los diarios las había tomado ella misma, con su cámara personal.
También panelista y conductora, la popularidad de Cecilia aumentó considerablemente al sumarse a Mañanas informales, el clásico magazine que el inolvidable Jorge Guinzburg conducía en ElTrece. Más tarde dejó su huella en ciclos como Desayuno americano, con Pamela David, Animales sueltos, también con Fantino, y Nosotros al mediodía, con Fabián Doman. Muy querida y respetada por sus colegas, hoy se desempeña en la TV Pública y es productora de Pakapaka. Además, en radio condujo El Suplemento, por Radio Latina FM 101.1.
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