Flavio Mendoza convocó una marcha este lunes en la calle Corrientes para reclamar al Gobierno la reapertura inmediata de los teatros en la Ciudad de Buenos Aires. Participaron de esta manifestación muchos artistas que no han podido trabajar desde hace más de siete meses debido a las restricciones impuestas por las autoridades gubernamentales.
Laura Fidalgo, Carmen Barbieri y Luis Brandoni estuvieron presentes en la protesta, como muchos otros colegas. “Pedimos que abran los teatros, que nos permitan abrir los teatros. Este es un pedido directamente al Presidente de la República que acaba de decir el viernes que teatros y cines no (se abren)", declaró Brandoni en TN. “Hay grupos de empresarios hablando en la Casa de Gobierno y es probable que como nos estamos manifestando en la calle, el Gobierno cumpla con su hábito de recular después de tomar una decisión. Así que es probable que tengamos teatro”, agregó.
Después de la manifestación, finalmente se confirmó la autorización de la actividad teatral y musical en espacios cerrados y con la presencia de público. Carlos Rottemberg lo anunció a través de su cuenta en Twitter: “Esta mañana el Gobierno de la Ciudad Buenos Aires, a través de su Ministerio de Cultura, presentó el primer pedido de habilitación de la actividad artística con público presencial en salas de espectáculos, ahora confirmado su ingreso por la Jefatura de Gabinete de la Nación”.
Luego, el empresario teatral manifestó en la red social: “Se confirmó el regreso de la actividad teatral y musical con público presencial en salas de espectáculos. La Jefatura de Gabinete de la Nación inicia la aprobación de las solicitudes de habilitaciones que presenten las jurisdicciones, con el compromiso de agilizar el regreso”.
El reclamo valió la pena y Mendoza se mostró muy emocionado por poder ayudar a sus colegas. El bailarín, coreógrafo y productor admitió sentir mucho miedo de tener que dar un discurso en plena calle Corrientes frente a cientos de personas. “Llegué y estaban armando el escenario, tenía ganas de decirle al taxista: ‘Siga derecho, no pare’. Porque de verdad, estar ahí hablando y con todos los colegas que vinieron, las palabras del Negro Lavié que cantó también... Tenía nervios”, aseguró en una entrevista con el ciclo Hay que ver.
“A veces con tan poco se puede ayudar. Nosotros como ciudadanos nos quedamos encerrados ocho meses en nuestras casas y seguimos pagando los impuestos. No hubo nadie que nos dijera que no teníamos que pagarlos”, afirmó Flavio en diálogo con Denise Dumas y José María Listorti, conductores del programa de El Nueve.
Además, explicó que le hubiera gustado formar parte de las negociaciones con las autoridades gubernamentales para el reinicio de las actividad teatral: “Nunca me dijeron de ir. Yo no soy de ningún partido político. Sé que estuvieron Carlos Rottemberg, los miembros del AADET y la Asociación Argentina de Actores que no hicieron nada por los artistas en esta pandemia”.
Cuando le consultaron por qué no lo habían invitado a esas reuniones, Mendoza respondió: “Yo creo que es por una cuestión de que no formo parte de ningún partido político y no milito en algo. Convocaron a los que militan en algo, tampoco los critico, si tenés una espalda, si te dan una subvención, pero tenés que pensar en el que no tiene para comer”.
“Hace rato que con la Asociación Argentina de Actores tengo cortocircuitos. A mí siempre me han ninguneado, me han menospreciado, me han mandado carta documento porque estábamos ensayando. Yo soy socio de AADET y tuvimos algunos problemas, pero limamos asperezas. Pero siento que hay gente que hace las cosas para ver quién la tiene más larga y yo no hago las cosas por eso. Lo hago para llevar un plato de comida a mi casa”, explicó el productor que reacondicionó el teatro Broadway para cumplir con un estricto protocolo y así empezar a realizar espectáculos.
Por último, aseguró que tenía muchas deudas, pero que necesitaba arrancar a trabajar para empezar a moverse y así generar algunos ingresos: “Nosotros sabemos muy bien que si volvemos a trabajar no vamos a hacer plata. Vamos a pucherear, es zafar este momento tan terrible que está viviendo el mundo. Es lo que tenemos que hacer trabajar con protocolos, ayudar al que menos puede y zafar, nada más”.
El protocolo se aprobó después de una reunión realizada en el Centro Cultural Kirchner, de la que participaron Miguel Cuberos, subsecretario de Asuntos Políticos de la Presidencia; Luciana Tito, jefa de asesores de la Jefatura de Gabinete de la Nación; Lucrecia Cardoso, secretaria de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación; Alejandro Costa, subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación; Luis Sanjurjo, director nacional de Industrias Culturales; Alejandra Darín y Alejandra Rincón, de la AAA; Pablo Echarri, de SAGAI; y Roberto Bisogno, Daniel Grinbank y Carlos Rottemberg, de la AADET.
También asistieron de forma virtual Marcelo Bellotti, secretario de Trabajo de la Nación; Marcelo Domínguez, Gerente General de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo; Gustavo Uano, del Instituto Nacional del Teatro; y Sebastian Blutrach del Teatro Cervantes.
Además del protocolo general de pautas que se aprobó hoy, cada jurisdicción del país deberá presentar sus propias recomendaciones ante la Jefatura de Gabinete de la Nación para la reapertura de los teatros. En principio, el público que tendrá acceso a cada sala deberá ocupar el 30 por ciento de la capacidad total del teatro. Asimismo, el complejo tendrá que contar con renovaciones de 40 m3/h por persona, sin recirculaciones, con el objetivo que haya una buena ventilación.
Las entradas, en tanto, deberán adquirirse con antelación. Se especula que sea de manera online ya que está prohibida la venta a través de la ventanilla del teatro. Con respecto al interior del complejo, cada uno de los presentes deberá mantener un distanciamiento de dos metros y tendrá que usar tapabocas en todo momento.
Los artistas deberán mantener distancia sobre el escenario. Con respecto a las escenas que requieran cercanía –según el guión de cada obra– solo podrán tener una duración de 15 minutos.
Por otro lado, no se permitirá que el público suba al escenario ni comparta espacio con los artistas.
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