El cruce fue importante y a pesar de eso, Maradona fue al estadio del Lobo desoyendo los consejos de su letrado. El técnico de Gimnasia estuvo unos minutos y luego se fue a su casa, para ver el encuentro desde allí. De esa manera, muy austera, casi en soledad festejó su cumpleaños, lejos de su familia y del brillo que semejante fecha merecía. El ex jugador de Boca pasó un fin de semana con el ánimo muy caído y con pocas ganas de comer y de relacionarse con la gente.
El día lunes por la tarde, Pelusa fue internado en una clínica de La Plata, por sugerencia del médico que controla todo lo relacionado con su salud, Leopoldo Luque. El facultativo dijo en ese momento: "Tuvo una semana complicada en lo emocional; mucha presión y eso generó un bajón anímico. Lo veíamos con una actitud diferente. No entró con un cuadro de ACV. Y también es mentira que haya tenido una recaída en un cuadro de adicciones. Lo vi desganado, más enojado y a veces no me quería recibir. Le dije que había algunos aspectos que podíamos mejorar en la clínica y él accedió. No hace falta que pase algo grave”.
“Diego perdió peso porque venía entrenando. Lo vi triste, eso nos llevó a internarlo de común acuerdo. Diego es una persona de ciclos, a veces está muy bien y de a ratos no tan bien. No me gustaba el momento en el que estaba. Internarlo lo ayuda”, contó el médico el lunes por la noche.
Pero nada hacía prever lo que sucedió el martes cuando Jorge Rial en Intrusos adelantó que Maradona debía ser operado de urgencia de un hematoma subdural ese mismo día. A partir de ese momento la noticia se convirtió en un tema mundial, reflejado por los principales medios internacionales.
El astro del fútbol fue trasladado a la clínica Olivos y allí fue operado. Este cimbronazo en la vida de Diego provocó un suceso inédito: su familia más cercana se reunió en un mismo lugar por primera vez. Allí estuvieron sus hijas Dalma, Gianinna, Jana, su ex pareja Verónica Ojeda, sus hermanas, su hermano Lalo y el abogado Victor Stinfale.
La improvisada reunión se produjo en una sala que la clínica acondicionó para todos, a la misma llegaron Verónica Ojeda, Dalma y Gianinna, quien viajó con su padre desde La Plata a Olivos, Dalma, las hermanas de Pelusa, Lalo y Jana. Todos juntos bajo un mismo tiempo.
Diego fue operado y la intervención quirúrgica fue un éxito. Mientras se desarrollaba la misma nadie hablaba con nadie en la sala. Dalma y Gianinna estaban juntas, las hermanas de Diego y Lalo en otro lugar, Verónica sola, lo mismo que Stinfale quien habría llegado con un profesional de la salud para hacer otra consulta, lo cual fue descartado de plano por el ex Argentinos Juniors.
Cuando terminó la intervención entró un médico a la sala, en donde la familia aguardó durante una hora y media, para informar el resultado. En ese instante, cuentan testigos del hecho, hubo algarabía y algún que otro aplauso, y en el medio de esa euforia, Jana habría intentado abrazar a Dalma. Según contó Rodrigo Lussich en Intrusos, Dalma le habría dicho a su media hermana: “A mí no me tocás”.
Esa frase vino acompañada de un reclamo de la hija mayor de Diego a los presentes para que se ocupen más de la medicación y la atención del padre. Debido a esa afirmación Jana recogió el guante y respondió: “¿Por qué no vas más a visitar a papá en lugar de criticar?”. Esa afirmación cayó como una bomba en la sala de espera y aunque todos afirman que no hubo gritos ni nada destemplado, la tensión en el lugar fue increíble.
Dalma habría dicho: “Vos no hablás de Matías porque te paga un sueldo". A lo que Jana contestó: "A mí no me pagan nada, mi papá me da lo mismo que a vos”. Esta escena fue seguida por los presentes, en silencio, quienes eligieron no intervenir y esperar que baje el estado bélico de la familia. Ojeda que estaba ahí se quedó paralizada por la pelea de las hijas de Diego y no emitió palabra.
Finalmente la calma volvió a reinar y luego de las buenas noticas, cada uno de los integrantes de la familia se volvió a sus respectivos hogares, sabiendo que a partir de ahora o están más juntos y se ocupan más de la salud de Diego, caso contrario cualquier tragedia puede pasar más pronto de lo que todos piensan. Los reproches cesaron y según los testigos la sangre no llegó al río.
Ahora hay que esperar el alta de Diego en los próximos días y la recuperación, que será lenta y llevará más de un mes de reposo. A Maradona le aguardan meses de definiciones que tienen que ver con lo laboral, pero tal vez todo este tsunami haga que sus hijos terminen teniendo una relación más diplomática, en pos de la salud y la recuperación del jugador más grande de todos los tiempos.
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