El miércoles llegó la hora de la verdad en Masterchef Celebrity: Germán Martitegui, Damián Betular y Donato De Santis se pusieron los delantales para cocinar. Y compitieron entre ellos para ver cuál de los tres preparaba el mejor plato, según los selectos paladares de Leticia Siciliani, Belu Lucius y Rocío Marengo, tres de las participantes del reality de Telefé.
El anuncio de Santiago del Moro, conductor del ciclo, dejó a todos sorprendidos, menos a los chefs que según explicaron fueron ellos mismos los que tuvieron la idea de cambiar de roles. Sin embargo, lo que no sabía ninguno de ellos era que iban a tener que cocinar en apenas quince minutos. Y tampoco contaban con el hecho de que se las iban a tener que arreglar sólo con los productos que encontraran debajo de sus cajas misteriosas.
“La sensación que tuve al pasar esa puerta es única. Realmente, caminar esa pasarela dorada hasta tu estación de trabajo ya me puso piel de gallina”, reconoció Betular. Por su parte, Martitegui señaló: “El camino es larguísimo y nos encontramos con lo que se encuentran los participantes. Es bastante aterrador todo el escenario. Pero muy divertido”.
Finalmente, fue Donato el encargado de explicar la situación. “La decisión fue nuestra. Hoy queremos enfrentarnos con la caja misteriosa. O sea que nosotros vamos a cocinar y ustedes van a ser el jurado”, les dijo a las participantes. Y, de inmediato, cada una de ellas ocupó el lugar de uno de los chef.
“Disfruten, pero hoy las reglas las ponemos nosotras”, dijo Rocío en el rol de De Santis. “Queremos disciplina, prolijidad y silencio”, agregó Belu ocupando el puesto de Damián. “Hoy no aceptamos errores”, dijo entonces Leticia imitando a la perfección a Germán. Y los cocineros se mostraron sumamente nerviosos. “Particularmente tengo mucho miedo”, reconoció Martitegui.
Finalmente, después de un cuarto de hora de corridas y mucha tensión, cada uno de los chef presentó su plato para ser evaluado por el jurado de participantes. Martitegui presentó un Caldo de lenguado. Y, mientras Leticia lo probaba, trató de distender el clima asegurándole que había soñado con ella la noche anterior. “Eras mi mamá”, le dijo, bromeando con el sueño recurrente de la actriz, en el que el cocinero es su papá. Pero lo cierto es que, tras la degustación, las tres coincidieron en que la preparación estaba exquisita.
Entonces llegó el turno de Damián con su Tiradito de lenguado. El repostero recordó que él empezó su carrera en la cocina, antes de descubrir su pasión por lo dulce. E, incluso, recordó que una vez fue a una entrevista con Germán y que éste no lo contrató, por lo cual tomaba este desafío como algo personal. “Te veo futuro en la cocina”, fue la devolución de Rocío. Y las tres, también, señalaron que el plato estaba delicioso.
Luego pasó al frente Donato con un plato de Gnudis en dos texturas y reconoció que hacía tiempo que no transpiraba tanto en la cocina. “Me gusta, lo pondría en mi carta”, le dijo Belu después de probarlo. Y, una vez más, las tres remarcaron que se trataba de una comida espectacular.
Sin embargo, Del Moro le pidió a las participantes que deliberaran para definir cuál de los chefs era el mejor de la noche. Así fue como, por decisión dividida, el ganador del desafío terminó siendo Betular. “Cuando dicen mi nombre dije: ‘¡Tomá!’”, reconoció Damián. De Santis, en tanto, aseguró que pensaba que también iban a evaluar “la dificultad”. Y Martitegui señaló que lo de su colega “era casi un postre”. Pero, sea como fuere, el triunfo ya estaba definido.
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