Federico Bal es uno de los protagonistas más atractivos de Masterchef Celebrity, el programa éxito en las noches de Telefe. Sus altas y bajas emocionales y sus enfrentamientos con los jurados, especialmente con Germán Martitegui, suelen ser los momentos más destacados de cada programa. Y este lunes, en el comienzo de la quinta semana de competencia, no fue la excepción.
En la consigna del día, cada participante debía preparar un postre infantil. Para ello, contaron con una masterclass a cargo de la reconocida repostera Isabel Vermal, quien les dio algunos tips para el momento de cocinar. Al hijo de Carmen Barbieri le tocó la realización de un pionono bicolor, pero tuvo demasiados problemas durante la preparación, que nuevamente estuvo a punto de abandonar, y debió reformular la consigna. Federico optó por improvisar un Baby Yoda de pasta americana verde y rodearlo de confites y granas multicolores y se enfrentó a su destino con entusiasmo.
“¿Cuál era tu consigna?”, quiso saber el jurado Damián Betular, mientras se aproximaba al insólito postre. “Un pionono bicolor”, contó Bal, y destacó el consejo que le había dado Isabel: “Me dijo que los piononos no tienen por qué ser arrollados. Entonces armé una base”. A medida que cortaba el postre, un incrédulo Betular abordó al participante en modo interrogatorio. “Entiendo todo, ¿pero las capas donde están?", quiso saber el jurado. "No, lo hice como base, sin capa”, replicó Bal. “Y el relleno?”, indagó el pastelero cada vez más sorprendido. “Es lo de arriba el relleno”, contestó Bal. “La decoración sería la otra masa… ok. ¿Y el otro color?”, preguntó Betular, esta vez con cierta ironía . “Son todos los colores. No fue bicolor, fue multicolor”, replicó un Bal entre resignado y tentado por la situación. “Otra consigna, porque la que tenías no la cumpliste”, sentenció el chef.
Cuando llegó el turno del jurado Donato De Santis, Bal pidió perdón de antemano. El chef procedió a quitar toda la decoración para encontrarse con una triste base de pionono. “Voy a probar por delicadeza”, dijo el italiano, entre risas. El clásico intercambio con Martitegui por el momento se limitó a risas y miradas. A la hora de las palabras, el encargado de la primera devolución fue Betular. “Imagino que debe ser la misma textura que comer goma eva”, una dura sentencia avalada por el participante: “Nunca comí una goma eva, pero a simple vista yo siento que es lo mismo, es como morder un cartón... triste”, reconoció Bal. “No me enoja, es una actitud tuya darte por vencido teniendo el tiempo para resolverlo. Está en vos si tenés ganas o no tenés ganas”, agregó el jurado con dureza.
Martitegui empezó su devolución con tranquilidad. “Si yo fuera tu hijo, Dios me libre, estaría contento en mi cumpleaños”, le dijo con ternura. “Eso es muy lindo”, replicó Bal con una sonrisa. “Te estoy diciendo cosas lindas, me tiraría de cabeza a eso. Sos un poco infantil, toda tu actitud lo es, y eso está montado en tu decoración”, amplió Martitegui antes de cortar con la dulzura. “Pero no soy un niño. Y alguien que quiere competir en serio, no tira la toalla a los diez minutos”. Esta vez, el participante asumió las devoluciones y estuvo lejos de sus cruces anteriores. “Es la primera vez que me pasa que me siento frustrado y no sé para dónde salir”, reconoció el participante.
“Fede, si hay algo que estoy seguro es que esa imagen está recorriendo el mundo”, intervino el conductor Santiago del Moro para descomprimir. A esa altura, “Baby Yoda” era tendencia en redes, pero un rato después, su creador se hacía acreedor al delantal gris. El próximo jueves buscará que la fuerza lo acompañe, una vez más, para seguir en el certamen.
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