En la madrugada del sábado un operativo policial terminó desbaratando una fiesta clandestina que se desarrollaba en una casa de campo en la localidad de Mercedes, con la asistencia de unas 400 personas, de las cuales 120 fueron notificadas. Una de ellas fue Lola Latorre, quien poco después de que estallara un escándalo en las redes acercó su testimonio en los medios para aclarar su situación personal: no estaba participando del encuentro, organizado de manera ilegal en época de pandemia, ni tampoco era una de las invitadas.
“Me llamó otra amiga para pedirme que la fuera a buscar (a la fiesta). No sé qué pasó por mi cabeza, de inconsciente, me subí al auto y fui a buscarla. Nunca pensé que se iba a armar este quilombo”, explicó en Los ángeles de la mañana, el programa en el cual su mamá, Yanina Latorre, se desempeña como panelista. “Estuve en el lugar, sí, me apersoné en la casa, pero no fui como invitada y en ningún momento me bajé del auto”.
“Cuando llegué había 12 camionetas de patrulleros, no había música ni gente bailando. Busqué a mi amiga y me dijeron que de la única manera que podíamos salir era dejando los datos y firmando una notificación. Los di, como todos los que estuvieron ahí”, advirtió Lola, quien remarcó que al regresar recibió el reto de sus padres, Yanina y Diego Latorre. “Sabía de la existencia de la fiesta, pero no estaba invitada y nunca tuve intención de ir. Fui a buscar a mi amiga, firmé lo que me pidieron y volví", concluyó, saliendo al aire con Ángel de Brito desde su casa.
Del caso se ocupa su abogado, Fernando Burlando. Pero en paralelo comenzó a plantearse otra especulación, que incluso adelantó el propio De Brito, conductor del Cantando 2020: ¿qué sucederá con su participación en el certamen de El Trece? Y es que un antecedente similar derivó en una expulsión: tal fue el caso de Pablito Ruiz, quien quedó afuera del ciclo luego de asistir a una fiesta clandestina, según él mismo admitió: “Me equivoqué”, declaró.
En estas horas los directivos de LaFlia -la productora a cargo del reality que también conduce Laurita Fernández- llegaron a una conclusión: la partenaire de Lucas Spadafora no asistirá al certamen por un plazo de dos semanas. Lejos de una sanción, los motivos habría que buscarlos en la prevención. Es decir, quedará aislada por el plazo que suele tomarse como adecuado: 15 días. De allí se entiende el anuncio que el productor Gabriel Fernández hizo en el programa Hay que ver, de El Nueve. “Nosotros no somos la Justicia, que será la encargada de decir si Lola rompió o no las reglas", indicó.
Si bien la modelo, al igual que Spadafora, acaba de superar el coronavirus (“Ya no contagio”, avisó), en el Cantando le exigirán un hisopado con resultado negativo al momento de reincorporarse. La intención es extremar todas las medidas para evitar la propagación del COVID-19, aun cuando es improbable que Lola pueda volver a contraer el virus. “Pero esa posibilidad, existe”, dijo Fernández, quien usó el caso de Ruiz para justificar esta determinación. "No fue echado: a él también se le pidió el aislamiento, pero estaba haciendo una suplencia”, argumentó.
“Me muero sin el Cantando: es mi trabajo -lamentó Lola Latorre-. La estoy pasando súper bien. En ningún momento mi intención fue ir a la fiesta. Fue de boluda, pido disculpas a mi familia, pero no asistí”.
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