“Cuenta recontra mega regresiva. Semana 39. Ya empiezan las contracciones espaciadas y los dolores intensos, pero parece que falta un poquito todavía. Por acá estamos tratando de ordenar el cuarto de la beba entre monitoreos, obstetra, cardiólogo, transfusión de hierro para la anemia, y otras cosas más. Ya llega... Te esperamos bebita, cuando vos quieras”, escribió Sofía Zámolo días atrás, en una de las últimas selfies que posteó en su Instagram.
Y finalmente, ya en la semana 40 de embarazo, luego de haber transitado diversos malestares en el cuarto mes de gestación, y con una ansiedad que iba transmitiendo en las redes sociales (como con esa foto que publicó desde la clínica, en la que mostraba cómo recibía una transfusión de hierro endovenosa para tratar su anemia, y escribió: “Esperando que salga la chiquita”), Sofía Zámolo recibió la llegada de su primera hija a las 19:19 horas de este jueves 29.
Semejante precisión la aportó Ángel de Brito: el conductor de Los ángeles de la mañana -programa en el que Zámolo- terminó comunicando la noticia más esperada. Y con más datos. La beba pesó 3,490 kilos al nacer, midiendo 49 centímetros. El parto fue mediante cesárea, porque la modelo “no dilató”, según las palabras del conductor, quien además posteó una foto preciosa: el primer beso de Zámolo a su hija, segundos después de su nacimiento, cuando por fin pudo tenerla en brazos.
Había otro dato que faltaba revelar. Y que se mantuvo en total hermetismo en todos estos meses, aún cuando Sofía -quien está casada con el empresario José Félix Uriburu- fue compartiendo con sus seguidores en las redes sociales distintas impresiones sobre su embarazo. Y el dato, claro, no es menor: el nombre de la pequeña.
Se trata de un nombre que fue utilizado por primera vez en una novela de 1510, Las sergas de Esplandián, de Garci Rodríguez de Montalvo, quien usaba esa palabra para definir a una región de las Indias cercana al paraíso terrenal, con mucha riqueza y habitada por amazonas. Y hoy, es una palabra cotidiana, tratándose de un estado norteamericano, si bien no es común como nombre: en estas horas se asomó al mundo California Uriburu Zámolo.
Casada desde hace casi cuatro años con Uriburu (el 24 de noviembre celebrarán un nuevo aniversario), Sofía ha contado que la búsqueda de un hijo no fue sencilla. “Cada mes que no llega es una decepción. Llorás, te frustrás y empezás a preguntar: ‘¿Por qué yo no quedo?’. Y te empieza a doler cada vez más”, recordó -en diálogo con la revista Gente- sobre aquellos días de deseo incumplido, en los que no realizó tratamientos de fertilización, aunque sí tomó vitaminas para preparar su cuerpo, y realizaba test caseros de ovulación para comprobar en qué días del mes tenía más chances de quedar embarazada.
La modelo de 37 años también debió lidiar con la presión social, a la que describió como “muy fuerte”. “Es un tema muy delicado, porque lo mantenés para adentro como si estuvieras haciendo algo malo. ¿Por qué me tengo que esconder si visito una clínica de fertilidad?”.
Hasta que ese día, el de la confirmación, también llegó. “Me enteré que estaba embarazada el 25 de febrero: tenía un atraso muy chiquito, pero para no ilusionarme y volver a decepcionarme me fui al baño sola y me hice el test. Después llamé a José, le dije que se acercara y grabé todo, porque quería verle la cara cuando viera que había dado positivo. Ahí nos pusimos a llorar ambos. Me temblaba todo el cuerpo de felicidad”.
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