Algunos lo llaman maldición. Otros le dicen estacamiento. Para muchos de los protagonistas es el fin de su carrera, o el comienzo de una identificación absoluta de la que ya nunca podrán escapar. El cine ofrece algunas referencias ineludibles: Mark Hamill fue durante décadas el recordado Luke Skywalker. Nunca más pudo brillar en otro papel, y son pocos lo que recuerdan que él fue también quien dio voz a una de las versiones más emblemáticas del Joker (en versión animada). Tuvo que esperar más de cuarenta años para volver a estar en el centro de la escena: con el regreso de Luke Skywalker a la saga final de Star Wars.
Pero es acaso en las sitcoms donde más opera esta maldición. Los casos de personajes que devoran a un actor o a una actriz son muchísimos. Hay contados nombres de personas que le pelearon al encasillamiento y a fuerza de voluntad lograron romperlo, pero son muchos más los que quedaron en el camino.
Acaso las dos sitcoms más emblemáticas sirvan como punta de lanza de esta enumeración. Pensemos en Friends y en Seinfeld. En el caso Seinfeld el mismo protagonista -que hacía de él mismo- estuvo mucho tiempo sin volver a brillar. Hizo la voz de un personaje animado en una película que nadie recuerda acerca de una abeja, y esperó más de diez años para volver a lanzar un show televisivo: Comedians In Cars Getting Coffe. Aunque tiene algunos cultores, no llegó ni de cerca a ser el fenómeno que fue su sitcom.
De la misma comedia podemos recordar los casos de Jason Alexander (George Constanza), que si bien tuvo participaciones en películas como Amor Ciego, nunca pudo alcanzar otro papel con la popularidad que tuvo Constanza. Como si fuera parte del derrotero del personaje, Alexander terminó haciendo numerosas participaciones en torneos de poker televisado.
De todas formas, el que verdaderamente sufrió la maldición fue Michael Richards, el incomparable Cosmo Kramer, vecino clownesco de Seinfeld. Pasó de ser uno de los personajes más queridos de la televisión a no aparecer nunca más en producciones importantes. Él mismo tejió su destino: hace unos años tuvo un escándalo por una presentación en un show de stand up en la que expresó ideas violentamente racistas.
Amigos son los amigos
Pasemos ahora al caso Friends, la segunda sitcom más popular de la historia. Solo Jennifer Aniston tuvo una carrera plagada de éxitos. Sus compañeros (Courteney Cox -Monica-, Lisa Kudrow -Phoebe-, Matt LeBlanc -Joey-, Matthew Perry -Chandler- y David Schwimmer -Ross-), quedaron atrapados en sus personajes.
Veamos: Matthew Perry protagonizó varias películas (11 para ser exactos, 4 de ellas post Friends), pero ninguna fue de mayor éxito. Además, proyagonizó 4 series: Studio 60 on the Sunset Strip, Mr. Sunshine, Go On y The Odd Couple. ¿Conoce alguna? La respuesta cierra el caso.
Los casos de sus compañeros de elenco son similares: todos trabajaron post Friends, David Schwimmer por ejemplo tuvo un papel menor pero importante en la mega producción Band Of Brothers, Lisa Kudrow actuó en la exitosa comedia cinematoráfica Analízame. De todas formas la quintaesencia de la maldición (o bendición, según se mire), la encarna Matt LeBlanc: tras ser el simpático Joey por diez temporadas, su siguiente serie fue justamente Joey. Duró dos temporadas (46 episodios) y contaba la vida del personaje luego de separarse de sus amigos.
El caso Gary Coleman
Todos recordamos la serie Blanco y Negro, donde Gary Coleman interpretaba a Arnold Jackson. Contaba la historia de dos niños huérfanos adoptados por Philippe Drummond (Conrad Bain), un millonario viudo que vivía en Nueva York con su hija preadolescente, Kimberly (Dana Plato).
Fue un exitazo: duró ocho temporadas y atraopó públicos de todo el mundo. Pero cuando la serie terminó (en 1986) se terminó también el hechizo: Gary nunca más volvería a tener un éxito. No solo eso, a los 18 años decidió alejarse de la actuación. Solo participó como invitado en algún programa de los Simpsons o en Casados con hijos. Falleció el 28 de mayo de 2010, luego de una vida plagada de golpes, enfermedades y fantasmas.
No fue el único, Dana Plato (su hermanastra en la serie), tuvo problemas con las drogas, estuvo presa y se suicidó en 1999.
Una historia parecida sucedió con Willie Tanner, el padre de familia de Alf. El actor, Max Wright, nunca pudo salir adelante luego de una publicación que lo mostraba fumando crack y teniendo sexo con personas sin techo. Según declaraciones de la época, eran escenas de una película porno gay casera, filmada en el 2012. Su carrera -exitosa a partir de 1986, cuando se estrenó Alf- se derrrumbó en 1990, cuando terminó Alf.
Antes de esto Wright había actuado en las películas All That Jazz (1979) y Reds (1981). Después de Alf, apenas tuvo algunas participaciones. Una de ella en Friends, donde tampoco pudo brillar. En el 2019 murió de cáncer a los 75 años. De él quedó, sin embargo, el más feliz de los recuerdos en aquellas escenas memorables de Alf.
De How I met your mother al olvido
Josh Radnor protagonizó entre el 2005 y el 2014 la exitosísima serie How I met your mother (Cómo conocí a tu madre). Su personaje era Ted Mosby, un arquitecto que un día decide contar a sus hijos la historia de cómo conoció a su madre. Durante nueve temporadas y 208 episodios, la serie fue furor.
La carrera de Josh no volvió a ocupar las primeras planas, y un día el actor decició dar un giro. Primero debutó como director de cine en el 2010 con HappyThankYouMorePlease, un filme que quedó en el olvido protagonizado por él mismo. Un tiempo después, en el 2017, cambió su perfil: dejó los sets por la música. Junto su amigo Ben Lee creó el dúo de folk-pop Radnor & Lee. Sin ser un rutilante éxito, la música sin embargo le trajo recompensas impensadas como, por ejemplo, venir de gira a Buenos Aires.
El camino sinuoso de La Niñera
Como diría David Letterman, Fran Drescher no necesita presentación. Sin embargo, la haremos: es la memorable niñera de The Nanny (La niñera). Los avatares de su vida los contamos hace pocas semanas en esta nota, pero también podemos decir que parte de su biografía es haber sufrido la maldición de los mega éxitos.
Tras seis exitosas temporadas, Drescher dejó de interpretar a Fran Fine para probar otra suerte. Lo hizo con la comedia Living with Fran (que duró un solo año), y con un talk show extraño -The Fran Drescher Show- que estuvo al aire pocas semanas antes de ser levantado. ¿Lo más memorable de aquel programa? Haber reunido nuevamente al elenco de La Niñera.
Luego, en el 2011, estrenó Happily Divorced, una sitcom sobre una mujer que se separa de su marido cuando éste le confiesa que es homosexual. El argumento está basado en la propia vida de Drescher, y de hecho escribió el guión en conjunto con su ex marido, de quien se divorció luego de que él le confesara su homosexualidad. Quedaron como grandes amigos y dieron vida a esta serie que duró apenas 34 episodios. Como dirían por ahí, acaso está mal, pero no tan mal.
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