El último fin de semana Beto Casella presentó a Gabriel, su primer nieto. El conductor de Bendita lo hizo a través de sus redes sociales, publicando una foto con el bebé en brazos y contando que había sido prematuro: nació a los seis meses de gestación, y pesó 500 gramos.
Este jueves, durante un móvil en vivo en Los ángeles de la mañana, Beto describió como “una vida nueva, una locura” la llegada de su nieto a la familia. “Me puse re feliz porque yo, además, los estaba apurando, en el buen sentido”, recordó sobre el momento en que su hijo Juampi y su nuera Noe le comunicaron que iba a ser abuelo.
Beto relató la dura experiencia que vivió la familia hace tres meses cuando nació su nieto. Un día estaba conduciendo Bien levantado -ciclo que lo tiene al frente desde hace 15 años- por Radio Continental cuando recibió un mensaje de texto de su hijo en el que le informaba que “se habían complicado las cosas”. “No te asustes, pero nació Gabriel. Hubo que hacerlo nacer. Noe está mal”, leyó en su celular aquella mañana de lluvia. “Fue el día más angustiante de mi vida”, dice.
El conductor se fue de inmediato a San Justo, a la clínica en la que nació su nieto, y donde lo esperaba su hijo, que necesitaba su apoyo y contención. “Esa imagen de Juampi solito en la puerta, preguntando si le estaba pasando a él, si era una pesadilla, no me la voy a olvidar nunca”, confía ahora Casella.
Luego detalló que su nuera transitaba un “embarazo fabuloso” y que tenía fecha de parto “para estos días". Sin embargo, a los seis meses de gestación comenzó a sentirse mal y luego de una serie de estudios los médicos le dieron el diagnóstico: Síndrome de Hellp, que afecta entre el 0,17% y 0,85% de las embarazadas y que suele presentarse en madres primerizas que se encuentran en la franja de entre los 20 y los 30 años. “Es cuando la placenta empieza a atacar a los órganos de la mamá y hay que suspender el embarazo -indica Casella, repitiendo lo que los médicos le explicaron a la familia-. Si te agarra de cuatro, seis u ocho meses (de embarazo), hay que salvar la vida de la mamá”.
“Uno está esperando un embarazo plácido, divino. Y te dicen: ‘Tuvimos que hacerlo nacer, veremos si sobrevive’”, recordó Beto las crudas palabras que los profesionales les dijeron a Juampi y Noe en aquellas horas. “Después tomamos la decisión de dejarlo en la intimidad familiar, hasta tanto el bebé.. .-Casella se interrumpie- porque la verdad es que había posibilidades de que no la cuente, pobrecito...”.
Desde aquel momento, Beto reza y le pide a Dios todos los días por la salud de su nieto. “Yo soy muy creyente, así que lo primero que hice fue mirar para arriba. Ese día dije: ‘Está en tus manos'. Y en las de los médicos. Depositamos toda la esperanza ahí”.
Desde aquella mañana lluviosa, el periodista estuvo atento a su celular en todo momento, a la espera de las novedades. El viernes pasado, después de tres meses, recibió la mejor de todas: Gabriel recibiría el alta médica. Al día siguiente, y con todos los cuidados por la pandemia del coronavirus, Beto fue a visitarlo a la casa y se tomó una fotografía con el bebé en brazos. “Fue la primera vez que lo vi sin cables”, dice, sobre los días en los que su nieto estuvo internado en neonatología. “Tengo una foto del segundo día y es algo tan chiquito. Te parte el alma. Pensás: ‘¿Qué hizo este bebé que recién nace para estar dando esta pelea?’”.
Casella cuenta que Gabriel ya “está muy bien”. Dentro de dos meses deberán operarlo del intestino por una serie de complicaciones que surgieron en estas semanas. “A cualquiera le puede pasar. Y yo aprovecho el espacio para decir que si hay que pasarlo, se puede superar. Es una prueba dura, pero se puede pasar”, reflexiona Beto, ya añorando a cuenta las próximas veces que podrá tener a su nieto en brazos. Porque sabe que ahora el tiempo está de su lado.
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