Con la tensión en aumento y picos de veinte puntos de rating, Masterchef Celebrity, el reality gastronómico conducido por Santiago del Moro, tuvo su tercera gala de eliminación en la noche de Telefe. Siete famosos disputaron una exigente competencia en la que tuvieron que preparar tres platos diferentes y poner en juego sus habilidades culinarias y su templanza. Luego de una ardua deliberación, el jurado integrado por Germán Martitegui, Donato De Santis y Demián Betular determinó que Patricia Sosa había sido la peor participante y se convirtió en la tercera eliminada del certamen. De esta manera, se sumó a la lista de ex participantes, junto al actor Nacho Sureda y Martín Mono Fabio, cantante de Kapanga.
Además de Sosa, la competencia enfrentó a Leticia Siciliani, Rocío Marengo, Fede Bal, Analía Franchín, Vicky Xipolitakis y Boy Olmi. Bajo un telón negro había siete corvinas enteras, el pescado estrella de la gala. Los famosos tuvieron que elegir su ejemplar y empezar la tarea desde cero: limpiar, encerar, filetear, despinar y finalmente cocinar, en principio, un plato. Todo en treinta minutos. Para ello, invitaron al chef Ramón Chiliguay, que brindó algunos consejos para limpiar el pescado, ante la mirada atónita de los concursantes. La noche no había empezado bien para Patricia, reconocida vegetariana, y tampoco iba a terminar de buena manera.
Luego los participantes ingresaron en dos tandas al mercado para seleccionar los ingredientes para la preparación. La adrenalina y la tensión hizo que desordenaran más de la cuenta, dejando muchos productos tirados en el piso, lo que enfureció a Germán Martitegui. El jurado hizo un reto general en modo maestro de escuela ante el estupor de los participantes, que sin embargo reconocieron un exceso de ímpetu antes de ponerse a cocinar.
Cuando faltaban cinco minutos para concluir el tiempo, Martitegui tomó nuevamente la palabra, esta vez para dar una noticia peor que cualquier reto: “Van a hacer un segundo plato completamente diferente al primero, con lo que les sobró”. Para esta segunda preparación tendrían otros veinte minutos, pero allí no terminaban los desafíos. Mientras en cada cocina reinaba un desorden absoluto y los nervios se apoderaban del estudio, Betular anunció que tenían que preparar un tercer plato en quince minutos. “Están experimentando por primera vez la tensión”, reflexionó De Santis, que amagó con un cuarto pedido, lo que hubiera sido demasiado.
Con muchas dificultades, los siete participantes lograron finalizar, de mejor o peor manera, sus respectivos platos y luego de las degustaciones llegó la hora de los anuncios. Leticia Siciliani y Analía Franchín fueron las primeras en pasar al frente y recibir la devolución positiva del jurado que las convirtió en las mejores cocineras de la velada. Vicky Xipolitakis, Rocío Marengo y Boy Olmi también lograron superar la prueba, a pesar de las dificultades y con muchos detalles a mejorar, pero consiguieron el pase a la próxima semana.
La decisión quedó entonces entre Patricia Sosa y Federico Bal, dos personalidades bien diferentes dentro del certamen. Se enfrentaban la calma espiritual de la cantante contra la desfachatez del actor, que durante la gala tuvo un nuevo cruce con Martitegui. De Santis fue el encargado de anunciar la decisión. Y la elegida fue Patricia quien, fiel a su forma de ser, se tomó la noticia con calma. “No me sorprende para nada, siento que fue justa”, dijo una vez conocida la sentencia. Sabía que había tenido un flojo desempeño en sus tres platos. Primero, su filet con brócoli y espárragos había sido excesivamente trozado. Luego, había acompañado un filet empanado con papas crudas y por último, una sopa con tanto picante que hizo toser a De Santis.
“Es muy difícil este momento, porque te respeto, te admiro, te quiero y porque fuiste una gran cocinera. Fallaste hoy”, le dijo Del Moro, y Sosa asintió. “He disfrutado mucho de estos compañeros preciosos" dijo antes de pedir la palabra para entonar a capella “Adios”, una de las canciones más emotivas de su repertorio. Se sacó los anteojos, se soltó el pelo y se entregó a la interpretación, mientras los ojos de conductor, jurados y participantes se llenaban de lágrimas. “Yo canto y mis compañeros lloran. Las emociones están a flor de piel”, comentó Pato en el back, que mechaba con las imágenes del piso. Los aplausos de todos dieron pie a las últimas devoluciones del jurado.
“Qué lindo verte así, con esta alegría. Trajiste luz a este programa”, arrancó la ronda De Santis. A continuación, Betular le contó algo que tenía guardado desde que empezó el certamen. “Cuando era chico, mi mamá ponía tu CD y te escuchaba mientras ordenaba la casa y te tenía muy presente. Nunca creí tener la oportunidad de compartir algo con vos”, le confesó antes de reconocer la humildad con la que tomaba consejos y devoluciones.
Por último, el siempre exigente Martitegui dio una muestra más de su sensibilidad. “Me acaba de correr un escalofrío por la espalda cuando te escuché cantar en vivo”, reconoció y admitió algo que también compartieron sus colegas: “En tus platos, aunque había fallas técnicas, se veía tu amor, tu pasión y ese talento que tenés para todo en la vida”. Pato agradeció las palabras. “No me emociono perdiendo una competencia, me emociono con una palabra de amor”, destacó la cantante. “Me llevo unos amigazos, unos preciosos”, se despidió entre besos y saludos de sus compañeros antes de resumir en tres palabras su experiencia en el concurso: “Ha sido excitante, estresante, vertiginosa”.
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