Sus caracteres parecen diferentes, pero ambas están convencidas de la bandera que llevan y entienden que mientras el país está en llamas y un posible acuerdo puede perjudicarlo aún más es tiempo de actuar, pero no como pueden hacerlo sobre un escenario sino de accionar y elevar la voz para hacer escuchar los reclamos sociales que piden por la vida de millones de animales y evitar el que consideran un impacto ambiental irreversible.
Apenas se supo que Argentina y China habían acordado la firma de un memorándum de entendimiento para impulsar inversiones en la producción porcina local, que tiene la finalidad de abastecer el consumo del gigantesco mercado chino, comenzaron las distintas manifestaciones populares en contra: grupos de activistas animalistas y ambientalistas expresaron su oposición y, como en tantas otras causas, esta tampoco es ajena a las celebridades que tomaron la posta para también reclamar que no se firme. Según la confirmación oficial, la firma se retrasó hasta noviembre.
“¡Estamos frente a la sexta extinción masiva en el planeta! Este el momento en que todos tenemos que actuar para frenarlo, por eso, quienes tenemos conciencia de que esto no puede seguir así tenemos el deber de comunicarlo para que muchos más se enteren. Así fue como nació la idea de realizar el video sobre el acuerdo porcino con China”, explicó a Teleshow la actriz y activista Liz Solari, sobre qué la llevó a tomar esta causa y encabezar la campaña “Nuevas pandemias - Industria Argentina: la muerte no es negocio”.
La iniciativa fue acompañada por un grupo de 28 famosos que protagoniza un video coproducido entre la Unión Vegana Argentina (UVA) y Conciencia Solidaria. Allí explican las consecuencias negativas de aceptar el acuerdo porcino con China que pretende instalar 25 megafactorías de cerdos en distintas provincias del país.
“Al saber que iban avanzar sobre este acuerdo sentí en todo mi ser que eso no puede pasar… No tenemos más tiempo para seguir profundizando sistemas, como proponen las autoridades y entidades a las que le dimos el poder para que tomen decisiones, pero que están haciendo uso y abuso de ese poder y no nos están escuchando”, sostuvo Solari consternada luego de contar que ese video que ya fue visto por 6 millones de personas y que sigue sumando reproducciones cada minuto. Además, no deja de recibir mensajes de apoyo de quienes lo ven y adhieren a una petición virtual que impulsa por el no avance de ese acuerdo.
“Todos esas personas coinciden en que quieren que esto pare, por eso esto se trata de un llamado a estos sistemas para frenar lo que sabemos que destruye. Tiene que desacelerarse esa destrucción porque tenemos que darle tiempo a la naturaleza para que se recomponga”, afirmó.
El video es también protagonizado por figuras del espectáculo y la televisión, como Julieta Díaz, Nicolás Pauls, Nacha Guevara, Fede Bal, Oriana Sabatini, Cande Tinelli, Julián Weich, Nicole Neumann, Catherine Fulop y Luis Novaresio, que explican sobre el impacto ambiental que su producción atraería. También participan Marcela Kloosterboer, Guillermina Valdés, Mariano Gabriel Martínez, Valeria Schapira, Pablo Granados, Katja Alemann, Luis Pavesio, Celina Font, Soledad Villamil, Benjamín Alfonso, Mirta Busnelli, Pollo Álvarez, Eleonora Wexler, Paz Cornú, Matilda Blanco, Dante Ortega y Mónica Raiola.
La actriz que también puso su voz para narrar al documental “Cinco corazones”, que muestra la cruel vida de los caballos en Argentina, enfatizó en que ahora es cuando, como ciudadanos, “tenemos que decir basta y si vemos que la conciencia no está viniendo de las personas a las que le dimos el poder, nosotros como sociedad tenemos que retomar ese poder”. Lo dice porque advierte que el acuerdo que busca criar a 12 mil “madres” porcinas en cada una de las 25 megafactorías traería, además de una crueldad inusitada a esos animales, consecuencias lamentables para el ambiente y las personas.
¿A qué consecuencias se refieren? El video las enumera: incendios de humedales y bosques nativos; la contaminación del agua, aire y tierra; la aparición de nuevas enfermedades zoonóticas y pandemias; la propagación de gases de efecto invernadero; el cambio climático y una extrema crueldad animal.
“Tenemos que decir no porque se trata de la vida y el futuro de todos nosotros no sólo de los que toman las decisiones”, pidió y explicó que “estos sistemas de producción tienen una deuda con la humanidad". "No podemos permitirles avanzar en esta dirección porque están violando la ley de la vida, no están escuchando ni a los científicos, ni a la sociedad, ni a la Madre Tierra... Estamos en un contexto pandémico que todos vivimos como una pesadilla y sabemos que estas industrias de cría intensiva de animales generan pandemias, está demostrado, y aún así quieren avanzar con un acuerdo con China con un sistema que ya demostró ser un fracaso: recordemos que, en 2018, debido a la Peste Porcina Africana (PPA) quemaron vivos y enterraron a casi 300 millones de cerdos, cosa que nos dolió no sólo a quienes amamos a los animales por el nivel de violencia y tortura, sino que también conmocionó a otros porque afectó a más de 50 países y generó riesgo a nivel mundial ¿y nos vende ese modelo? ¡Nos venden muerte”, interpeló.
Liz se refiere al virus de la Peste Porcina Africana que ingresó a China y causó una crisis sin precedentes: de los 360 millones de cerdos que se produjeron en el país asiático, en 2018, 300 millones fueron sacrificados arrojados a fosas y prendido fuego vivos. Pese a ello, actualmente, 51 países están afectados por la PPA y, en medio de la pandemia por la COVID-19, sigue propagándose, agravando así las actuales crisis sanitarias y socioeconómicas.
Esa situación la ocupa y preocupa por pensar en consecuencias irreversibles que se sumaría a la matanza de la biodiversidad en los océanos por la pesca industrial, al impacto ambiental que genera la industria ganadera y el envenenamiento de la tierra por el uso de pesticidas y agrotóxicos. “¿En qué momento pensamos que íbamos a poder destruir todo sin tener consecuencias?”, interrogó invitando a pensar en las acciones que cada persona debe realizar desde su rol social y ciudadano.
“En Argentina hay siete millones de personas sin acceso al agua, gente que no tienen acceso a la comida y en lugar de pensar en cómo abastecerlos y en nuestra soberanía alimentaria se le produce alimentos a China con nuestros recursos cuando debemos darles garantías a nuestra población de que podemos alimentarla y darle lo que necesitan”, inquirió pensando también en que la producción de un kilo de carne de cerdo requería hasta 6 mil litros de agua mientras escasea o falta en muchas zonas del país.
Liliana Felipe: ¿Estás en contra o a favor del uso de los animales como cosas y propiedades?
La cantautora argentina radicada en México —donde vive luego de su exilio, en 1976— también se mostró preocupada por el acuerdo para instalar megafactorías porcinas y por las consecuencias que éste podría acarrear y, sobre todo, por la cruel vida que tendrían los animales que serían criados para luego ser muertos.
Felipe, militante de la causa animalista, escribió una contundente carta en la que hace un llamado a reflexionar, especialmente a los artistas que pasaron por el escenario de una de las salas porteñas que más ama y a la que llega cada vez que regresa a Buenos Aires. Quiso compartirla en exclusiva con Teleshow.
“Frente al Centro Cultural Torquato Tasso, en el Parque Lezama, en CABA, había hasta no hace mucho tiempo, un templete, donde subastaban esclavos: hombres, mujeres, niñes, engrillados muriendo de terror y tristeza. Los políticos, intelectuales, empresarios, periodistas de la época, pensaban que eso traía beneficios y que así era porque así había sido siempre. Eran considerados cosas”, inicia la contundente carta de la artista y reconocida activista por los derechos de los animales, en referencia del pasado del que hoy es considerada unas las más prestigiosas salas culturales y lugar que elige para presentarse cada ve que visita Buenos Aires.
Sigue: “Hoy nos avergonzamos de haber demorado tanto tiempo en otorgarle a los esclavos los derechos que siempre tuvieron, pero que el grupo de los que inventan dioses y leyes, negaron y pervirtieron. ¿Hubieras estado en contra o a favor de la abolición de la esclavitud humana?", abre el interrogante Felipe, quien se exilió en 1975 durante una gira.
Tras esa pregunta, continúa: "Después, los templetes se convirtieron en campos de concentración, donde, para beneficio de la ‘patria’, mataron y desaparecieron a una generación... Muchos de los políticos, intelectuales, empresarios, periodistas de la época, pensaban que eso traía beneficios y que así tenía que ser porque así tenía que ser”.
Hace unas semanas, Liliana Felipe, junto con otras personalidades de distintos ámbitos del espectáculo y la cultura, se sumó al pedido dirigido al ministro de Ambiente Juan Cabandié que solicitaba que se aceleren los traslados de las elefantas asiáticas del zoológico de Mendoza al santuario de Brasil. El objetivo fue logrado y ahora busca que se revierta la intención de firmar el acuerdo con China.
Continuando con el texto de Felipe, que también da cuenta de su compromiso social, advierte: “Los 30.000 eran ‘subversivos’, eran cosas. El silencio atronador fue roto por las madres, los familiares y les jóvenes de H.I.J.O.S que se negaron a ser cómplices y comenzaron los juicios contra algunos de los que inventan dioses y leyes. ¿Hubieras estado en contra o a favor del exterminio selectivo de personas?”, vuelve a abrir un interrogante.
Invitando a pensar esa parte oscura de historia argentina con el presente que la ocupa desde sus militancias, agrega: “Y ahora la propuesta de ciertos políticos es esclavizar, torturar y matar cerdos, a quienes ellos ven como cosas, como vientres, como un ‘negocio’, lo que demuestra su profunda ignorancia".
En el mismo tono, asegura que "los cerdos son personas de otra especie, como las vacas, los peces, las gallinas… y merecen todos los derechos que las leyes hechas por los hombres que inventan dioses y leyes les niegan. Justicia acomodaticia. Justicia injusta de la que te hacen cómplice con lo que te metes a la boca”.
En la carta abierta, la cantautora advierte que China tiene una superficie de 9.597 millones de km2, “donde podrían caber 3.452 Repúblicas Argentinas, pero China quiere hacer sus megafactorías porcinas en Argentina porque no quiere contaminar sus aguas, ni respirar su mierda, ni provocar otras pandemias, ni seguir desmontando e incendiando bosques, ni deshacerse de las toneladas de excremento, ni matar de hambre a sus habitantes, ni comprometer el futuro de las nuevas generaciones”.
En el mismo tono, añade: “Dice Alberto Fernández que los argentinos somos expertxs en levantarnos. Hoy queremos levantarnos sin estar encima de otros. Todos sabemos que la ganadería y la cría intensiva de animales en el mundo entero ha llegado a su fin, por injusta y porque es la primera razón de la violencia sistémica y la crisis climática en la que vamos a la deriva”.
Haciendo un llamado a las y los artistas que pasaron por el escenario del Torcuato Tasso, finaliza: “Compañerxs artistas, ninguna canción, ninguna música, ninguna obra de arte, vale la vida de un animal (humano o no). ¿Estás en contra o a favor del uso de los animales como cosas y propiedades?”.
El Gobierno argentino había dado sus primeras pistas sobre las negociaciones con China, el 6 pasado de julio cuando el canciller Felipe Solá mantuvo una reunión virtual con el ministro de Comercio chino, Zhong Shan, donde se tocó el tema.
A través de un comunicado, Solá manifestó que "fue bien recibido por el ministro Shan el avance en un proyecto, ya conversado entre el gobierno argentino y el Ministerio de Agricultura de China, sobre producción de carne porcina de inversión mixta entre las empresas chinas y las argentinas. La Argentina podría producir 900.000 de toneladas de carne porcina de alta calidad y le daría a China absoluta seguridad de abastecimiento durante muchos años.
Contra ese negociado, se abrió en la página Change.org, la petición titulada “¡Paren el negocio con China para ser sus fabricantes de cerdos y de nuevas pandemias!”. Hasta el momento, ya han conseguido más de 259.100 mil firmas para evitar este acuerdo.
“La sociedad está buscando una vacuna para COVID-19 y lo más probable es que la encuentre. Pero ¿de qué sirve crear vacunas contra virus si no frenamos la raíz de el problema, es decir la construcción de los sistemas industriales intensivos que están creando estos virus?”, argumentan en este petitorio.
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