El jueves de pre eliminación en Masterchef Celebrity no importaba la innovación, la creatividad ni la técnica a la hora de armar un plato que deleitara al jurado. No por eso, la consigna fue más fácil ya que los participantes tuvieron que apelar a la memoria emotiva a través de la comida.
Al abrir la caja con los materiales para cocinar, Analía Franchín, Boy Olmi, Patricia Sosa, El Turco García, El Polaco, Victoria Xipolitakis, Rocío Marengo y Leticia Siciliani no encontraron ingredientes complicados sino un porta retratos con una foto de ellos cuando eran niños. “Tienen que hacer un plato que los lleve a su infancia”, pidió Donato de Santis y agregó: “Hoy se cocina con emoción, con la historia de cada uno”.
“Tremenda, es una foto que casi ni recordaba”, dijo Olmi sobre la imagen que encontró y al pensar en los sabores de su niñez, dijo que la aparecían en su memoria “cosas dulces, muy simples, de la primera infancia”.
La foto del marido de Carola Reyna tenía sus particularidades. “Parece sacada de una publicidad”, dijo De Santis sobre la postal en blanco y negro y el participante amplió: “La hizo una fotógrafa ícono de la fotografía argentina Annemarie Heinrich”.
Mientras al pensar en los platos de la infancia muchos hicieron puré, milanesas o pastel, Boy hizo langostinos, algo que a todos les llamó la atención. “Íbamos a comer a restaurantes y había un momento en que mi abuelo decía ‘ad libitum’, que quería decir que podíamos pedir langostinos, me quedó siempre, cocino langostinos todo lo que puedo”, explilcó sobre su plato y dijo que le hizo algunas modificaciones: “La idea de aggiornarlo se inspira en un plato que a un amigo le gustaba que combina langostinos, con peras, papines y lima”.
Luego fue el turno de presentar formalmente su plato al jurado integrado por Donato de Santis, Germán Martitegui y Damián Betular. En ese momento, volvió a recordar: “Se llama 'ad libitum’, que quiere decir a tu gusto, al tu placer, es lo que decía mi abuelo cuando nos permitía en un restaurante comer langostinos”.
“Es un producto que es raro que a un niño le guste”, dijo Betular al probar el plato y Donato agregó: “Me gusta, pero no me llega, es difícil imaginármelo, en otra prueba es interesante” y Martitegui cerró: “Puse énfasis en que no pierdan la conexión con el recuerdo pero que sea contemporáneo, no me emociona porque no me conecto con la infancia, cuando elijo algo para emocionar a alguien elijo un plato que más o menos todos hayan comido”.
Luego de enfrentar al jurado, él mismo reflexionó sobre el plato que presentó: “Es una cosa exótica y no reúne toda las características que ellos quieren para traer la música de violines con el plato de la abuela”.
Tras la ronda, él y Patricia Sosa fueron los primeros en dar un paso al frente para escuchar el veredicto del jurado: “Presentaron dos platos que hablaron de ustedes, ambas historias espectaculares, les agradecemos pero el delantal negro es de ustedes”.
Analía Franchín y Rocío Marengo habían hecho milanesas, Xipolitakis puchero recordando a su abuela, Siciliani pastel de papa y batata. El mejor plato de la gala fue el del Polaco, unos varenikes con salsa de panceta y crema, como los que hacía su abuela Viera. El cantante pasó al balcón, por lo que seguirá una semana más en competencia. Pero el otro plato que emocionó al jurado fue el del Turco García; milanesas con salsa blanca, huevo frito y puré, por lo que el tribunal decidió hacer una excepción y que por única vez, otro participante quedara eximido de la gala de eliminación,
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