Estrenada en 2017, y actualmente disponible en Netflix, la película El fútbol o yo fue otro éxito para Adrián Suar. Pero poco después de su llegada a las salas el periodista y escritor Daniel Frescó denunció al gerente de Programación de El Trece por plagio. Frescó publicó en 2015 su novela Enfermo de fútbol, que cuenta la historia de Jesús José Miranda, un porteño que pierde su trabajo y deja de ver a parte de su familia, compra un sillón y un televisor enormes, y se dedica tan solo a mirar partidos de todas las categorías y de todos los continentes.
En tanto, el filme de Suar refleja la historia de Pedro, un apasionado por el fútbol que sobrepasa la de la mayoría de los mortales: es un adicto total al deporte más popular, y queda capturado por una pasión que está arruinando su vida matrimonial. Tanto que su mujer, Verónica (interpretada por Julieta Díaz), comienza a creer que es insostenible el hecho de que su marido dedique la mayor parte de su tiempo al fútbol y nada a su vida personal.
Cuando encima un día Pedro es despedido del trabajo por ver un partido de fútbol durante el horario laboral, el asunto adquiere tintes de tragedia. Así que Verónica da un ultimátum a su marido: si Pedro quiere volver con ella, deberá elegir entre los dos, y rehabilitarse de su adicción. Este es el argumento de la película que, a simple vista, tiene varios puntos en contacto con la novela de Frescó.
La denuncia avanzó en la Justicia y en las últimas horas se supo que Suar será indagado vía remota el próximo viernes 23 a las 9.30 por el juez Alberto Baños, quien subroga por estos días el Juzgado de Instrucción Número 3.
Teleshow se puso en contacto con allegados al productor para conocer su opinión sobre la citación judicial. “Adrián está muy aliviado de poder hablar ante un juez y explicar la situación -confiaron desde su entorno más cercano-. Él compró los derechos de una película belga, Soy hincha de Standard, de Riton Liebman, que cuenta la historia de un fanático del equipo Standard, de Lieja. El filme de (Marcos) Carnevale se basa en esa historia; nada tuvo que ver el libro de Frescó en la realización de El fútbol o yo”.
“Adrián pagó los derechos de otra película; llegado el caso, era lo mismo pagarle a uno que a otro. Pero esto pasa porque es Suar -agregó la misma fuente-. El llamado a declarar es un paso normal de la causa y para nada lo toma como un triunfo de Frescó. El juez quiere escuchar a las dos partes y eso lo alivia: es una buena noticia para Adrián, porque quiere contarle al juez su versión de esta historia”.
Desde el entorno del actor aseguran que, en situaciones como esta, suele ser “muy práctico” en lo que se refiere a su resolución. "Si la justicia falla en contra, pagará lo que haya que pagar. Y si por el contrario, y como cree él, la Justicia determina que no existió plagio alguno, cerrará el tema. Pero el 23 es una fecha importante para Adrián: al fin se va a escuchar su voz, porque hasta ahora sólo se lo escucho a Frescó”, concluyó la fuente, quien forma parte del círculo más íntimo del exitoso productor.
Luego de escuchar la palabra de Suar, y con las pericias llevadas adelante con El fútbol y yo y el libro de Frescó, el juez acercará su veredicto sobre si hubo o no plagio en el taquillero filme. Y al fin, cualquiera sea su fallo, terminará significando la conclusión de un conflicto en un 2020 que viene presentando varias dificultades en el plano profesional.
Meses atrás se conoció la delicada situación financiera de Polka y, por tal motivo, la posibilidad del cierre de la productora. “Es una crisis que venimos arrastrando, es muy difícil hacer ficción en la Argentina por los costos tan altos -comentó Suar semanas atrás-. Los actores no son caros, salvo algunos; lo caro es todo lo de atrás. Yo lo vengo arrastrando esto desde hace cinco o seis años por la cantidad de gente que tiene Polka, que son 280 personas”. Y advirtió: “Es la primera vez que me pasa en 26 años. Me sacaron de juego”.
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