El desafío con el que Masterchef Celebrity abrió su gala del día jueves, tenía que ver con lograr el huevo frito perfecto. Y, a decir verdad, a los participantes del ciclo de Telefé no les resultó nada fácil. Por eso, Donato De Santis decidió recrearlo en su casa, junto a su hija Francesca (18), para luego evaluar los resultados. Y se le ocurrió la buena idea de compartir la experiencia en sus historias de Instagram.
Para comenzar, el chef le enseñó a su hija cómo hacer la “clarificación de la manteca” a fuego medio. “Se va a separar en tres partes: la de arriba que es la espuma que se retira”, le explicó a la joven, mientras ella seguía sus indicaciones y descartaba esa parte del ingrediente con una cucharita.
Después, Donato le explicó cómo debía ir colocando en la sartén la parte del centro, la “clarificada”, que es la que se usa como materia grasa para freír el huevo. “Hay que verterlo despacito, hasta que se empieza a ver la parte blanca de abajo que es la otra que no se necesita”, le indicó Mientras su hija lo hacía con un cuidado meticuloso.
Luego, el chef le marcó a Francesca cómo precalentar la sartén para llegar a la temperatura ideal, acercando la palma de la mano. Entonces, le indicó que debía abrir el huevo “cerca del plato para que no se le rompa”. Y le indicó cómo colcarlo para comenzar la cocción. “La yema se tiene que calentar un poco, si la tapás se pone gris”, le explicaba mientras su otra hija, Raffaella (15), según explicó estaba “haciéndose la boluda para molestar a la hermana...”
¿El resultado? “Este es el huevo Masteregg”, aseguró Donato al ver el plato terminado. Y compartió una foto de Francesca arrobando a sus compañeros de jurado, Germán Martitegui y Damián Betular. “A mí ya me compró con la sonrisa, ¿ustedes que opinan'”, les preguntó. Pero la verdad es que, a la hora de la degustación, el chef estaba solo.
“Vamos a hacer la prueba”, dijo mientras cortaba el huevo. “Me gusta, no está quemadito. Aunque yo anoche dije que me gusta crocantito, pero hoy lo hiciste con la manteca clarificada”, explicó mientras su hija consultaba si estaba crudo. Y luego buscó la manera más divertida de reemplazar al resto jurado para poder dar su veredicto.
“Cara de Germán, cara de Damián, cara de Dona...”, dijo imitando sus colegas y a él mismo durante las devoluciones del concurso que conduce Santiago del Moro. Y, frente a la ansiedad de su hija por saber si su huevo frito había sido aprobado o no, concluyó: “Está buenísimo: pasás a la gala de los premios con la medalla de no sé qué y todo eso”.
Criado en Puglia, al sur de Italia, De Santis comenzó a dedicarme a la cocina profesional en 1980 y a participar como ayudante en algunos programas de televisión. A los 20 años, viajó a los Estados Unidos, donde se convirtió en chef personal del célebre diseñador Gianni Versace. Y, desde hace más de dos décadas, se radicó en la Argentina, donde conoció a Micaela Paglayan, la madre de sus hijas, y dónde es considerado uno de los mejores de su rubro.
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